PEOR ESCENARIO PARA LA 'SCUDERIA' DESDE 2005
El miedo de Ferrari a 'vivir arrodillado' en su propia casa, Monza
“Esperamos tener un fin de semana digno antes de afrontar el resto de la temporada sobre pistas a las que nuestro coche debería adaptarse mejor”. El director técnico de Ferrari, James Allison, pasó de puntillas ante los micrófonos esta semana para describir la situación en la que los coches rojos afrontan su particular ‘derbi’, el partido más especial de la temporada. “Esta es una de las carreras más difíciles del año”, reconoció también este jueves Fernando Alonso. En el horizonte se divisa el GP de Italia más complicado para Ferrari desde 2005 -cuando Schumacher sólo pudo ser décimo- con una idea más próxima a salvar los muebles que la de lograr un buen resultado. En cuyo caso, sobre el papel, podría tildarse de épico porque la superioridad de Mercedes, Williams y Red Bull –por este orden- va a ser latente.
¿Se imaginan a un coche rojo siendo doblado en Monza? Este año, Kimi Raikkonen ya ha sufrido esa situación en dos ocasiones. En casa, ese disgusto se multiplicaría por 100 debido al simbolismo que esta carrera representa para los italianos, el equipo y sus pilotos. Como decía Allison, tener “un fin de semana digno” pasa porque este caso no suceda.
Sin llegar a ser una goleada por 1-7 en el Mundial de tu país, tener una mala carrera para la Scuderia en Monza supondrá también aflorar un sentimiento contradictorio, de rabia, resignación y frustración por ‘caer’ en una cita así. En su cita. El orgullo que representa el escudo del Cavallino Rampante se transforma en pasión, con las consecuencias que conlleva. Es una responsabilidad que dispara las emociones.
Por eso el año pasado Vettel señaló que era “bonito ganar a los de rojo” en ese escenario; y por eso también reconoció en 2011 que “sería bonito ganar aquí de rojo”. Sensaciones a flor de piel que mostraron a un desenfadado Fernando Alonso el pasado año haciéndose un ‘selfie’ con la afición que invadía la pista, o coger la campaña anterior una cámara de televisión para enfocar a su público, el protagonista en la ceremonia del podio. Todo lo que ocurra y que involucre al rojo es especial en Monza.
Escribiendo la historia y la leyenda de Monza en rojo
Del recuerdo ya forman parte carreras como la de 2010, en la que Alonso se subió a lo más alto en su primera cita con Ferrari, las cinco victorias que halogrado Michael Schumacher con un mono del equipo de Maranello, el“milagroso” –como lo califica la propia Ferrari- gran doblete de 1988 conGerhard Berger (1) y Michele Alboreto (2) –sacaron más de medio minuto al tercero- o el de 1979 con Jody Scheckter (1) y Gilles Villeneuve (2), también está el increíble podio del ídolo Mario Andretti en 1982, cuando Monza se llenó con 150.000 espectadores, o la primera vez -en 1951- que llegó gracias a las manos de Alberto Ascari.
Fernando Alonso siempre que ha corrido de rojo ha finalizado bebiendo champán en el podio de Monza. En este 2014 “va a ser complicado repetir” y, en un principio, sería una hazaña. Qué no haría el asturiano si volviera a subir ahí arriba… Pero ese cuadro, a día de hoy, es muy complejo de dibujar. Tanto que se utilizó tiempo de los entrenamientos libres de Spa (y, por consiguiente, de la temporada 2015) para realizar pruebas de cara a Monza. La armadura que han preparado para el F14-T es agresiva y está diseñada para terminar con “dignidad” la carrera. Prefiere morir de pie que vivir arrodillado. Porque este fin de semana no vale sólo sumar el máximo número de puntos posibles, el campeonato no es la mayor preocupación. Existen otros miedos.
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