El prolongado deterioro de Telefónica en bolsa empieza a generar disensiones entre los accionistas más relevantes de la operadora. Además de los grandes fondos de inversión mundiales, que han ido reduciendo sus posiciones en el capital de la empresa española de telecomunicaciones, BBVA,propietario del 6,9% del capital y primer accionista individual, ha pedido explicaciones a José María Álvarez-Pallete, presidente del grupo, para saber qué iniciativas va a adoptar el equipo gestor con el objetivo de sacar a la cotización del nivel más bajo en 20 años.
Según han confirmado varias fuentes próximas a Telefónica, Carlos Torres, consejero delegado de BBVA, ha llamado en al menos dos ocasiones a Pallete para conocer su visión sobre lo que le está pasando a la compañía en bolsa. El designado como futuro presidente del banco con sede en Bilbao por Francisco González se ha puesto en contacto con el primer ejecutivo de la multinacional de las telecomunicaciones para preguntar los motivos de la dura caída del valor —17,76% en lo que va de año— y conocer de primera mano qué se puede hacer para invertir la tendencia.
Las llamadas, sobre las que fuentes oficiales de BBVA rechazan hacer comentarios, se han producido fuera del que sería el circuito habitual, es decir, el consejo de administración, donde BBVA está representado a través de José María Abril, que a su vez es vicepresidente, e Ignacio Moreno. Una forma de no verbalizar por la vía oficial las dudas sobre la estrategia adoptada por Pallete y su plan para reconducir la cotización.
Desde que Pallete fue nombrado presidente en lugar de Alierta, la acción se ha depreciado un 35%
Desde que Pallete fue nombrado presidente en lugar de César Alierta, la acción se ha depreciado un 35%, lo que supone haber perdido algo más de 15.000 millones de valor bursátil. Además, los inversores han visto reducir a la mitad su remuneración a través del cobro de dividendos. Dos de los más afectados han sido precisamente BBVA y la Fundación Bancaria la Caixa —que, junto con el paquete que ya poseía CaixaBank, tiene más del 6% del capital—. Ambos acumulan fuertes pérdidas por esta inversión.
En principio, tanto Francisco González, aún presidente del banco vasco, e Isidre Fainé, el jefe del conglomerado industrial de la antigua caja catalana, respaldan a Pallete en público. Especialmente porque Fainé se siente en deuda con el presidente de Telefónica, uno de los pocos ejecutivos de Madrid que le abrazaron cuando la tensión política en Cataluña y la venta de Abertis le generaron grietas profundas con el Gobierno de Mariano Rajoy. Pero las llamadas de Carlos Torres, en pleno proceso de sucesión de González, se consideran un nuevo escenario en las relaciones con BBVA.
Fuentes de BBVA explican que la errática actitud de Telefónica "no preocupa, pero sí ocupa"
El segundo mayor banco de España ya tuvo que provisionar 1.123 millones de euros el pasado año contra resultados por la caída en bolsa de Telefónica, tendencia que se ha acentuado este año. Gracias al cambio de las normas internacionales de contabilidad, BBVA no tendrá que cargar otra vez otro deterioro contra su beneficio, pero sí deberá de hacerlo contra su patrimonio. Lo mismo le ocurre a CaixaBank, que ha estado comprando más de un 1% del capital de la operadora para frenar el descenso.
Fuentes de BBVA explican que el errático comportamiento de Telefónica "no preocupa, pero sí ocupa". Y añaden que la situación de su principal inversión financiera es similar a la de otras compañías del sector de las telecomunicaciones, que están sufriendo la presión regulatoria y la aparición de otras empresas de comunicaciones que se han convertido en la preferencia de los usuarios.
Las quejas de presidente
Un mensaje similar al que envió Pallete la semana pasada en unas conferencias en la Universidad de Deusto y muy parecido a la explicación que dio a los accionistas en la junta general celebrada en junio. En ese acto, el presidente de Telefónica indicó que los analistas confian en la operadora, a la que dan un valor objetivo de 10 euros por acción, por su apuesta digital. Pero lejos de acercarse a ese precio, la cotización ha perdido casi un 12% desde ese encuentro con los propietarios de la sociedad. El presidente cree que la acción no recoge el verdadero valor intrínseco de la compañía.
Fuentes próximas al consejo admiten la inquietud por la cotización y la preocupación por la intervención de BBVA, un toque de atención poco habitual, pero que revela que los tiempos han cambiado y que los grandes accionistas dejan de ser actores pasivos en la gestión. Desde un importante fondo de inversión con base en Londres, también se preguntan por la capacidad del actual equipo gestor de salir de la actual coyuntura. Sobre todo porque tanto el presidente como el consejero delegado llevan más de 20 años en el grupo.
Ante este escenario, Pallete ha tomado las riendas de la dirección de Relaciones con Inversores y ya se ha reunido con brókeres de Estados Unjidos para explicar los esfuerzos en la reducción de deuda y la nueva estrategia por países de Telefónica. Unos argumentos que el presidente quiere explicar con detalle en un próximo Día del Inversor con más de 200 analistas de todo el mundo para despejar la nube negra que sobrevuela la cotización.
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