viernes, 2 de noviembre de 2018

Vuelven los problemas de Rafa....

Nadal y su asignatura pendiente: El final de temporada

Hace 20 horas

Rafa Nadal es uno de los mejores tenistas de la historia, los números así lo atestiguan. Pero si hay algo que por lo general le ha traído por la calle de la amargura a lo largo de toda su carrera, han sido los finales de temporada. Los problemas físicos han marcado su presencia en París-Bercy y las ATP Finals y el 2018 no será ajeno, con su baja en el último Masters 1.000 

Nueve torneos ha podido disputar Rafa Nadal esta curso, más que nunca marcado por las lesiones contabilizando hasta tres problemas físicos, que le obligaron a abandonar en dos Grand Slams, los cuartos del Open de Australia y las semifinales del US Open. Primero el psoas en su partido ante Cilic en Melbourne, posteriormente la rodilla en el duelo ante Del Potro en Flushing Meadows y por último el abdominal que mantiene en vilo sus aspiraciones de poder luchar por el título en su primera Copa de Maestros.

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El propio Nadal explicaba que parecía imposible que con tan poca actividad hubiera podido mantenerse en el número uno, aunque su memorable temporada de tierra batida, no por habitual pasa por ser extraordinario el nivel que muestra siempre sobre el polvo de ladrillo, con títulos en Montecarlo, Barcelona, Roma y Roland Garros, unido a la reconquista de Toronto en una final donde superó al sorprendente Stefanos Tsitsipas, han hecho posible aguantar el empuje de Novak Djokovic. El serbio ha sido un ciclón desde Wimbledon y finalmente la baja de Rafa en París, le deja como número uno del mundo por primera vez en dos años.
Por desgracia para el manacorí, la situación de llegar al final del año con el desgaste físico de la temporada en forma de lesiones, no es nueva para él. Es más, es un panorama muy recurrente con el que ha tenido que lidiar en numerosas ocasiones, salvando cada una de ellas, cuando le campaña volvía a ponerse nuevamente en marcha. Su primera ausencia en las ATP Finals se produjo en el año de su explosión como tenista, 2005. La victoria en Roland Garros le catapultaba al ojo mediático y su épica remontada en la final del Masters de Madrid ante Ivan Ljublicic hacía la delicias de los aficionados, pero su lesión de rodilla hacía aparición y retrasaba el estreno en la Copa de Maestros.
La medalla de oro olímpica en 2008, fue lo más destacado de un año, en el que los problemas volvieron a reproducirse en el final de la temporada. El físico le obligaba a retirarse ante Davydenko en el Masters de París-Bercy y provocó una nueva ausencia en las ATP Finals, un torneo al que llegaría por primera vez a la final en 2010. Su presencia en Londres vino precedida de una nueva renuncia a estar presente en el último Masters 1.000 del año por prescripción médica.
Rafa Nadal, en el torneo de Wimbledon 2012
Rafa Nadal, en el torneo de Wimbledon 2012Imago
Pero ha sido a partir del curso 2012, cuando Nadal ha sufrido en mayor medida el desgaste físico. En el año de su defensa del título olímpico, Rafa tuvo que renunciar a participar en los Juegos, y dejó en blanco todo el final de campaña, una ausencia de siete meses de la que volvió en 2013 ganando la friolera de diez títulos, perdiendo únicamente siete partidos durante toda la temporada. En París-Bercy llegó a semifinales y en Londres fue superado nuevamente en la gran final, en esta ocasión por Djokovic en dos sets (3-6y 4-6).
Como si de una maldición en los años pares se tratase, 2014 volvió a traer problemas para el final de temporada de Nadal. Regresaba a Basilea tras diez años de ausencia pero caía en cuartos de final contra todo pronóstico ante Borna Coric. Finalmente renunciaría a seguir jugando teniendo que ser operado de apendicitis. Curiosamente, su año más difícil mentalmente hablando, el 2015, le trajo un buen final, con unos cuartos en París y las semifinales en Londres, que le sirvieron para remontar el vuelo en el curso donde la cabeza le pesó más que los problemas físicos.
En 2016 fue la muñeca izquierda la que impidió a Nadal estar en Francia y en Gran Bretaña. Tras el oro olímpico en dobles y caer en segunda ronda del Masters 1.000 de Shanghái ante Viktor Troicki anunciaba que no iba a competir más durante el año para poder recuperarse del todo y vaya si lo hizo. Su regreso, junto al de Federer, fue lo mejor en 2017 aunque la rodilla no le iba a permitir acabar con buenas sensaciones. Nuevamente tenía que retirarse en París-Bercy, sin poder disputar los cuartos de final ante Filip Krajinovic, y llegaba con pinzas a Londres por sus problemas, que únicamente le permitían disputar un partido en el O2 Arena ante David Goffin, que acabaría con derrota y abandono posterior.
Rafael Nadal ATP Masters Paris
Rafael Nadal ATP Masters ParisGetty Images
Su baja en París, esta vez por un problema abdominal, pone en duda su presencia en Londres, después de que Nadal ni confirmara ni desmintiera el hecho de que pudiera estar listo para la última gran cita del año. El físico mandará sobre todo lo demás, como ha imperado en las dos últimas temporadas y como muestra la necesidad de dosificación y no forzar de la que ha hecho gala en 2018. Solamente nueve torneos, pero de donde ha sacado cinco títulos. Cuando ha estado sano ha mostrado su mejor nivel y eso seguirá intentando a su 32 años, porque el manacorí siempre ha hecho bueno el dicho que dice que “lo que no te mata te hace más fuerte”.

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