miércoles, 24 de julio de 2019

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Benjamin Netanyahu bate el récord de Ben Gurion

Actualizado 
El mandatario se convierte en el primer ministro más longevo de la historia de Israel, con 13 años y 128 días en el cargo
Benjamin Netanyahu y David Ben Gurion. AFP / REUTERS
Quizá el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu (69 años) no logre formar Gobierno tras los comicios del 17 de septiembre repitiendo su fracaso tras la cita del pasado 9 de abril. Quizá no pueda eludir el juicio por fraude, soborno y abuso de confianza en la audiencia en octubre con el fiscal general Avijai Mandelblit. Pero lo que ya es seguro un logro que parecía utópico en Israel: estar más tiempo en el cargo que David Ben Gurion. Con 13 años y 128 días, BB (Bibi) ha superado hoy a BG que, despojado del récord, tiene como premio de consuelo seguir siendo el hombre más decisivo en los 71 años de historia del país.
"Aunque Bibi se suba a una escalera nunca llegará a la altura de mi abuelo que, como es sabido, era bajito. Mi abuelo construyó el país", reivindica Yariv Ben Eliezer. El nieto de Ben Gurion admite que no es objetivo en la comparación pero su mirada crítica sobre el arte de supervivencia política de Netanyahu es compartida por muchos. "Bibi es un maestro de la retórica y no tiene frenos morales en el sentido que te puede decir algo de forma convincente y poco después todo lo contrario", comenta a la emisora militar sobre el líder conservador que tras ganar a Simón Peres en el 96 se convirtió en el primer ministro más joven (46). En el 99 fue derrotado por el laborista Ehud Barak. Diez años después, volvió para quedarse y ahora aspira a formar su quinto Gobierno. Escenario inimaginable para quien hace 31 años ingresó en la política como meteoro lanzado desde el atril de la ONU, donde como embajador exhibió su fenomenal habilidad retórica en inglés y hebreo.
El mago político ha logrado hacer desaparecer el récord del estadista. Tras declarar la independencia de Israel haciendo caso omiso al temor de los suyos y el aviso estadounidense sobre el ataque de los países árabes, Ben Gurion lideró la victoria militar en el 48 y gobernó hasta inicios del 54 y desde noviembre del 55 hasta junio del 63. El legado de este judío nacido en Polonia está omnipresente en el campo social, económico, educativo y militar siendo clave en la creación de la central nuclear de Dimona, la relación Estado-religión, el acuerdo de reparaciones con Alemania Occidental tras el Holocausto, etc.
¿Cuál será el legado de Netanyahu? "Defendió el 'statu quo', no hizo guerras, no trajo la paz ni tomó decisiones históricas", responde el periodista Ben Caspit que escribió una biografía suya. Preguntado una vez sobre cómo quisiera ser recordado Netanyahu contestó: "Protector de Israel". "Hemos demostrado que podemos convertir Israel de ser un pequeño país en un esquina de Oriente Próximo a una fuerza central en todo el mundo", afirma en una entrevista en el diario Israel 'Hayom'.
Netanyahu presume de "la fuerza económica, militar y tecnológica de Israel" y repite que "sin ser fuertes no sobreviviríamos en esta región". Su acercamiento a los países árabes no le ha obligado a pagar el peaje exigido durante décadas: el acuerdo con los palestinos. "La dirección es inversa. Las relaciones con los árabes son más fuertes que nunca. De allí quizá lleguemos a un acuerdo con los palestinos. Ya nadie se cree que todos los problemas de la zona son resultado del problema palestino", opina sobre una alianza oficiosa basada en el enemigo común iraní.
Sus seguidores recuerdan tanto el récord de desempleo y prosperidad económica como la línea directa con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y sobre todo de EEUU, Donald Trump. Sus detractores denuncian que la solución de dos Estados ha quedado prácticamente enterrada en la última década y critican su actuación personal (supuesta corrupción motivada por la obsesión de una favorable cobertura informativa y la costumbre, junto a su esposa Sara, de recibir caros regalos) y política (deslegitimación de la izquierda, ataques a los medios, división interna, desconfianza hacia los árabes-israelíes, ausencia de líneas rojas en campaña electoral y ahondamiento de la brecha con el amplio sector progresista de la comunidad judía estadounidense).
La izquierda lleva una década soñando con su marcha "para salvar la democracia". La derecha le apoya porque, sea o no ideólogo, evita retiradas y cree que es víctima de una persecución de la élite pero critica su contención ante el grupo islamista Hamas (Gaza). El liderazgo palestino le acusa de ser obstáculo para la paz basada en dos Estados y promotor de las colonias en el territorio ocupado en la guerra del 67.
Bajo una enorme ola de admiración, Ben Gurion tenía sus detractores entre los seguidores del líder revisionista Zeev Jabotinsky (como el padre de Bibi) y los judíos mizrajies que huyeron de las persecuciones en los países árabes y se sentían marginados por el 'establishment' ashkenazi.
Con estilos y visiones diferentes, Ben Gurion y Netanyahu coinciden en su pasión por la lectura, carisma, esposas dominantes (Pola y Sara) y escepticismo ante una solución con los palestinos. El líder del Likud prefiere administrar el conflicto antes de "arriesgarse" a solucionarlo. Mientras el capitalista Netanyahu es un político rico que posee dos casas en Cesarea y Jerusalén, el socialista Ben Gurion vivió desde el 53 en una austera residencia del Kibutz Sde Boker en el desierto del Néguev.
Netanyahu no tiene mucho tiempo para celebrar su simbólica victoria sobre uno de los líderes más importantes en la historia del judaísmo y sionismo. A la vuelta de la esquina, le espera un duro examen político (elecciones) y personal (posible juicio).
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