sábado, 18 de noviembre de 2023
C.F.LL....* No hay viento favorable para quién no conoce Rumbo *
Carlos Fernández Llaneza: «Oviedo tiene que ser un referente en el noroeste de España»
Hablamos con el portavoz socialista medio año después de las elecciones municipales en Uviéu para analizar los meses previos y el tiempo por venir.
Por
Xuan García Vijande
18 noviembre 2023
Carlos Llaneza en el Antiguo. | Foto: Alisa Guerrero
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Xuan García Vijande
Xuan García Vijande
Comunicador, barman, músico. Redactor musical en Cuarto y mitad.
Hablar con Carlos Fernández Llaneza es siempre una delicia. ¿Es socialista? Sí, pero, ante todo, es ovetense. Le es imposible no hablar de un concejo del pasado no porque lo añore, sino porque lo tiene siempre en la mente porque, según él, conocer esa ciudad histórica nos ayuda a saber quiénes somos y esto a centrar quiénes queremos ser. No sé si él o lo suyos tienen la solución pero, desde luego, tienen una receta. Suya es la decisión de decidir comprarla o no.
Lo que sigue a continuación es una transcripción de la conversación que mantuvimos en uno de los despachos del Grupo Municipal Socialista, editada únicamente para dotarla de coherencia y claridad textual.
Hace medio año de las elecciones, ¿cuál es tu análisis de este tiempo en la oposición?
Lo primero es destacar que lo que ofrecimos en su día, una oposición constructiva, es lo que hemos puesto en marcha estos meses. En frente tenemos un Gobierno municipal que amaga ya con convertir su mayoría absoluta en una mayoría absolutista. En este contexto, intentamos incidir en la medida de lo posible y mostrar que hay un proyecto de ciudad por parte del PSOE que apuesta por un Oviedo mejor. La ciudad debe avanzar a un mayor ritmo de lo que lo está haciendo. El Gobierno de Canteli sigue anclado un modelo de ciudad poco ambicioso propio de finales del siglo XX, que se caracteriza por una escasa ambición y por la carencia de una idea global de ciudad marcada por la realización de proyectos configurados de forma aislada.
Es necesario un Gobierno que aspire a más y no sea conformista. Desde el PSOE apostamos por un modelo de ciudad que aspire a ganar el futuro, mirando con ambición hacia la segunda mitad del siglo XXI y cuya ciudadanía se sienta orgullosa, porque tengamos una ciudad que avanza. Podemos y debemos mejorar en criterios de sostenibilidad, en política social en urbanismo o en el ámbito cultural.
Llevamos seis meses y la conclusión es que estamos ante un equipo de gobierno que carece de un proyecto de ciudad. Como dice aquel dicho, no hay viento favorable para quien no sabe qué rumbo lleva. Lo vemos en todas las áreas, pero en especial en Urbanismo o en el cuidado de nuestro patrimonio, como pasa con la Fábrica de Gas.
El nuevo plan de Ginko, los derribos…
Es un ejemplo palmario de cómo creemos que no se debe gestionar, de una oportunidad perdida para la ciudad por falta de visión. Había un entendimiento para comprar el conjunto por un precio razonable, unos cuatro millones de euros no es mucho para un Ayuntamiento que tiene 80 inmovilizados en los bancos, pero por ese cargarse lo de atrás no se ha hecho nada. Cinco años de parálisis después, se declaran encantados con un nuevo plan, propuesto por un fondo de inversión, que duplica la edificabilidad privada minimiza la parte pública y amenaza el patrimonio industrial. Eso es falta de visión global y de liderazgo, se pudo comprar hace cinco años, recuperar desde lo público y hoy, tendríamos un conjunto industrial único abierto a la ciudad y nuevos equipamientos y espacios públicos de los que tan necesitado está Oviedo.
Noto ciertos cambios respecto a la conversación que tuvimos hace medio año, sobretodo un léxico más duro: se habla de mayoría absoluta que es absolutista…
Es un riesgo y una tentación a la que pueden sucumbir.
Nosotros ofrecemos un proyecto que contribuya a mejorar la ciudad. Y desde esa oposición de mano tendida también esperamos un quiz pro quo. Ofrecemos una actitud constructiva y somos muy proactivos, pero desde el equipo de Gobierno también deberían hacerse eco de alguna proposición. Que no sea todo un «ya está en el ánimo de la dirección», como ya hemos oído en reiteradas ocasiones. Tienen que transformar en una realidad esa aparente disponibilidad porque, si no, corremos el riesgo de silenciar a casi la mitad de la ciudad.
San Mateo, volvemos al conflicto eterno de la ciudad en el modelo de fiestas. ¿Cuál es vuestra perspectiva?
Evidentemente el modelo actual no es el nuestro. Desde el PSOE queremos un modelo de fiestas que vaya dirigido a un espectro de público mucho más amplio y que sea más popular. Cuando el PSOE gobernó por primera vez en Oviedo en 1983, se impulsó un modelo más participativo y accesible. No podemos reproducir el mismo modelo de fiestas, porque los tiempos actuales requieren nuevas formas, pero sí el espíritu que tenían. Por ejemplo, que no haya determinados conciertos a los que solo pueda ir quien se lo pueda pagar.
Se habló mucho de los chiringuitos, si los mantendríamos o no. Creo que la homogeneización que se hizo no ha funcionado, no ha tenido la respuesta del público.
Con este modelo de homogeneización se ha perdido la seña de identidad de unas fiestas que eran marca Oviedo. La gente no está satisfecha con el modelo de festejos de Canteli y prueba de ello es que no ha tenido la respuesta de tiempo pasado. No se trata tanto de volver al modelo anterior, pero sí al esplendor de las fiestas de San Mateo. Obviamente nuestro modelo de San Mateo es muy distinto a este.
Hablando del modelo festivo, otro problema que ha habido ha sido el relativo a las fiestas de los barrios.
Nosotros llegamos a proponer una mesa en la que se reunieran las asociaciones, las sociedades de festejos, los empresarios, el Ayuntamiento… para debatir sobre todo esto. También es cierto que muchas de las asociaciones o sociedades de festejos encuentran tantas trabas que deciden no hacerlas más. Es el caso de las fiestas de Ules, de San Isidro, que eran unas fiestas tradicionales del Naranco que ya no se hacen. De ahí la importancia de esa mesa que propusimos, para poder favorecer la celebración de esas fiestas.
Por otro lado, estamos viendo que hay muchas fiestas que se están transformando en un negocio. Evidentemente tienen que estar supeditadas a los controles que marcan las ordenanzas y cumplirlos.
Nos vamos a algo menos veraniego, la Fábrica de Armas. El convenio se pospuso y seguimos con los mismos debates.
Parecía que se iba a aprobar en enero, pero no dijeron de qué año. Lo repetí y lo repito: La Vega es una oportunidad para Oviedo. Es un pilar esencial en el que se debe apoyar la transformación y Pongo ese símil de que es una de las patas en la que se debe apoyar el crecimiento tecnológico e industrial de esta ciudad. La Vega debe abrir las puertas a Oviedo, y Oviedo debe abrirse a su vez a La Vega.
El PSOE está a favor y lo único que pedimos es que se haga con rigor. En su momento sosteníamos que no nos parecía adecuado que a tres meses de unas elecciones municipales en las que podía cambiar el gobierno se aprobase el convenio. Ahora, en julio se pretendió llevar el convenio al Pleno y fuimos el único grupo político que votó No en Comisión y que transmitió en reiteradas ocasiones que no se llevara a Pleno porque abriría la puerta a una judicialización del asunto. Lo hicimos porque había un cambio más que sustancial, aunque el concejal decía que no y que se podría reformar por alegaciones, cosa que otros grupos compraron.
Afortunadamente no se llevó a Pleno y nosotros reiteramos que queremos que las cosas se hagan bien, con rigor administrativo y garantías jurídicas. Queremos que el convenio recoja fielmente el acuerdo del Consejo de Ministros por el que el 100% de la vivienda que haya en La Vega sea pública. Sea la que sea, porque 1000 viviendas públicas en Oviedo es magnífico, esas mismas viviendas en La Vega serían pésimo porque no caben. Por lo tanto, habría que abrir la puerta a permutar para hacer vivienda en otras zonas de la ciudad y dejar una proporción razonable en La Vega.
Estábamos abiertos a eso y solo pedíamos un cambio de postura en dos cosas: que se acepte la permuta, que se pueda hacer vivienda en otras zonas de Oviedo, algo que el alcalde ya reconoció y más o menos acepta y, por otra parte, mantener la integridad de la parcela como un conjunto histórico-industrial que convive con el patrimonio de Santullano, y por eso no queremos ver la carretera por dentro.
Pedimos que se separe de Santullano, y esto no está dicho a humo de pajas. Hay opiniones de arquitectos y urbanistas y todos están de acuerdo en que es lo más sensato. Se lo hemos trasladado al alcalde: que saque la carretera, acepte la vivienda —que ya la aceptó— y al final vemos como lo que dijimos desde el principio se va cumpliendo. Somos los únicos que hemos mantenido la misma postura desde el momento en que se aprobó el protocolo.
Estamos dispuestos a apoyarlo y no estamos pidiendo unos cambios radicales. También hay que intentar que el tráfico que entre a Oviedo sea el menor posible y, en ese sentido, un vial separado de Santullano y que va pegado al muro actual no creo que sea ningún disparate y así lo confirman muchos técnicos.
Y ¿cómo está entrando el tráfico actualmente? ¿Qué futuro tienen las nuevas infraestructuras de entrada por el Bulevar?
Oviedo lleva sin hacer un estudio de movilidad dos décadas. Lo primero que habría que hacer es eso: un estudio global de la movilidad. El tráfico está cambiando. Vamos a ver qué situación tenemos en la actualidad y qué modelo queremos hacer, y a partir de ahí estudiaremos las acciones de forma conjunta.
Antes hablábamos de La Vega y lo realmente importante son las oportunidades de futuro que tiene para Oviedo. ¿Qué modelo económico queremos y qué piezas podemos mover para llegar ahí? ¿Cuál es vuestra perspectiva para que el concejo recupere industria?
De Oviedo se dice que es una ciudad de servicios y es verdad, pero tiene un pasado industrial que no podemos olvidar. Todavía ayer compartía una foto, porque me gustan mucho las fotos antiguas. Te muestran la ciudad que fuimos y eso te sirve para entender la que somos.
Está muy bien potenciar el turismo, siempre que se haga de una forma sostenible y que Oviedo no se convierta en Benidorm. No podemos rechazar la oportunidad de recuperar el espíritu industrial, porque va vinculado a un tipo de trabajo de calidad y sin sobresaltos estacionales.
Ahora tenemos la industria relacionada con la Inteligencia Artificial o ligadas a la alta tecnología. En La Vega tuvimos certificaciones de un nivel tecnológico increíble. Ahí se hacían componentes para motores de aviación de Rolls Royce o para el Eurofighter. Tenemos la suerte también de tener tres áreas universitarias que podrían ser un vivero de inteligencia: Medicina y Biotecnología, la Ingeniería de software y el doble grado de Física y Matemáticas. Nos podrían dar muchas sinergias para este tipo de empresas, un empleo cualificado y de calidad.
Carlos Fernández Llaneza en el Antiguo. | Foto: Alisa Guerrero
¿Se está gestionando el turismo en Oviedo?
Se podría gestionar mejor. Nosotros tenemos que basar nuestro turismo en nuestros fuertes: nuestra historia, nuestro patrimonio, el Camino Primitivo, que ahí veo una decisión acertada, la gastronomía, el paisaje, nuestra zona rural, etc. La vivienda turística tiene una buena cara y otra mala. ¿Puede haber vivienda turística? Sí, pero también pueden tener un efecto pernicioso porque sus propietarios dejen de sacar viviendas al mercado de alquiler, o que se intente echar a gente de zonas como el Oviedo Antiguo para crear un monocultivo de viviendas turísticas que se nos puede ir de las manos. Y la masificación no es buena para nada.
¿Cuáles son los siguientes pasos del PSOE?, ¿en qué estáis trabajando ahora mismo?
En continuar presentando a la ciudadanía nuestro modelo de ciudad. Tenemos un modelo de Gobierno y ciudad alternativo al del conformismo de Canteli. Teníamos un programa que había sido fruto del trabajo de mucha gente y, honestamente, creo que es un buen programa. Además de esa tarea de fiscalización que mencionaba antes, estamos siendo muy proactivos. Hace poco presenté yo mismo unas iniciativas en relación a la recogida de basuras y potenciar el reciclaje. Una de las patas fundamentales de nuestro trabajo y con la que me siento muy identificado es lograr una ciudad mucho más sostenible.
Tenemos un proyecto de ciudad. Oviedo tiene que ser referente en el noroeste de España. No podemos continuar en el conformismo del Gobierno que encabeza el señor Canteli que no está impulsando al municipio. La ciudad tiene muchas oportunidades desde el punto de vista económico, cultural y social. Tenemos que pensar en la ciudad que queremos para que vivan y disfruten nuestros mayores, pero también la que queremos dejar a nuestros hijos y nietos.
Necesitamos para Oviedo un Gobierno más valiente. Cuando me presenté soñaba con una ciudad, con lo que podríamos hacer. Quiero dejar la ciudad mejor de cómo me la encontré. Aquí se hablaba de la ciudad gris en los años 70 y 80. Las modernizaciones hechas en el pasado no son suficientes para aspirar al futuro. Nosotros tenemos que darle color a esta ciudad, y darle color es hacer una ciudad que sea ambiciosa y no se conforme, como este Gobierno que se conforma y va al cortoplacismo.
Carlos Fernández Llaneza. | Foto: Alisa Guerrero
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