domingo, 2 de junio de 2019

La Gente de Oviefo le echará en falta....

«Hice lo que tenía que hacer, metí la pata mil veces pero nunca metí la mano»


Roberto Sánchez Ramos, que deja el Ayuntamiento tra s casi tres décadas. / ALEX PIÑA
Roberto Sánchez Ramos, que deja el Ayuntamiento tra s casi tres décadas. / ALEX PIÑA

Edil durante veintiocho años, deja la política activa afirmando que fue, durante el mandato, «un enemigo a batir» por la derecha

JUAN CARLOS ABAD OVIEDO.
Roberto Sánchez Ramos (Grado, 1953) deja la política activa tras veintiocho años como concejal del Ayuntamiento de Oviedo. Los últimos cuatro al frente de la Concejalía de Cultura. Única experiencia de gobierno que define como «muy positiva» pese a las visicitudes y altibajos de una coalición a tres que por momentos parecía rota y que ha acabado tras el 26-M con Izquierda Unida fuera del Ayuntamiento. No se arredra pese al revés. Afirma que volvería a repetir la experiencia fiel a sus ideas de izquierdas en una entrevista concedida en una céntrica terraza y donde será interrumpido varias veces por anónimos y conocidos que se acercan a saludar. En la mesa de al lado se llega a sentar, por un momento, Cristina Coto, líder de Vox Oviedo que, ironías, sí que lo hará en el Pleno. Amable también saluda Juan Vázquez, por dos veces.
-¿Cómo valora los cuatro años de gobierno?
-Como muy positivos. Hemos gobernado en las peores condiciones desde el año 1979 para la democracia municipal. Con más de 100 millones de deudas acumuladas por el PP, con leyes restrictivas también del PP, del señor Montoro, con las que el objetivo fundamental de los presupuestos municipales no eran los ciudadanos sino devolver la deuda a los bancos. Y tercero, todos los concejales de este gobierno marchamos con una mano delante y otra detrás.
LA SOF «El PP nos denunció por su propio chiringuito, para que desapareciera. No lo consiguió» SAN MATEO «Me proponen que recorte o que privatice las actividades y no, sacamos las fiestas adelante» IZQUIERDA UNIDA «Para volver necesitamos organización, gente, ideas y ganas todo ello lo reúne Izquierda Unida»
-¿Antes no se marchaban así?
-Para más información ver juzgados de Oviedo.
-Ha tenido que gestionar la disolución de la SOF.
-No, he tenido que solucionar un chiringuito ilegal que tenía el PP. Cuando ellos pierden el gobierno lo primero que denuncian es su propio chiringuito tratando de provocar que deshiciésemos la SOF. Se equivocaron: la SOF continúa con los trabajadores acogidos en el Ayuntamiento y espero que salgan las plazas a oferta pública como manda la Constitución.
-Lleva veintiocho años de concejal, tan solo cuatro de gobierno.
-Los veinticuatro restantes en las entrañas del monstruo, como decía José Martí. Lo conozco perfectamente. Sé perfectamente a lo que huele.
-¿Y no le deja una sensación agridulce cómo ha acabado?
-No, marcho feliz por dos cosas. Porque hice lo que tenía que hacer, metí la pata mil veces pero nunca metí la mano y siempre combatí desde el frente donde estábamos los perdedores.
-Toda esa gente que ha ido a llorar al grupo...
-Más allá del voto, porque el voto está muy condicionado por elementos psicológicos como el voto útil, para gente como Iván (Álvarez), Cristina (Pontón), Antona (Luengo), Alejandra (Matallanas), la gente que está allí recibiendo eso, es el mayor regalo que un cargo público puede recibir. Otros se hacen millonarios con la política, nosotros tenemos esas lágrimas que te comprometen.
-Wenceslao López dice que prefiere votos a la suerte.
-Wenceslao es muy pragmático y nosotros también. Pero si no recibes votos y recibes lágrimas las prefiero a los escupitajos.
-Su concejalía ha estado en el foco del desgaste del tripartito. Quizás la mayoría de las críticas han sido por su gestión.
-Porque yo era un enemigo a batir. Tuve que deshacer un cártel de la cultura ligado a una facción del PP y no me lo perdonaron. Por cierto, de la existencia de ese cártel sabía más gente: la que más insultó desde el lumpen del cártel no va en la candidatura municipal. En todo caso, a un concejal que no lo ponga a parir un cártel es que está haciendo concesiones a la derecha.
-¿Qué les ha quedado por hacer?
-Muchísimo. Hay un programa a medio plazo con La Vega, el antiguo hospital, faltan infraestructuras culturales en los barrios, falta un recinto ferial para un municipio que se dedica casi exclusivamente a los servicios. Es más, la fábrica de La Vega le puede salir a Oviedo por menos de la mitad de lo que le costó Villa Magadalena. Siento que no haya salido a tiempo.
-Aparte de su papel, ¿el de IU durante el mandato ha quedado oscurecido?
-Yo tenía cuatro actuaciones todos los días, a mí se me criticó por la derecha por hacer cuatro actividades en un día y esas cuatro llenas, incluido un partido de fútbol del Oviedo.
-El día a día.
-Fue un trabajo muy serio donde estuvimos siempre soldando el gobierno de coalición. Los soldadores seguramente no son los que se llevan los hitos de las grandes obras pero lo volveríamos a hacer. Era una experiencia única después del año 36, el último de coalición con comunistas, socialistas y republicanos. A aquellos los mataron a todos. A nosotros nos han dejado sin votos, pero seguiremos.
-¿Cómo se rearma un partido fuera de la institución?
-Con cuatro cosas: organización, gente, ideas y ganas. Izquierda Unida reúne todo eso. Si no estamos en la institución estaremos en las calles con la gente para tener objetivos tan sanos como volver.
-Parece que les preocupa más lo que pasa en Venezuela o en Cuba y que Somos o Podemos les ganan en la calle.
-Yo me afilié al Partido Comunista el uno del uno del 74 en un portal a oscuras en Avilés, cuando me dieron el carné. Viví los asesinatos de Franco, viví las expectativas del 77, la hostia del 82, viví a Felipe González y la OTAN de entrada 'no' que después fue la OTAN hasta atrás. Vengo de ahí, a los que venimos de muy atrás no nos tiemblan las manos.
-¿Y qué les dice a los jóvenes que acamparon el 15-M?
-Que el 15-M fue explosivo y extraordinario pero que hay que saber que antes de las tiendas de campaña existían las cárceles franquistas.
-Otra cosa imposible, el tripartito sin pleitos, por las calles, por ejemplo.
-veintiún calles, veintiún pleitos. ¿Quén nos denuncia? El PP, un partido constitucional, dicen, y Falange Española de las JONS. Ciertas empresa de comunicación alientan todo eso y provocan insultos, anónimos: 'te vamos a matar hijo de puta', insultos permanentes en estas calles del centro. Bien, a mí no me asustan.
-¿Cómo vivió en lo personal el San Mateo del año pasado?
-Lo paso mal en todos los espectáculos. La ley de contratos entra en vigor en el mismo momento en el que tengo trescientos que firmar y se me dice que privatice las fiestas o que recorte actividades. Yo no vengo aquí a privatizar nada. Sacamos las fiestas adelante. Los mejores San Mateos de la historia. Sin comentarios.
-¿Cómo están los de 2019?
-Prácticamente acabados, todo el diseño hecho a falta de los papeles. El trabajo va a quedar ahí cumpliendo nuestro compromiso hasta el último día.
-Hará autocrítica.
-Muchísima. Soy un culo y cabeza inquieta pero no tengo los elementos de análisis ahora mismo y me gusta programar colectivamente y hacer las autocríticas de igual modo.
-¿Seguirá trabajando?
-Yo ahora me dedicaré a cavilar.

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