Desescalada | El Principado pide pasar a la fase 3, pero dará marcha atrás si aparecen «brotes incontrolados»
Illa desdice a Ábalos y asegura ahora que no habrá viajes entre comunidades en la nueva etapa, como defiende el Gobierno asturiano
Ya es oficial: el Gobierno del Principado pidió ayer al Ejecutivo central pasar a la fase 3 de la desescalada a partir del lunes, 8 de junio. Una etapa que, si recibe luz verde, se prolongaría durante dos semanas. Exactamente hasta el domingo día 21. La última antes de alcanzar la «nueva normalidad». Eso sí, el Gobierno de Barbón advirtió de que está dispuesto a dar marcha atrás y «pedir que se suspenda el cambio de etapa si en los próximos días existe algún indicio de brote incontrolado».
El Ejecutivo autonómico tomó finalmente la decisión de avanzar en la desescalada tras analizar la evolución de la epidemia con los informes aportados por el Servicio de Vigilancia Epidemiológica de la Dirección General de Salud Pública y tras recibir «con preocupación los datos de los últimos días». Fundamentalmente, los brotes registrados en dos residencias de mayores: el Instituto Gerontológico Astur -conocido como El Carmen-, en Gijón, y la residencia Santa Teresa, en Oviedo. El primero, con 19 positivos detectados (quince residentes y cuatro trabajadores) y el segundo, con cuatro (tres residentes y una trabajadora).
Con ellos sobre la mesa, ha pesado más la ágil «reacción de la Consejería de Salud», que «ha sido rápida en la detección precoz de los casos, en la intervención en las residencias afectadas y en el estudio de los contactos de los casos identificados».
Además, «se ha considerado positiva la no existencia de transmisión comunitaria de virus en el momento actual y que los casos existentes están localizados en puntos muy concretos del entorno sociosanitario», explicaron desde el Ejecutivo regional, dispuesto, no obstante, a revocar su petición «si los datos empeoran».
Y, así, avisan de que «en el supuesto de que, en los próximos días, antes de que se publique (en principio, el sábado) la resolución que determine qué provincias pasan a la fase 3, hubiese algún dato de transmisión comunitaria no controlada, el Principado solicitará con carácter de urgencia que se suspenda el cambio».
Las consignas son «rigor y prudencia máximos», por lo que, además de «extremar las medidas de protección en los entornos sanitarios y sociosanitarios», el Principado es también contrario a que se permita la movilidad entre comunidades en fase 3, una posibilidad anunciada el lunes por el ministro Ábalos.
Sin embargo, una frase del ministro de Sanidad provocó ayer el desconcierto en Moncloa, en el Ministerio de Transportes y en un sector turístico que fiaba a la posibilidad de recuperar algo de sus maltrechas finanzas a poder recibir a los primeros turistas nacionales ya la próxima semana.
«Dentro de la fase 3 los presidentes autonómicos tienen potestad para flexibilizar las restricciones de movilidad si sus territorios están en esta última etapa. Pero no será hasta la nueva normalidad cuando se produzca movilidad entre comunidades autónomas», afirmó Salvador Illa, desmintiendo 24 horas después a su propio compañero de gabinete José Luis Ábalos, quien había afirmado el lunes que el Gobierno estudia la posibilidad de permitir los viajes lúdicos entre las provincias y las comunidades que alcanzaran la última fase del plan de desescalada este 8 de junio.
«Se puede establecer la movilidad dentro de una misma comunidad autónoma o entre comunidades autónomas que estén en la misma fase», fue la frase exacta -ahora desmentida por Illa- del titular de Transportes, y que había abierto las puertas a viajes a segundas residencias y, sobre todo, había dado el plácet al turismo nacional de alrededor de 22 millones de españoles (un 47% de la población del país), que iban a poder comenzar a moverse por amplias zonas del territorio nacional a partir de la semana próxima.
El nuevo horizonte dibujado por Illa retrasaría esos viajes de ocio o turismo hasta el 21 de junio, el día que concluirán las prórrogas del estado de alarma. A pesar del desmentido de Illa, fuentes del Gobierno apuntaron a este periódico que la decisión sobre la movilidad entre comunidades no está tomada oficialmente y que todavía sería posible que el lunes se autoricen estos desplazamientos.
Asturias, por cierto, se aleja de sus vecinos del Norte en su intención de restringir los viajes, porque ayer el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, respaldó la petición de vascos y gallegos de permitirlos.
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