PSOE e IU comienzan a negociar los presupuestos con los impuestos como línea roja
Los socialistas y la coalición han mantenido un primer contacto informal y quieren presentar una oferta que seduzca a Podemos // Llamazares dice que serán "inamovibles" en los relativo a garantizar una recaudación suficiente para la administración autonómica
LUNES 02 DE NOVIEMBRE DE 2015
Garantizar los ingresos de la administración autonómica para poder cubrir las políticas sociales. Es el punto crucial para el primer acuerdo entre PSOE e IU a la hora de elaborar la propuesta de presupuestos regionales para 2016 que el Ejecutivo autonómico deberá llevar a la Junta General en las próximas semanas. Ya se han producido los primeros contactos informales, poco más que un mero "intercambio de papeles", según explicó el portavoz de IU en la cámara Gaspar Llamazares quien destacó además que enn varias preguntas parlamentarias ya se han perfilado claramente cuáles son las líneas maestras de su grupo para lograr un acuerdo.
"Lo que no vamos a ver bien es que haya anuncios de rebajas o supresiones de impuestos que sirvan al final para recortar políticas sociales. Tenemos una política de ingresos muy restringida a la que hay que sumar además la cuerda al cuello que nos impone la administración central con el margen de déficit. Nosotros estamos dispuestosa ver qué hacer con los ingresos a medio plazo, que haya una fiscalidad realmente progresiva y que no se reduzca la recaudación porque eso repercute en el estado del bienestar y para nosotros eso es inamovible", explicó Llamazares.
Durante el breve periodo que llevamos de legislatura ya se han producido varios debates en el parlamento asturiano sobre impuestos autonómicos. Es una constante de los grupos conservadores, PP y Foro, la de reclamar al menos una rebaja del tramo autonómico del impuesto de hidrocarburos --el conocido como céntimo sanitario-- y también respecto a porcentaje que se cobra en Asturias en el impuesto de sucesiones. En todos los casos, las iniciativas conservadoras fueron rechazadas por la cámara.
Gaspar Llamazares destacó que una prioridad fundamental del nuevo presupuesto debería ser "el mantenimiento del salario social, es una iniciativa que partió de IU y de la que estamos muy orgullosos porque además creo que explica por qué la pobreza relativa en Asturia es menor, cuando hay economistas que lo atribuyen al índice de precios". El salario social de Asturias tiene el índice de cobertura más alto entre las comunidades autómonas del régimen general y es el tercero del Estado, detrás del País Vasco y Navarra. Está previsto que alcance el año próximo un gasto de 100 millones de euros y, según la Consejería de Bienestar Social, beneficia a alrededor de 39.000 personas en el Principado.
"Un segundo pilar deben ser la consolidación y mejora de los servicios públicos y lo tenemos muy difícil porque las transferencias del estado difícilmenet garantizan al 100% la sanidad y la educación", destacó Llamazares quien insistió, en este sentido, en la importancia de garantizar los ingresos del Principado evitando rebajas impositivas. También destacó que serán "muy beligerantes" respecto a las políticas de empleo y recuperación económica "y aquí tenemos muy poco margen pero hay que intentar agotarlo"; y añadió que en cuento a infraestructuras su grupo reclamará que se centren en sostenibilidad e Investigación y Desarrollo "pero que no se confunda el I+D con dar servicios a empresas como ya ha ocurrido".
Bloqueo y prórroga
Este primer contacto informal entre PSOE e IU debería ayudar a que la propuesta que llegue a la cámara cuando la presente el Gobierno tenga, al menos, desde el primer momento el respaldo de dos grupos de la cámara. Pero el reparto de escaños en esta legislatura no pone fácil que pueda lograrse el número de votos necesario para evitar una prórroga. La pasada legislatura, el ejecutivo de Javier Fernández aprobó sus primeras cuentas con el apoyo de IU y UPyD con quienes había firmado un pacto que se rompió al no salir adelante la reforma de la ley electoral. Los siguientes presupuestos fueron prorrogados (se aprobaron para ellos unos créditos extraordinarios con el apoyo del PP) y las últimas cuentas fueron aprobadas conjuntamente por PSOE y PP. En la cámara actual hay seis grupos, el PP ya ha descartado que pueda llegar a ningún acuerdo con el ejecutivo socialista, una actitud similar a la de Foro, y aunque los 3 diputados de Ciudadanos llegaran a sumarse al pacto no se sumaría el número suficiente de votos. Los 9 escaños de Podemos Asturies serán fundamentales y la formación morada mantiene un enfrentamiento muy áspero con el PSOE.
En ese primer contacto informal con los socialistas, Llamazares dice haber encontrado "una suerte de fatalismo o de resignación, de que no habrá mayoría suficiente para aprobar los presupuestos y no se puede darlo todo por perdido hasta el final". El portavoz de IU destacó que la negociación presupuestaria va a coincidir por primera vez con la campaña de unas elecciones generales y eso no pone las cosas fáciles parta llegar a un pacto amplio "si no hay responsabilidad y mucha altura de miras" y, pese a todo, destacó que los perjuicios de la prórroga son mucho mayores frente a cualquier hipotético beneficio electoral de forzar ese bloqueo.
"No tiene por qué haber esa resignación, lo que le vamos a decir al gobierno es que cree ese clima favorable al acuerdo de forma que nadie pueda eludirlo, y luego los habrá más cercanos y más lejanos", es todo caso, señaló Llamazares, los riesgos de la prórroga son para todos. "Primero se tiene que evitar porque se prorrogarían unos presupuestos conservadores, pactados con el PP, y que son unas cuentas de restricción por debajo del crecimiento de la economía así que eso iría a favor del estancamiento".
Pero además, podría tener consecuencias políticas. Al igual que la primera legislatura de Álvarez-Cascos terminó en apenas un año por su incapacidad para aprobar los presupuestos, Llamazares cree que una prórroga ahora abocaría también a una legislatura corta con elecciones anticipadas "y eso no se lo merecen los ciudadanos pero, además, es que terminará beneficiando al bipartidismo porque estamos en un contexto de reagrupamiento de la derecha y que hará que el PSOE vuelva a llamar al voto útil. Sin acuerdo, lo que les diremos a los ciudadanos es que el pluralismo no garantiza la gobernabilidad".
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