Desescalada | Barbón limitará la fase 3 y plantea que los grupos sean como máximo de 15 personas
El Principado también estudia «medidas mucho más restrictivas en las residencias», pero abre la puerta a la movilidad con Galicia y Cantabria
«Vale más prevenir que lamentar». Adrián Barbón tiró ayer de refranero para defender que, aunque Asturias pase a la fase 3 de la desescalada el lunes, el Gobierno del Principado pondrá limites a esta nueva etapa, planteando medidas «mucho más restrictivas» que las recomendadas por el propio Ministerio de Sanidad.
El presidente del Principado detalló, por ejemplo, que el Ejecutivo que preside planea aumentar las restricciones en las residencias de mayores, entre ellas «las limitaciones de las visitas», tras registrarse brotes en centros de Gijón y Oviedo. O que, por ejemplo, estudia «la limitación de los grupos a un máximo de quince personas todavía durante un tiempo» y no alcanzar aún el tope de veinte que propone el Gobierno central.
Pero es que, además, Barbón podría aprovechar el hecho de que serán las comunidades las que piloten esta nueva fase de la desescalada para restringir la entrada a Asturias de viajeros procedentes de otras comunidades. «Deberíamos analizar con mucha cautela la movilidad. Tendría que ser algo muy pautado y hecho con mucha prudencia», defendió, al tiempo que reconoció que le «preocupan» las llegadas desde zonas que pueden entrar en fase 2 como Madrid, «muy peligrosas», pero que sí podría «abrirse un diálogo para ir reestableciendo la comunicación con comunidades limítrofes en fase 3. Concretamente, con Galicia y Cantabria». Y, en cualquier caso, advirtió de que «esto no es Eurovisión»: «Si de aquí al lunes surge un brote, no me va a temblar el pulso para pedir que nos quedemos en la fase 2». Porque, según el jefe del Ejecutivo, «se está bajando la guardia y la gente se está confiando en exceso».
Por el momento, las cartas de todas las comunidades ya están sobre la mesa y dicen en el Ministerio Sanidad que, en casi todos los casos, ofreces buenos datos. Así, el departamento que dirige Salvador Illa, salvo rebrotes de última hora, tiene previsto dar el visto bueno a la inmensa mayoría de las peticiones de las autonomías para avanzar de fase la próxima semana, bien al escalón 2, bien al último peldaño del plan de la desescalada. En conjunto, el 80% de la población española (unos 37 millones de personas) se examina en esta nueva convocatoria semanal hacia la 'nueva normalidad', cuyos resultados se darán a conocer hoy o mañana.
Los especialistas del equipo que lidera Fernando Simón no tienen dudas sobre los candidatos a pasar a la fase 2. El lunes, si nada se tuerce, todo el país habrá dicho adiós al escalón 1 y el territorio nacional se moverá entre la fase 2 y 3. Sanidad tiene previsto dar luz verde a la progresión el 8 de junio de las zonas más rezagadas: la Comunidad de Madrid, Barcelona y su área metropolitana, el área sanitaria de Lleida y Castilla y León (excepto El Bierzo).
El otro grupo de aspirantes son los territorios que piden pasar a la fase 3. Un escalón en el que los diferentes gobiernos autonómicos pasarán a dirigir en solitario la desescalada y el acceso a la 'nueva normalidad', y en el que el Gobierno sigue estudiando si permitir la movilidad entre las diferentes comunidades que ya hayan llegado al último peldaño.
Las zonas que han pedido avanzar a ese último estadio son las once comunidades completas de Asturias, Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Cantabria, Extremadura, Murcia, Navarra, País Vasco y La Rioja, además de Melilla; Cuenca y Guadalajara en Castilla-La Mancha, y en Cataluña las áreas del Camp de Tarragona, Terres de l'Ebre y Alt Pirineu.
Los rebrotes en localidades en territorios que aspiran a la fase 3 está siendo valorada todavía por los epidemiólogos de Sanidad para determinar si, a pesar de estos repuntes, las provincias completas pueden avanzar o es necesario hacer permanecer a ciertos territorios en fase 2 al menos durante una semana más.
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