El Ayuntamiento de Oviedo destinará 160.000 euros del Bulevar de Santullano a definir el uso de La Vega
Contratará la redacción de un plan especial para estudiar si dedica la antigua fábrica a un recinto ferial o un polo de investigación biosanitaria
Otro cambio de guion. El Ayuntamiento ha incluido en las nuevas líneas de actuación con cargo a los fondos europeos Edusi (Estrategias de Desarrollo Urbano Integrado y Sostenible) concedidos al proyecto 'Conectando Oviedo 2016', el diseño de un plan especial para definir los usos futuros de la clausurada fábrica de armas de La Vega. En concreto, 160.000 euros a ejecutar a partir de 2022 de los 10,6 millones con los que cuenta el Consistorio para la reforma de la entrada a la ciudad por la antigua A-66.
El cambio es sustancial con respecto a la anterior versión del plan de implementación de los fondos europeos. La fábrica de armas aparece ahora desgajada del resto de actuaciones en elementos patrimoniales contemplados en el proyecto. En las previsiones de gasto previas aparecía junto con la iglesia de San Julián de Los Prados que, por su parte, cuenta también ahora con apartado propio y 250.000 euros reservados para su protección.
Al hacerlo así, según indicó el concejal de Economía, Javier Cuesta, las actuaciones ganan en concreción. En cuanto a La Vega, se considera que el estudio determinará «las primeras fases» para el desarrollo de «una operación de futuro». «Por lo tanto, su prioridad es máxima y se desarrollará en los primeros momentos del plan por un tiempo limitado», reza el documento.
El proyecto se llevará a cabo en dos fases. La definición de los usos se plantea a través de un proceso participativo, mientras que la consolidación posterior se fijará con la redacción de un documento rector que «permita el despliegue en fases posteriores».
La justificación para definir los usos de La Vega, aun sin contar con la propiedad de las 12 hectáreas o sin haber llegado a un acuerdo con el Estado para su usufructo, es que Oviedo cuenta con dos áreas de oportunidad en desuso, El Cristo-Buenavista (por su parte y con su propio plan en marcha) y la propia fábrica. Ambos, son elementos «capaces de albergar nuevos usos dinamizadores a escala metropolitana y urbana, pero también equipamientos y dotaciones de barrio».
Todo eso hay que encajarlo en los EDUSI y lo tendrá que aprobar el Ministerio de Hacienda. El Consistorio lo resuelve argumentando que «la regeneración del ámbito» repercutirá directamente en el aumento de la calidad de vida de los barrios en los que se ubica y que, al mismo tiempo, se lograrán revalorizar los elementos que forman parte el patrimonio histórico de la ciudad, «especialmente el patrimonio industrial».
Así, el Ayuntamiento baraja que el futuro de los usos de La Vega tenga en cuentan los estudios previos y todas las posibilidades publicadas en los últimos tiempos. Recuerda en la memoria que en el predio se ha valorado instalar un recinto ferial, un mercado de productores agropecuarios, diferentes dotaciones para actividades de investigación e innovación orientadas al ámbito biosanitario, espacios para centros cívicos y el desarrollo de actividades ciudadanas, y para el desarrollo de servicios sociales, de actividades creativas y culturales. Además, actividad museística -como la instalación del archivo municipal o una pinacoteca municipal- y otros usos que «exigen grandes espacios» de los que Oviedo carece: «Existen demandas para locales con necesidades muy concretas de amplios espacios en zonas donde no se generen molestias para el desarrollo de eventos musicales o para la creación de locales de ensayo», indica.
Nave de Cañones
No aparece en todo el documento en el que se detallan las líneas de actuación, tanto del Bulevar de Santullano como en la propia para la definición de los usos de la fábrica de La Vega, alusión alguna a la polémica propuesta de desviar el tráfico por la nave de cañones de Ildefonso Sánchez del Río.
Y, sin embargo, con la afinación de los proyectos que ha realizado el equipo de gobierno, el rediseño de la entrada a Oviedo ha sido remitido ya a Hacienda. Para el nuevo bulevar, esbozado en una asistencia técnica en noviembre y adelantado por este diario, lo que se plantea es ajustar la financiación a las fases del nuevo proyecto. El Ayuntamiento pretende obtener financiación europea para las tres fases 'factibles': la sustitución de la glorieta de la Cruz Roja por una gran raqueta de distribución; el parque lineal paralelo al Bulevar, y la glorieta de Ángel Cañedo, donde está previsto desmantelar el actual puente.
Al margen de la financiación quedaría, entonces, el desvío de la calzada por el taller de cañones. Una nave que ahora también forma parte del germen de un nuevo plan especial.
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