Arrodillados....
Europa pretende imponer una caída del PIB del 6% en España en los test de estrés
La Autoridad Bancaria Europea (EBA) pretende establecer un escenario adverso en los test de estrés muy duro para la banca española, quecontempla una caída del PIB de nuestro país del 6% en tres años, según fuentes conocedoras de la situación. Esta pretensión ha hecho saltar todas las alarmas en el Gobierno, el Banco de España y el sector. Por un lado, están negociando con la EBA para tratar de suavizar este escenario y, por otro, han lanzado una campaña en la que distintos portavoces claman contra "escenarios que no tienen ninguna probabilidad de ocurrir". El temor está justificado, porque un escenario así puede provocar una cascada de suspensos en nuestro sector financiero.
Las fuentes consultadas explican que "Europa quiere que el escenario adverso sea durísimo para la banca española" y que dicho escenario será distinto en cada país para atender sus peculiaridades concretas. Desde las autoridades comunitarias, esto se justifica porque el BCE tiene que conocer con gran precisión las posibles debilidades de las entidades que va a supervisar en noviembre y un test de estrés sólo tiene sentido si efectivamente asume un escenario muy adverso. Asimismo, la realidad ha superado los escenarios de estrés de los anteriores ejercicios, luego esta vez este tiene que ser más duro. Desde nuestro país, se considera que se trata de una estratagema para conseguir que suspendan artificialmente varias entidades españolas y cubrir así el suspenso merecido de bancos alemanes, franceses a italianos. Asimismo, se considera que fijar escenarios distintos para cada país supone un agravio comparativo intolerable.
A favor de este argumento se encuentra que los test realizados en España porOliver Wyman en 2012 planteaban un escenario aún más adverso, de una caída del PIB del 6,5% entre 2012 y 2014. "Después de superar un escenario así, no pueden pretender que pasemos por otro igual; sería imposible que ocurrieran dos catástrofes consecutivas de esa magnitud", protestan en una entidad. Este es un argumento que se repite prácticamente en todos los bancos que van a someterse al examen: "El test de estrés ya ha ocurrido en España, no puede pasar nada peor de lo que ha pasado en realidad en nuestra economía", sostienen en otro de ellos.
De Guindos y Dragui. (Reuters)
De ahí que se haya extendido un mantra en las autoridades y el sector: "El ejercicio debe ser duro pero plausible" (sic). Así lo dijo hace dos semanas en público el propio gobernador del Banco de España, Luis Linde, para quien "lo importante es que lo que se dice que puede ocurrir sea posible, no que tenga posibilidad cero. Si es así, la banca española lo superará con tranquilidad, aunque puede haber algún caso no muy importante que tenga problemas". "En general el sector afronta los test con tranquilidad, siempre que el escenario sea severo pero realista", reiteró posteriormente.
Este argumento fue reiterado hasta la saciedad por los representantes de las principales entidades del país la semana pasada en el Encuentro Financiero que organiza anualmente Deloitte. Por ejemplo, José María Méndez, director general de CECA, solicitó que los test "deben poner de manifiesto las peculiaridades del ciclo español en su escenario, tiene que reconocer el esfuerzo que ya se ha hecho". Es decir, que se tengan en cuenta las dotaciones ya realizadas.
Negociación para suavizar el escenario
Sin embargo, estas declaraciones no han causado el efecto esperado en la EBA o el BCE, según las fuentes consultadas. De ahí que se haya pasado de las palabras a los hechos y que tanto Economía como el Banco de España estén negociando con las autoridades europeas para tratar de suavizar este escenario. Pero a la espera del resultado de estas negociaciones, las autoridades han empezado a preparar al sector por lo que pueda pasar.
El subgobernador Fernando Restoy, tradicionalmente mucho más duro en sus advertencias públicas al sector, lanzó en los citados encuentros todo un aviso a navegantes: ""Ante esta evolución esperada del marco regulatorio y supervisor, y con independencia de que sea previsible que el ejercicio de evaluación en curso resulte, en general, satisfactorio, es evidente que las entidades españolas no deben desaprovechar oportunidad alguna para reforzar su posición de recursos propios, ya sea mediante ganancias de eficiencia, retención de beneficios o mediante nuevas emisiones en los mercados de valores, a medida que la mejora observada en las condiciones financieras vaya consolidándose".
Fernando Restoy. (Efe)
Temor a que no se tengan en cuenta todas las provisiones
Asimismo, señaló que el paso de la supervisión nacional a la del BCE impondrá en España un modelo más europeo en el que lo importante son las ratios de capital y las provisiones –en que se basa la supervisión actual– quedan en un lugar secundario. Ello abona los temores a que el colchón de provisiones de la banca española no amortigüe en exceso las necesidades de capital, como teme la CECA. Tampoco hay que olvidar que el BCE no ha admitido una actualización de la valoración del ladrillo que realizó Oliver Wyman y ha exigido una nueva, como adelantó El Confidencial, lo que puede agravar todavía más las cosas.
Si finalmente se confirma este escenario tan duro –que tendrá implicaciones similares en tasa de paro y de morosidad–, y más si encima no se da demasiada importancia a las provisiones, las fuentes consultadas dan por hecho que tendremos varios suspensos entre las entidades más pequeñas de las que van a pasar a ser supervisadas por el BCE y las que se han quedado más justas de capital tras el rescate. El nombre más repetido esLiberbank, que va a anticiparse con una ampliación de 500 millones. InclusoIbercaja ha contratado a Deutsche Bank para evaluar su situación. Otro nombre muy citado es Cajamar. Pero en un escenario así, el número de suspensos se puede incrementar notablemente.
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