Del Páramo asume que la «patata caliente» del PGO será reducir el suelo urbanizable
El concejal de Urbanismo pretende que las promociones sujetas al nuevo plan incluyan un 30% para vivienda protegida
El Ayuntamiento de Oviedo ofertó la revisión del actual PGO por un millón de euros pensando en atraer a cuantos más estudios mejor, interesados en tratar de resolver las carencias del urbanismo de la ciudad y cambiarlo por otro más sostenible y adaptado a los tiempos. Sin embargo, al concurso público solamente se presentaron dos. Dos que ya habían trabajado en Asturias y conocían el 'matu' a desbrozar. Dos que propusieron una baja considerable. Los ganadores, García Oviedo, Fernández-Rañada y Tema 3 lograron la adjudicación por 650.00 euros.
El pliego de condiciones técnicas propone 18 objetivos particulares para la redacción de la revisión. Es en el tercero cuando, más allá de la retórica del «enfoque metropolitano» o de las comparaciones con otras ciudades que pusieron las luces largas aprovechando el auge del ladrillo, donde se celebrará una de las batallas en ese «espacio de conflicto» que son las ciudades para García Oviedo.
«Todo el mundo coincide en que la patata caliente son los suelos urbanizables. Cómo gestionar todo el suelo disponible para pensar un urbanismo en el que se priorice lo que le interesa al colectivo, a la sociedad. Que la ciudad crezca en ese sentido», explica Ignacio Fernández del Páramo. El concejal de Urbanismo que añade que incluso se plantean «algo que nunca se ha hecho como hacerla decrecer». Para ello, se abre la puerta a reclasificar aquellos suelos que en el periodo 2006-2015 no hayan iniciado tramitación y que no presenten «continuidad con el tejido urbano existente», según reza el pliego de la licitación.
En el mismo sentido, el PGO vigente concentra 10.500 viviendas de protección en 16 sectores en «zonas de menor atractivo por su lejanía con el centro de Oviedo» o «por su proximidad a infraestructuras viarias de alto tránsito». La futura revisión del PGO tendrá que caminar hacia una estrategia inclusiva, en lal que se establezca «al menos, el 30% de vivienda protegida en los nuevos ámbitos residenciales que se prevean».
Experto en batallas contra desmanes urbanísticos aparece Ramón Fernández-Rañada, reciente ganador del Premio de Urbanismo Español por su plan de protección de la costa asturiana. En anteriores conversaciones con EL COMERCIO, explicó que planteó la redacción de aquel documento como «un plan de lucha». Ahora, Fernández Rañada y García Oviedo se alistan para otra.
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