Es posible que, aquel día, un golpe de viento desequilibrase al pterosaurio mientras picoteaba el suelo en busca de alimento, junto a lo que antaño fue la orilla de un río, y una de sus patas se hundiese más que la otra sobre la arena. Sucedió hace más de 154 millones de años en un territorio que ahora se encuentra en los acantilados de Villar (Tazones), pero sus pisadas, «las más nítidas» que se han encontrado de esta especie jurásica de reptil volador «en todo el mundo», permiten a los expertos sacar numerosas conclusiones y profundizar en sus investigaciones sobre estos prehistóricos animales.
El equipo científico del Museo del Jurásico de Asturias (Muja), con la ayuda del helicóptero de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado, recuperó ayer una serie de bloques de arenisca jurásica con una gran cantidad de huellas de pterosaurio, y que se habían descubierto en los acantilados de Villar, en riesgo de sufrir algún «desprendimiento inminente» o rotura.
El valor de este yacimiento emocionó a los geólogos del Muja, quienes destacaron «el excelente estado de conservación» de estas huellas, en las que el tiempo no parece haber hecho mella.
Tras este operativo de rescate, en el que el helicóptero realizó cuatro viajes desde los acantilados para trasladar los bloques de arenisca hasta una finca cercana, la directora general de Patrimonio Cultural del Principado, Otilia Requejo, aseguró que estos yacimientos «enriquecen el patrimonio paleontológico asturiano».
Los bloques serán trasladados a las instalaciones del Muja, lo que permitirá, en palabras de Requejo, ampliar «una de las colecciones más importantes de terópodos y de huellas de dinosaurio del mundo». Junto a la directora general estuvo presente la concejala de Cultura de Villaviciosa, Lydia Espina.
Convivieron con dinosaurios
Laura Piñuela, geóloga del equipo de investigación del Muja, explicó que «estos reptiles voladores convivieron con los dinosaurios en el Jurásico», y dijo que «por la cantidad de las huellas, el tamaño de las mismas y el excelente estado de conservación, «el yacimiento es único en el mundo».
Su compañero del equipo científico, José Carlos García-Ramos, corroboró estas afirmaciones al asegurar que «se conserva perfectamente lo que serían las características morfológicas de estos reptiles, su comportamiento en el agua, la dinámica de movimiento y la manera de alimentarse, con picotazos en el suelo que todavía pueden verse».
Ahora estos bloques serán estudiados con mayor detenimiento, y esto permitirá a los expertos extraer «mucha información», como por ejemplo calcular el tamaño de estos animales. En la misma línea que su compañera, García-Ramos destacó que «por calidad de conservación, es el mejor yacimiento del mundo de huellas de pterosaurio», ya que sobre la piedra incluso pueden distinguirse «las impresiones de las escamas de piel».
Junto a estas huellas también ayer se extrajo otro bloque de arenisca con un rastro de un limúnido, conocido popularmente como cangrejo herradura.
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