REDACCIÓN
La Asturias de hoy poco se parece a la Asturias de finales del siglo XIX. Ha cambiado su paisaje con la construcción de infraestructuras, la fisonomía de sus ciudades y pueblos, su economía y, por ende, la forma de vivir de sus habitantes. ¿Cuántas personas vivían en la región allá por 1877? ¿Cuáles eran los municipios más poblados entonces? ¿Qué concejos han perdido más población? ¿Cuáles han ganado vecinos en este poco más de un siglo? La web populate.tools ha presentado un trabajo en el que analiza el pasado y futuro de la población española y analiza los padrones más antiguos que se registran por municipios. Buceando en los datos de la provincia asturiana se sacan conclusiones como que la región tenía 18 municipios en el ranking de los 100 más grandes del país o que Asturias era en aquella época la tercera provincia más grande de España.
A día de hoy, una de las preocupaciones de los dirigentes políticos regionales y locales es la sangría demográfica que está sufriendo nuestra comunidad autónoma de unos años a esta parte que amenaza con bajar del millón de habitantes. Lo cierto es que la población actual todavía es casi el doble de la que había en Asturias en 1877. En concreto, la región contaba entonces con una población de derecho de 576.352 habitantes, una cifra que casi llegó a duplicarse en la década de los ochenta y que el censo de 2011 cifraba en 1.075.183 habitantes. El caso es que mientras que a finales del siglo XIX, Asturias era la tercera provincia más grande de España, pese al crecimiento, en 2011 había caído hasta el puesto número trece.
Tampoco se parece en nada la concentración de la población que se daba en 1877 y la que hay actualmente. Según el análisis pormenorizado publicado por populate.tools, de los 100 municipios más grandes de esa época, más de la mitad estaban entre Galicia y Asturias, que contaba con 18 en ese ranking. Pero¿cuáles eran esos concejos más poblados de la región en aquella época? Por supuesto, Oviedo y Gijón lo encabezaban con 34.944 y 30.746 habitantes respectivamente, pero a continuación estaban concejos del occidente y del oriente de Asturias. Así, Valdés (23.944), Cangas del Narcea (23.202), Tineo (22.939), Siero (21.808), Villaviciosa (21.147), Grao (20.604), Piloña (20.456) o Llanes (19.805) eran los municipios más pujantes de la comunidad, lejos de la situación de despoblación que padecen los de las alas de la región en este comienzo del siglo XXI. De hecho, el porcentaje de pérdida de población en ellos oscila entre el 40 y el 60 por ciento, de forma que, según el censo de 2011, Valdés tenía 13.064 habitantes (-45,44%), Cangas del Narcea 14.088 habitantes (-39,28%), Tineo 10.647 (-53,59%) y Piloña 7.794 (-61,90%), como ejemplos.
Esa población que perdían los concejos del oriente y del occidente, más la que llegó de otras comunidades autónomas durante las primeras décadas del siglo XX atraídos por la creciente industria siderúrgica y minera, se fue concentrando en los municipios del centro de la región haciendo crecer a las ciudades, así como a otros concejos que albergaban las fabricas y las minas. Gijón ha sido el concejo que más ha crecido en este siglo largo, pasando de tener 30.746 habitantes a los 276.969 que registró en 2011 (+800%), seguido de Avilés, con un incremento de habitantes del 784% al pasar de los 9.385 vecinos a los 82.938 de 2011, año este último en el que ya había perdido población. En el caso de Oviedo, pasó de tener 34.944 habitantes a contabilizar 225.005 (+543,90%). Mieres y Langreo, pese a la población que ya han perdido, registraban en 2011 incrementos de población por encima del 200 por ciento respecto a 1877, cuando cada uno de estos municipios no llegaba ni a los 13.000 vecinos. Aumentos del entorno del 300 por ciento ha sufrido concejos como Corvera o Castrillón desde finales del siglo XIX. Si entonces contabilizaban 3.895 y 5826 habitantes, respectivamente, en 2011 la cifra de vecinos era de 16.199 y 22.938 habitantes en ellos.
Esos son algunos de los concejos que han ganado población en los 134 años que separan los censos de 1877 y de 2011. La otra realidad es la de la Asturias que en el transcurso de esos años se ha ido quedando vaciada, municipios que han perdido entre el 50 y el 80 por ciento de su población. La población de Taramundi, concretamente, ha descendido un 80 por ciento, pasando de 3.705 a 741 vecinos; Allande pasó de tener 8.386 habitantes a 1.946 en 2011 (-76,79%); Belmonte de Miranda, de 7.837 a 1.723 habitantes (-78%); Pesoz, de 1.153 a 191 (-83,43%); Ponga, de 3.802 a 688 (-81,90%). Los factores laborales han tenido mucho que ver en los cambios de población que ha tenido Asturias desde finales del siglo XIX. Si bien antes la agricultura y la ganadería era el medio de vida de la mayoría de los habitantes de la región, que residían en gran medida en las alas, esa tendencia fue cambiando al instalarse en la zona centro una pujante industria. Hoy por hoy, esa tendencia de pasar del medio rural a la ciudad ha derivado en una segunda fase que es dejar la ciudad en pro de la gran ciudad, lo que para Asturias supone perder habitantes que buscan nuevas oportunidades laborales en otras comunidades autónomas o, incluso, en otros países.
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