Sobre la mesa. El Grupo Municipal Socialista solicitará que la aprobación del plan económico financiero quede fuera del orden del día del Pleno extraordinario de hoy porque cree que «se pueden salvar inversiones». Lo asegura tras haber detectado «circunstancias que podrían tener un impacto presupuestario importante tanto en este ejercicio como en el siguiente en beneficio del municipio» si se rehacen las cuentas.
Según pudo saber este diario, la alerta saltó tras el estudio que los concejales socialistas realizaron sobre el ajuste necesario para cuadrar las cuentas de un presupuesto que se aprobó en déficit e incumpliendo la regla de gasto el pasado marzo. El anterior equipo de gobierno dejó realizado el trabajo, a falta de su aprobación, pero ha sido la coalición PP y Ciudadanos quien finalmente ha acometido el recorte de 32 millones de euros para meter en la cintura de Hacienda el presupuesto municipal.
Así, con las severas dudas acerca de la idoneidad del documento, los socialistas solicitarán aplazar la votación para «su revisión» y para pedir «nuevos informes técnicos por parte de los trabajadores municipales» en la creencia de que el recorte, que se eleva hasta 31,1 millones de euros en el capítulo de inversiones, podría tener un encaje menos doloso para las previsiones del municipio.
El presupuesto aprobado incumple la regla de gasto por 14,5 millones de euros y la estabilidad presupuestaria, con un déficit entre ingresos y gastos de 12,6 millones de euros. El documento que hoy se apresta a aprobar el Pleno, salvo que los socialistas convenzan a sus compañeros de Corporación, limitará el radio de acción de este y el próximo año en más de un sentido. No solo limitará el gasto, sino que, dado que los planes económicos financieros no pueden ser modificados, supone una suerte de blindaje para los exiguos programas o inversiones que pasarían el corte -unos 10 millones de euros- que sobrevivan a los imprescindibles recortes forzados por la normativa estatal.
Remanente
Javier Cuesta, el concejal de Economía. rehusó de utilizar la herramienta que el tripartito empleaba para 'saltarse' las restricciones al gasto municipal. Aprobaba las cuentas por encima de la regla de gasto, confeccionaba el ajuste e, inmediatamente después, disponía para inversiones financieramente sostenibles el remanente de tesorería de ejercicios anteriores. Cuesta no lo hará. Renuncia, así, a 52 millones de euros en pos de la ortodoxia presupuestaria. A 48, en verdad, porque empleará, según avanzó cuando presentó el recorte, cuatro millones de euros a reducir la deuda del Ayuntamiento. Una negativa que desde la oposición se considera como «un doble recorte» al no disponer de activos para obras que están ya en trámite.
La estimación de la liquidación a final de 2019 que ha recalculado Economía deja las cuentas municipales en 232 millones agregados tras sumar los 12,3 destinados a la Fundación Municipal de Cultura (FMC) por los 265 millones que calculó Rubén Rosón.
La tijera pasa, de puntillas, pero lo hace también, en gasto de personal (730.000 euros), bienes y servicios (220.000) y transferencias corrientes (350.000). Un recorte de 1,3 millones que redondea el grueso de la no disposición del crédito en inversiones. El achique deja sin apenas margen a las concejalías de Infraestructuras y Urbanismo, confiando en que al «normalizar» el presupuesto, el actual equipo de gobierno pueda presentar las previsiones el 1 de enero de 2020 como prometió en campaña. El Bulevar de Santullano, la muralla medieval o el pabellón de baloncesto quedaron, con el recorte, fuera del presupuesto.
Desde la filas socialistas, sin embargo, confían en que el plan económico financiero no se discuta hoy en el Pleno.