domingo, 2 de junio de 2019

A perro flaco...

El Gobierno dejó sin invertir 96 millones que tenía presupuestados para Asturias

Obras de duplicación de la AS-19, paradas por un modificado. /
Obras de duplicación de la AS-19, paradas por un modificado. 

El equipo de Sánchez duplicó el gasto en la región tras la moción de censura, pero el arreón no bastó. El dinero sin usar se ahorró o desvió a otras comunidades

RAMÓN MUÑIZ GIJÓN.
Entre ministerios, entes y empresas, la Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2018 reservó 224 millones para invertir en Asturias. Fueron las últimas cuentas diseñadas por el Gobierno de Mariano Rajoy, con el respaldo de Foro, pero al final quien más tuvo que arreglarse con ellas fue el Ejecutivo de Pedro Sánchez por la moción de censura aprobada ayer hace un año. El balance final lo acaba de divulgar Intervención General del Estado y es lesivo para la región. Las facturas pagadas suman 127,5 millones. Hay un 43,1% del presupuesto sin utilizar aquí. Son 96,5 millones prometidos para Asturias que o no se desembolsaron o fueron desviados a otras comunidades.
Mirar a otras regiones y al pasado reciente no mejora la lectura. Mientras aquí la inversión ejecutada supone el 56,9% de todo lo presupuestado, en todo el país se logró cumplir con el 71,7% de lo anunciado.
No es extraño que los ministerios y empresas públicas se queden lejos de las previsiones que tenían, pero en esta cuestión el trato al Principado ha ido a peor. Los informes de la Intervención General del Estado acreditan que en 2017 en Asturias se ejecutaron el 77,3% de los fondos prometidos, dejando sin gastar unos 43,6 millones de los consignados en la ley presupuestaria. Es decir, el curso pasado la deuda del Estado con la región -entendida como promesas incumplidas- se duplicó.

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Tras los números hay obras que no llegaron a serlo. Pasa con los dos millones consignados para iniciar el vial de Jove a El Musel (aún en fase de diseño), la segunda calzada de la A-63 entre Salas y El Regueirón (tenía 2,5 millones y aún está en licitación) o el 'pinchazo' de la 'Y' con el polígono de la ZALIA (un empeño de Foro al que se anotó un millón más y que los técnicos terminaron descartando).
Las mayores decepciones las provoca el ferrocarril. Para terminar la variante de Pajares, el Ejecutivo de Mariano Rajoy reservó 86,3 millones solo en la vertiente asturiana. Apenas un 34% de esa suma fue realmente utilizado. El resultado es discreto, y más si se tiene en cuenta que en los últimos cursos Adif Alta Velocidad está computando como inversión lo que en realidad son reservas para responder a reclamaciones judiciales que le han puesto las constructoras.

El agujero en la variante

El desequilibrio entre lo ejecutado en la variante y lo presupuestado tiene dos matices. PP y Foro incrementaron la consignación como muestra de la implicación con el proyecto, si bien las obras programadas en 2018 difícilmente daban para gastar tanto. Los retrasos burocráticos que han sufrido esos últimos contratos también han mermado el balance.
Los túneles diseñados para la llegada del AVE encaran en todo caso la recta final y tienen la mayoría de los trabajos pendientes ya iniciados. La finalización de las obras está oficialmente anunciada para 2020 y las incertidumbres, aunque las hay, apenas podrían demorar esa fecha uno o dos años.
Los números de Intervención General del Estado retratan un año por debajo de las expectativas en Asturias, si bien hay un factor a tener en cuenta: el nefasto ritmo inversor que el Estado mantuvo en Asturias durante el primer semestre de 2018. A 31 de junio apenas había agotado un 17,7% de los fondos, dato desvelado por EL COMERCIO y que ocasionó un terremoto político, al considerar «calamitoso» ese ritmo y «alarmantes» las consecuencias para la región.
Con el Ejecutivo de Pedro Sánchez ya manejando las riendas del Estado, en el segundo semestre mejoró la alegría inversora en la región, un 122% respecto a los meses anteriores. Hasta el 31 de junio se gastaron 39,6 millones, y de ahí hasta el final del año 87,9. Es cierto que los meses finales del año suelen ser siempre los de mayor gasto, pero también que el Gobierno socialista heredó unos departamentos donde tenía mucha tarea pendiente en lo que a inversión se refiere. Hubo arreón, pero no lo suficiente como para aprovechar los fondos prometidos.

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