Me parece que....van daos!!!!

Vox trata de abrir brecha en las cuencas mineras La ultraderecha, que no vive su mejor momento, trata de hacerse un hueco en comarcas de izquierdas con un discurso anti-migración y anti-agenda verde. Por Diego Díaz Alonso 2 noviembre 2023 Diego Díaz Alonso Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes. El primer acto público de Vox en Asturies fue en la campaña de las europeas de 2014. En un hotel de la zona alta de Oviedo/Uviéu y con un público con aspecto de educación en colegio privado. Casi una década después, la ultraderecha española sigue arrastrando dificultades para abandonar su zona de confort y salir disputar los barrios obreros. No obstante, y aunque con menos soltura que otras derechas radicales, como la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, también Vox trata de poner una pica en Flandes. Esta semana lo intentaron en la cuenca minera asturiana. ¿Es convincente Vox como partido de la clase trabajadora? El politólogo Guillermo Fernández, buen conocedor de las intimidades de Vox, señala a Kiko Méndez Monasterio como uno de los ideólogos de una estrategia que trata de presentar a Vox como un partido refugio para votantes de izquierdas descontentos con la agenda verde, feminista y multicultural. “La idea es que el PP y Vox se complementen, igual que hacen PSOE y Sumar, el PP con un votante más tradicional de derechas, y Vox con otros perfiles de derecha más radical, procedentes de la izquierda o del abstencionismo” apunta Fernández. En esa línea “obrerista” se inscribe el reciente intento de Vox por acaparar el foco informativo en la cuenca del Nalón con una rueda de prensa en Sotrondio. La excusa, protestar contra la acogida de 30 migrantes en el antiguo Colegio San José, centro que ya ha acogido con anterioridad a refugiados ucranianos. Carolina López, Sara Álvarez Rouco y Javier Jové, rodeados de algunos simpatizantes locales trataron de agitar la inseguridad y el miedo con un discurso que equiparaba migración con delincuencia. La convocatoria no obstante quedó deslucida por la concentración, bastante más numerosa, convocada por IU Nalón, para mostrar su apoyo a los africanos. La concentración, a pesar de haber sido hecha de un día para otro, logró reunir a unas 200 personas, vecinos de la comarca, sindicatos y colectivos antirracistas, e incluso el alcalde socialista de San Martín del Rey Aurelio. El relato de la solidaridad de las cuencas mineras se impuso en la mayoría de medios al discurso de la inseguridad de Vox. Es probable que el tiro terminara saliendo por la culata. Concentración de solidaridad con los migrantes. En busca del voto obrero Cierre de minas, fin de las térmicas, desindustrialización, nostalgia de tiempos mejores y un cierto sentimiento de abandono, parecen un caldo de cultivo perfecto para el crecimiento de la extrema derecha, tal y como ha pasado en otras partes de Europa y del mundo. Sin embargo, una cosa son las hipótesis, y otra la realidad. A pesar de que Vox logró por primera vez representación en 2023 en varios ayuntamientos mineros (Mieres, Llangréu, Aller y Llaviana), las cuencas, con sus hondas tradiciones de izquierdas y un tejido sociopolítico envejecido, pero real, siguen siendo un territorio difícil para la expansión de las derechas. En las generales de julio de 2023 PSOE y Sumar sumaron 46.533 votos frente a los 26.249 del PP y Vox. El partido de Feijóo fue el que en mayor medida capitalizó el buen momento del bloque derechista. Para la periodista y escritora Aitana Castaño, vecina de Llangréu, la ultraderecha pulsa en las cuencas teclas parecidas a las de “cualquier otro barrio obrero de España, pero se encuentra con una conciencia social mayor que en otros lados”. Tampoco a los los ultras les ha ido demasiado bien al otro lado de la Cordillera Cantábrica. En la cuenca leonesa, con una historia en muchos sentidos paralela a la de los vecinos valles asturianos, los principales ayuntamientos mineros siguen siendo bastiones de la izquierda. Vox de hecho se queda fuera de bastantes de ellos. Los perdedores de la agenda verde Guillermo Fernández señala que en lugares como La Robla afectados por la descarbonización, Vox trata de presentarse como el partido de “los perdedores de la agenda verde” impulsada por la izquierda. En este municipio leonés el partido de Abascal logró un respetable 15% de los votos en las elecciones municipales de 2023. También en el Suroccidente asturiano, otra zona de tradición minera, Vox ha hecho bandera contra el cierre de la térmica de Tineo. El partido duplicó su resultado en las ultimas elecciones, pasando de uno a dos concejales, si bien tanto en Tineo como en Cangues del Narcea, fue el PP el partido que capitalizó la fuerte bajada del PSOE. Una excepción en este sentido es Degaña, otro concejo de tradición minera, donde PSOE e IU conservan una sólida mayoría. Concentración de Vox en la térmica de Soto de la Barca. En opinión de Guillermo Fernández Vox sigue teniendo problemas para conectar con la clase trabajadora “en mayor medida que con agricultores y ganaderos”. A esta dificultad para desenvolverse en un medio que no es el suyo, añade que los de Abascal sufren “problemas internos graves y la hostilidad declarada de la mayoría de medios de derechas, empezando por Jiménez Losantos que les ha declarado una guerra abierta”. “Están por primera vez asuntados y con una sensación de acoso mediático”, explica el autor de “Qué hacer con la extrema derecha en Europa”. ¿Hay riesgo de desaparición? Guillermo Fernández considera que hay Vox para rato, pero con unos porcentajes de voto mucho menores: “el PP quiere barrerlos del mapa, pero no va a ser tan fácil”. etiquetasactualidad_cabeceraagenda verdeclase obreracuencas minerastemes_cabeceraUltraderechaVOX Artículo anterior La jornada laboral de 37 horas y media generará “más y mejor empleo”, señala un informe de CCOO Artículo siguiente El FICX también estará en el Niemeyer Actualidad Amor polos llibros, editoriales alternatives y fondu: abre la llibrería Matadero Uno n’Uviéu 3 noviembre 2023 Una concentración en Siero, prólogo a la manifestación por Palestina del sábado 3 noviembre 2023 Carmen Moriyón: zombis y renacidos en un gobierno Frankenstein 3 noviembre 2023