miércoles, 2 de noviembre de 2016

El debatido Impuesto de Sucesiones...

El nuevo Gobierno no sólo va a modificar la tributación de las sicav, para lo que sus propietarios llevan meses preparándose, sino muy probablemente también la del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Existe un convencimiento general de que se va a fijar un mínimo estatal para homogeneizar el tributo en las diferentes autonomías, del que la más perjudicada será Madrid, que ofrece actualmente una exención del 99%. Ante esta posibilidad, en los últimos meses se ha producido una avalancha de donaciones en vida en la comunidad que preside Cristina Cifuentes.


El cambio que cuenta con más probabilidades consistiría en fijar un suelo para el tipo de este impuesto que iguale por abajo los que se aplican actualmente en las diferentes comunidades, que podría situarse entre el 5% y el 11%. Esto supondría una rebaja en la mayoría de los casos, salvo en Madrid, donde cualquier tributación implicaría una subida. A cambio se establecería un mínimo exento elevado -se habla de un millón de euros- que deje fuera a la mayoría de las herencias, de modo que este impuesto afecte exclusivamente a los altos patrimonios.
Fachada de la sede de la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol. (EFE)
Fachada de la sede de la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol. (EFE)
Y estos se han puesto en guardia ante esta eventualidad. La reacción más habitual ha sido adelantar la herencia mediante una donación en vida que aproveche la exención todavía vigente y que deje solucionado el asunto para que los herederos no tengan que pagar nada cuando fallezca el actual propietario de los bienes. "Las notarías en Madrid no dan abasto con la cantidad de donaciones que se están tramitando", asegura Miguel Ángel Albadalejo, socio de fiscalidad de la consultora RSM.

Exigencia de Ciudadanos

Hay que recordar que Ciudadanos intentó eliminar la exención en la comunidad madrileña en 2015, ya que la formación naranja tiene como uno de sus principios la igualdad de todas las autonomías, como consecuencia de su origen como oposición al independentismo en Cataluña. Esto se traslada al ámbito fiscal en que todos los contribuyentes paguen lo mismo a las arcas públicas independientemente de su lugar de residencia, aunque en este caso perjudique a Madrid. El Ejecutivo de Cifuentes (en Madrid, el PP gobierna gracias al apoyo del partido de Albert Rivera) lo impidió.
Pero Ciudadanos perseveró e incluyó en el punto quinto de sus exigencias para apoyar la investidura de Mariano Rajoy la armonización de la fiscalidad de las distintas comunidades autónomas, incluyendo Sucesiones y Donaciones, aparte del brindis al sol de la revisión de la amnistía fiscal. Por tanto, si el PP quiere mantener el apoyo actual de Rivera durante la legislatura, no tendrá más remedio que pasar por el aro.
Albert Rivera saluda a Mariano Rajoy en la sesión de investidura. (Reuters)
Albert Rivera saluda a Mariano Rajoy en la sesión de investidura. (Reuters)

El cambio, en enero como muy pronto

Cuestión distinta es cuándo se aplicará este cambio. A priori, parece que no debería ser la mayor prioridad del nuevo Ejecutivo después de 10 meses sin poder aprobar leyes y más cuando la recaudación de este tributo es muy pequeña. Pero en el mundillo fiscal la percepción es muy distinta: al tratarse de medidas con un gran componente demagógico -"subir impuestos a los ricos"- y de imagen, es muy probable que los cambios fiscales se adopten de inmediato. Además, Ciudadanos tiene que ganar votos a la izquierda del PP para no ser fagocitado por él, y quiere aprovechar la crisis del PSOE para ello. El cambio de las sicav se da por descontado, y probablemente el de Sucesiones no tarde demasiado en seguirle.
Si esto se confirma, ¿de qué fecha estamos hablando? En ese punto aparecen dificultades que pueden dar un cierto margen a los interesados para aprovechar la bonificación actual. Imponer estos mínimos en Sucesiones requiere modificar una Ley Orgánica, para lo que se necesitan dos tercios del Congreso. Algo que parece complicado en la situación actual, salvo que los grupos de oposición voten a favor y lo presenten como una iniciativa de izquierdas para acabar con el 'chollo' de la derecha en Madrid. Otra alternativa es crear un nuevo impuesto estatal que ceda la recaudación a las autonomías y que sustituya al actual.
En cualquiera de los dos casos, los expertos consideran que no podrá entrar en vigor la supresión de la exención madrileña hasta enero como muy pronto. Lo cual tampoco es demasiado tiempo, por lo que aquellos que quieran beneficiarse de la situación actual deben darse prisa.

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