Un grupo inversor ultima un acuerdo para la compra del balneario de Las Caldas El Comercio.
La sociedad pretende relanzar el establecimiento termal y de salud a través de su división hotelera | La liquidación del Grupo Ceyd allana la venta de las acciones de este en la sociedad propietaria de Las Caldas Villa Termal
El balneario de Las Caldas está a punto de cambiar de manos y tomar un nuevo rumbo tras una década de convulsiones societarias que han lastrado la gestión del complejo termal. Según ha podido confirmar este diario, un grupo inversor, con una potente división hotelera, ultima un acuerdo con los acreedores para tomar casi el 60% de la sociedad Balneario de Caldas de Oviedo, la empresa promotora, propietaria y gestora de Las Caldas Villa Termal que pertenece aún hoy mayoritariamente al Grupo Ceyd, en liquidación.
La venta, que se espera cerrar este mismo mes, permitiría al complejo hotelero y termal soltar amarras y dar un gran salto adelante después de seis años de incertidumbres. Además, daría acceso al establecimiento a nuevos canales de comercialización y reservas y a explotar sinergias dentro de un grupo del mismo sector.
La situación de Las Caldas Villa Termal es compleja desde el punto de vista societario. El establecimiento es propiedad en un 57,1% de Grupo Ceyd, que a su vez es accionista mayoritario de Ceyd SA; la constructora del grupo, que también se encuentra en liquidación. Como tal, Grupo Ceyd tiene un derecho preferente sobre otro 42,2% de los títulos de Balneario de Caldas de Oviedo, que son propiedad de la constructora. Un embrollo de concursos, visitas a los juzgados de lo Mercantil e incertidumbres al que podrá fin la venta del paquete accionarial.
La primera parte del complejo -El Gran Hotel, de cinco estrellas, y el balneario- abrió sus puertas en marzo de 2008. En diciembre de 2010, un nuevo hotel -Enclave-, añadió otras 91 habitaciones con cuatro estrellas, y seis meses más tarde entraron en servicio el complejo lúdico-termal Aquaxana y el instituto Vida Sana.
Una inversión, en total, que superó los 40 millones de euros entre la adquisición a la familia Álvarez-Buylla del enclave histórico, la cuidadosa restauración de la casa de baños construida por Manuel Reguera y Ventura Rodríguez en el siglo XVIII y las nuevas instalaciones. Una esfuerzo que la crisis desatada tras la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers apenas seis meses después de la apertura del Gran Hotel, casi se lleva por delante. El impacto de la recesión se dejó sentir en el ritmo de las obras y aplazó la apertura del segundo hotel y los nuevos equipamientos hasta 2011, mientras la constructora Ceyd daba muestras de agotamiento. En 2013, la propia sociedad Balneario de Caldas de Oviedo tuvo que acogerse a un concurso y regular empleo para reducir gastos después de no poder atender un vencimiento de su deuda.
Un año después, la sociedad abandonaba la tutela del Juzgado de lo Mercantil Número 2 de los de Oviedo, pero su situación financiera no había cambiado en lo sustancial. La empresa debía (y debe) alrededor de 40 millones de euros. Lo que había cambiado era la actitud de los acreedores. Toda la estructura de Ceyd y sus filiales se desmoronaba. Un empujón más y el sindicato de bancos que lideraba el Popular habría obtenido un cadáver. El banco gallego, además, tenía ya la mala cara. El beneficio caía un 70% y su polémico presidente, Ángel Ron, iniciaba una huida hacia delante que acabaría con los accionistas arruinados y la entidad en manos del Santander por el precio de un euro. Los números eran tan malos en aquel 2014, que el banco aceptó una espera de cinco años sin cobrar.
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Un respiro
El acuerdo dio un respiro al balneario que, recalcan fuentes de la plantilla, funciona con completa normalidad desde entonces. El flujo de caja permite pagar nóminas, proveedores y servicios y atender los vencimientos de los intereses con completa normalidad. Un remanso de paz, un baño de aguas termales, en medio de la quiebra de su casa matriz, Grupo Ceyd. Es precisamente, en la liquidación de este, donde ha aparecido un comprador para el establecimiento, que mantiene, pese a la crisis, una cifra de negocio superior a los 5,2 millones de euros anuales.
El comprador negocia ahora con el Popular, ahora en manos del Santander, la adquisición del paquete accionarial de Grupo Ceyd en la sociedad del balneario. En total, la casa matriz puso sus acciones del Balneario de Caldas de Oviedo como garantías reales de préstamos y pólizas de crédito por importe de cerca de 26 millones de euros. Principalmente, se trata de tres cuentas de crédito con las que Grupo Ceyd financió las obras del complejo entre 2007 y 2009. Entre las tres, con vencimiento común en enero de 2034, suman más de 21 millones de obligaciones. En cualquier caso, el acuerdo pasa por una importante quita de esas cantidades para formalizar el traspaso de la propiedad.
Será una llegada silenciosa. Los nuevos inversores adquirirán el balneario y el complejo termal sin comprar la sociedad que los promovió y gestiona, sino a través de la adquisición del paquete accionarial de su casa matriz. También será un alivio. Los últimos cinco años, con Grupo Ceyd primero en concurso y luego en liquidación, las inversiones en el complejo han sido mínimas, al igual que la promoción comercial del establecimiento, fundamental para poder captar eventos o viajes de incentivos. «Para un negocio como este es fundamental», explica una fuente de la plantilla, «hemos trabajado mucho y muy bien estos años, pero el hotel siempre ha estado por debajo de su potencial que es mucho», dice esperanzado.
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