Las negociaciones fallidas para el Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos han generado una brecha entre la dirección del partido morado y las fuerzas aliadas dentro del grupo confederal, desde los que piden autocrítica y una reflexión sobre la hoja de ruta a seguir ahora, como es el caso de la confluencia catalana En Comú Podem, hasta los que abiertamente plantean aceptar un acuerdo programático, apoyando desde fuera siguiendo la vía portuguesa, como Izquierda Unida y Anticapitalistas. Desde la dirección de Podemos se rechaza a día de hoy un acuerdo sin cogobierno, como planteaba el pasado viernes el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, en plena resaca de la investidura, aduciendo que ese modelo fue el que se ensayó tras la moción de censura y fracasó debido a la inestabilidad, al tener que convocar elecciones tras el rechazo del Congreso a los Presupuestos, y a los "incumplimientos" del pacto presupuestario firmado entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Desde la dirección de Podemos defienden que tienen "máximo respeto" a las opiniones de sus aliados dentro del grupo confederal, reconociendo los distintos "matices" que ya se expresaron horas antes de la segunda votación de investidura, durante la reunión de la mesa política en la que se sientan, además de los representantes del partido morado, los portavoces de las confluencias catalana y gallega, de IU, el PCE y el diputado de Equo. En esta cita previa a la última jornada de la sesión de investidura, se plantearon argumentos favorables tanto para el sí a Sánchez como para el no y la abstención.
Finalmente, se impuso la abstención para evitar que se rompiese la disciplina de voto en una decisión tan trascendental como la investidura. Sin embargo, las discrepancias dibujaron un clima interno del que horas después daba cuenta el posicionamiento público de la comisión colegiada de IU, reclamando a sus socios aceptar un pacto programático "aun en el supuesto de que no existiera acuerdo para constituir un Gobierno de coalición con el PSOE, con el fin de evitar una nueva repetición electoral".
Este lunes, el portavoz de los 'comuns', Joan Mena, apelaba a realizar "autocrítica", reconociendo que la investidura fallida suponía "un fracaso colectivo del conjunto de las izquierdas", y mandaba un mensaje velado a la dirección de Podemos: "No podemos agotar la paciencia de la ciudadanía, tenemos la responsabilidad de ponernos de acuerdo". En la misma línea, el portavoz en el Congreso de En Comú Podem, Jaume Asens, hablaba el pasado jueves en una entrevista en TV3 de "día triste" y "fracaso", por lo que "primero de todo quería pedir disculpas". Tras ello, aseguraba que ahora "nos toca autocrítica", aunque no dejaba de descargar responsabilidades sobre Pedro Sánchez, al tratarse del "candidato al que le correspondía llegar a acuerdos".
El sector anticapitalista del partido, que ha relanzado el proceso para superar Podemos con otro proyecto político, y cuya máxima exponente es la coordinadora del partido en Andalucía, Teresa Rodríguez, siempre defendió seguir la vía portuguesa para no subordinarse a los socialistas y este lunes volvía a incidir en esta opción una vez fracasadas las negociaciones. A través de un comunicado titulado 'Cambiar la orientación. No repetir errores. Construir alternativa', se critica que "Unidas Podemos ha cometido errores muy importantes en su intento de entrar por la puerta de servicio en un Gobierno", pero también que el PSOE "ha chantajeado a la izquierda y ha prometido al electorado en las campañas lo que luego no ha cumplido".
Con la convicción de que "entrar en un Gobierno liderado por el PSOE es atarse de pies y manos a un partido que ha demostrado que lo que realmente hace es descafeinar los deseos de cambio populares", los anticapitalistas apuestan como salida "negociar desde la izquierda un acuerdo programático de investidura". La izquierda, añaden, "necesita independencia política para trazar un camino propio con capacidad de condicionar la acción gubernamental e impulsar una alternativa propia de futuro". Lo contrario, esto es, "seguir insistiendo en una táctica fallida, seguir con la mente puesta en un acuerdo sobre la formación de un Gobierno mediante el reparto de ministerios", concluyen que "sería incurrir de nuevo en una estrategia fracasada y nociva para la mayoría social y desde luego para el propio futuro de la izquierda política".
La dirección de Podemos, sin embargo, no está dispuesta a tirar todavía la toalla o, al menos, esperará antes a que mueva ficha el PSOE. Que se retrate. Si apuesta por mirar a su izquierda o por hacerlo a su derecha, insistiendo en llegar a un acuerdo con Ciudadanos o PP. Se intenta evitar que cale la estrategia de Mariano Rajoy, adoptada por Pedro Sánchez, de esperar y dejar que los demás se cuezan en su propia salsa. De hecho, los socialistas celebraron la vía abierta por IU para presionar a Podemos.
"De momento estamos esperando a que el partido mayoritario haga lo que se supone que tiene que hacer, que es buscar apoyos y tomar la iniciativa. Si no pasa en los próximos días, estudiaremos la situación", explicaba el diputado y secretario de Acción de Gobierno, Pablo Echenique, este lunes a los medios en los pasillos del Congreso. El responsable del equipo negociador de Unidas Podemos reconocía que desde la investidura no habían tenido contactos con los socialistas, y ante "su plan de buscar el apoyo de Ciudadanos o PP, dos fuerzas que han pactado con Vox", decía esperar que Sánchez "rectifique" para priorizar un Gobierno de coalición progresista, "que es lo que quiere la mayoría de españoles".
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