Veinte años del abrigo rojo
Se cumplen veinte años del estreno de una de las películas más memorables sobre el holocausto nazi, La lista de Schindler. Con siete Oscars en su haber y un guión lleno de simbolismo, la obra de Steven Spielberg sigue siendo un film de culto para todos los cinéfilos.
Polonia recién invadida por el ejército nazi, una historia en blanco y negro y un abrigo rojo como única esperanza. La lista de Schindler, de 195 minutos de duración, marcó un antes y un después en las películas inspiradas en la Segunda Guerra Mundial y el exterminio judío. Estrenada a finales de 1993, se trataba del gran proyecto del ya entonces conocido Steven Spielberg, que llevaba preparándola desde hacía diez años, cuando terminara ET.
La lista de Schindler, que conseguiría siete Oscar y otros innumerables premios, se recordaría por contar uno de los sucesos más tristes y lamentables de la historia desde un punto de vista absolutamente humano y, sobre todo, esperanzador. La película, que contó con un reparto excepcional, Lian Neeson, Ben Kingsley y Ralph Fiennes, narra la historia de un joven y ambicioso empresario alemán que llega a Polonia para hacer negocio y para aprovecharse de las ventajas de un país recién invadido por el ejército nazi. Schindler, que al principio trata de ayudar a los trabajadores de su fábrica -comprándolos- por puro interés, para que no abandonen sus obligaciones, no tardará en darse cuenta del horror que se sucede en todo el país e intentará evitar ese cruel destino al mayor número de judíos posible.
La película destaca por la sucesión perfecta de escenas de gran dureza, con detalles llenos de simbolismo, que llenan la historia de cierta poesía tétrica. Inolvidables son las velas del Sabbat, que se van apagando al comienzo de la película y, con ellas desaparece el color, hasta el abrigo rojo de la niña, que representa ese pequeño atisbo de inocencia y Humanidad que existe hasta en los momentos más horribles de nuestra historia. La lista de Schindler es una de esas películas imprescindibles en la biblioteca de cualquier aficionado al cine, una historia para recordar y rememorar de vez en cuando.
La lista de Schindler, que conseguiría siete Oscar y otros innumerables premios, se recordaría por contar uno de los sucesos más tristes y lamentables de la historia desde un punto de vista absolutamente humano y, sobre todo, esperanzador. La película, que contó con un reparto excepcional, Lian Neeson, Ben Kingsley y Ralph Fiennes, narra la historia de un joven y ambicioso empresario alemán que llega a Polonia para hacer negocio y para aprovecharse de las ventajas de un país recién invadido por el ejército nazi. Schindler, que al principio trata de ayudar a los trabajadores de su fábrica -comprándolos- por puro interés, para que no abandonen sus obligaciones, no tardará en darse cuenta del horror que se sucede en todo el país e intentará evitar ese cruel destino al mayor número de judíos posible.
La película destaca por la sucesión perfecta de escenas de gran dureza, con detalles llenos de simbolismo, que llenan la historia de cierta poesía tétrica. Inolvidables son las velas del Sabbat, que se van apagando al comienzo de la película y, con ellas desaparece el color, hasta el abrigo rojo de la niña, que representa ese pequeño atisbo de inocencia y Humanidad que existe hasta en los momentos más horribles de nuestra historia. La lista de Schindler es una de esas películas imprescindibles en la biblioteca de cualquier aficionado al cine, una historia para recordar y rememorar de vez en cuando.
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