domingo, 30 de diciembre de 2018

Buenas intenciones....

«Retrasar la edad de jubilación es una buena solución para paliar la falta de médicos»

Faustino Blanco, secretario general de Sanidad, en la redacción de EL COMERCIO minutos antes de la entrevista. / ARNALDO GARCÍA
Faustino Blanco, secretario general de Sanidad, en la redacción de EL COMERCIO minutos antes de la entrevista. /ARNALDO GARCÍA

Faustino Blanco | Secretario General de Sanidad del ministerio y exconsejero del Principado: «Lo primero será devolver la universalización a la sanidad pública y evitar que España funcione como si tuviera 17 sistemas de salud, sino uno solo, con visión de Estado»

LAURA FONSECA GIJÓN.

Ha vendido su moto y se ha dado de baja en Twitter, pero por lo demás, Faustino Blanco (Gijón, 1953), nuevo secretario general de Sanidad en el ministerio que dirige la asturiana María Luisa Carcedo, sigue fiel a sí mismo. El que fuera consejero de Sanidad entre 2012 y 2015, y que llevó adelante la apertura del nuevo HUCA y del hospital de Mieres, vuelve a la administración central donde ya había hechos sus pinitos en la etapa del Insalud. Blanco, que el pasado jueves cumplió 65 años y que ya advierte que no piensa colgar la bata, se adentra en un proyecto 'full time' con la intención de «recuperar el modelo de sanidad universal» y de acabar con buena parte de las reformas y de los recortes que impulsó el PP.

-¿Qué tal los primeros meses como secretario general de Sanidad?

-Muy bien. En el Ministerio de Sanidad me han recibido de forma excelente, hay un gran nivel profesional y muchas ganas de hacer cosas.


-Cuando muchos creían que tras ser consejero de Sanidad y retornar a su puesto en el centro de salud de El Coto acabaría jubilándose como médico, va y se convierte en el 'número dos' de la Sanidad del país. ¿Le va la marcha?

-(Risas). En política nunca se puede decir nunca jamás, pero sí es cierto que tras mi etapa como consejero mi vida profesional estaba muy clara en el centro de salud de El Coto.

-¿Cuando le llamó María Luisa Carcedo, aceptó enseguida?

-Con la ministra Carcedo, con la que llevo trabajando desde 1983, me une una relación de amistad de muchos años y tras hablar del proyecto que tenía en mente, acepté encantado.

-¿Cuáles son esos proyectos?

-Lo primero es devolver la universalización a la sanidad pública. En los últimos años nos han vendido un sucedáneo del modelo de universalidad sanitaria con el que tenemos que acabar. Otro gran objetivo es consolidar el sistema nacional de salud proyectándolo al futuro, adaptándolo a las nuevas necesidades de cronicidad, incorporando nuevas tecnologías y fármacos... Y hay que hacer todo eso con cohesión social, es decir, evitando que España funcione como si tuviera 17 sistemas de salud, sino uno público y universal con visión de Estado.

-El ministerio aprobó semanas atrás un calendario vacunal único para que se apliquen las mismas vacunas en todo el país, ¿qué otras diferencias hay en prestaciones sanitarias por comunidades?

-No hay muchas diferencias, pero el problema del Ministerio de Sanidad es que su papel de autoridad sanitaria se diluyó y eso hizo que prosperaran algunas diferencias entre comunidades.

Unificar prestaciones

-Vacunación, universalidad, copago farmacéutico, pseudociencias, maternidad subrogada... Da la sensación de que la ministra Carcedo ha hecho más anuncios en tres meses que cualquiera de sus homólogos en cuatro años.

-Es que la ministra sabe de Sanidad mientras que otros ministros estaban para ocupar un espacio político.

-Vayamos por temas. Universalidad. ¿Se volverá al modelo que había hasta 2012 cuando el PP aprobó el decreto de recortes?

-Sí, esa es nuestra intención. No queremos que nadie quede excluido de la atención sanitaria. Cualquier persona que resida en España tendrá derecho a ser atendida. Vamos a acabar con el modelo sanitario del PP que vinculaba la atención en función de renta y cotizaciones.

-¿Los inmigrantes podrán volver a la sanidad pública sin problemas?

-Exacto. Lo que hizo el PP fue una anomalía de tal magnitud que afectaba a la dignidad del país. La atención sanitaria es un derecho humano, da igual quién seas.

-Copago farmacéutico: ¿Los pensionistas dejarán de pagar por las medicinas?

-El copago que implantó el PP hizo mucho daño a los más vulnerables. Las modificaciones que queremos introducir están vinculadas a la aprobación de los presupuestos, pero lo que buscamos es que los pensionistas de rentas bajas queden excluidos, así como los trabajadores en paro con cargas familiares.

-Entonces, ¿los jubilados con pensión alta seguirán pagando?

-Al no copago iremos incorporando diferentes colectivos, pero aún no están todos definidos.

-¿Todo esto es sostenible?

-Sí, el sistema sanitario español es sostenible. Con un PIB del 6% tenemos la mejor cartera de servicios sanitarios de Europa. La media de gasto sanitario público en los países de la OCDE es del 7,5%, así que en España aún queda margen.

-Fue usted consejero de Sanidad en Asturias, por lo tanto sabe el importante peso de la factura sanitaria en los presupuestos de una comunidad. ¿Cuando la sanidad y los servicios sociales se comen casi el 70% de la financiación, cree que aún hay margen para seguir creciendo?

-Hay margen. El paquete fundamental de una comunidad autónoma son las políticas de bienestar. Cuando decimos que se destina el 66% a ese ámbito, es porque ese gasto es prioritario para la comunidad. No me parece un peso excesivo, lo que sí es cierto es que hay que inyectar recursos financieros.

-¿Cómo ve Asturias desde Madrid?

-Se ve algo pequeña y, en particular, la veo con preocupación. Sin olvidarnos de nuestra raíz industrial, los asturianos tenemos que encontrar ámbitos de proyección, como puede ser el sanitario, y abandonar el pesimismo, porque te paraliza y no te lleva a ningún lado.

-Habla de usar el sector sanitario como tractor de la región, pero, ¿qué hacemos ante la falta de médicos?

-Ese es un tema multifactorial del que no existe aún un buen diagnóstico. Lo que vemos a priori es que entre 2009 y 2017 el número de médicos ha crecido. Entonces, ¿qué pasa? Yo creo que hay un problema de distribución de recursos.

-¿Quiere decir que no es que falten profesionales sino que están mal repartidos?

-Hay un poco de todo y tenemos que estudiarlo a fondo, porque hay falta de profesionales en algunas áreas como son pediatría, anestesia, radiología y medicina de familia, pero también tenemos un problema importante de déficit en enfermería.

-¿Qué está haciendo el ministerio para revertir esta situación?

-En enfermería queremos acelerar la acreditación de la especialización de enfermería comunitaria, donde tenemos más de 40.000 peticiones. Y en el tema de los médicos hemos aumentado un 5% las plazas MIR y agilizado la acreditación de unidades docentes, donde nos encontramos más de 800 procesos pendientes.

-¿No se plantea recurrir a la contratación de médicos extranjeros o a prorrogar la edad de jubilación?

-La prórroga en la edad de jubilación no es competencia de las comunidades, aunque está claro que es una buena solución para paliar la falta de médicos. No sería justificable que ante la falta de profesionales mandemos a casa a facultativos muy formados y con una amplísima experiencia. Con respecto a los extranjeros, lo que vamos a hacer es agilizar el proceso pero no vamos a rebajar la exigencia.

-Hablemos de usted que acaba de entrar en la edad de jubilación desde el pasado jueves, 27 de diciembre. ¿Qué hará?

-Ya he pedido la prórroga al Sespa.

-¿Y se la dieron?



-No me fijé, pero supongo que sí.

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