La Bolsa de Chicago, denunciada por vender información a especuladores profesionales
Una demanda colectiva se cuece contra la Bolsa de Chicago, uno de los nodos mundiales del comercio de derivados financieros. Tres gestores acusan a la plataforma de favorecer el negocio de los especuladores.
Bolsa de Chicago
J.M.P. / 15-04-2014 • 08:27
La sombra de la sospecha ennegrece la Bolsa de Chicago. La sociedad rectora del que es uno de los principales mercados de derivados a escala global ha sidodenunciada por un grupo de inversores por haber vendido información privilegiada aespeculadores profesionales, según reclaman.
Tres gestores de carteras presentaron la denuncia el pasado 11 de abril y ha sido aireada ahora por la agencia Bloomberg. En ella acusan a CME, que así se llama la sociedad responsable del parqué chicagüense, de haber “perpetrado un fraude en el mercado” al haber proporcionado previo pago información a traders de alta frecuencia profesionales. Unos gestores a los que con frecuencia se suele atribuir la volatilidad de los mercados.
A los tres gestores que han redactado la denuncia, pronto se les podrían sumar otros usuarios de la plataforma, ya que su intención es que se convierta en una demanda colectiva. Sus acusaciones llegan en un momento en que los supervisores de todo el mundo vigilan con particular atención las operaciones de alta frecuencia -HFT por sus siglas en inglés- por las posibles distorsiones que podrían estar provocando en los mercados de valores.
Desde el ejercicio 2007, explican en la denuncia, las plataformas de derivados de Chicago permitieron a los gestores de alta frecuencia acceder a los listados de compra y venta de valores antes que al resto de inversores. De este modo, los especuladores habrían podido conocer estos movimientos antes incluso de que sus ordenantes hubieran recibido la confirmación de recepción. Dada las especiales circunstancias de los futuros de inversión, productos en los que CME es decana mundial, este supuesto trato de favor se vuelve de mayor relevancia si cabe.
Por su parte, la Bolsa de Chicago ha rechazado las acusaciones y ha criticado que “la demanda está desprovista de cualquier fundamento” además de demostrar “una incomprensión fundamental” al respecto de cómo funcionan las plataformas que opera. Consideran que la denuncia únicamente responde a un “deseo de la publicidad” por parte de los demandantes.
Si bien existen cauces específicos para poder lidiar con el volumen de órdenes que se generan desde los mostradores de negociación de alta frecuencia, portavoces de CME han negado que exista un adelanto en la difusión de información para este tipo de jugadores. En declaraciones recogidas por la agencia estadounidense, se recalca que la Bolsa de Chicago “sólo dispone de un único flujo de datos y precios” que imposibilita que “nadie pueda ver ninguna orden hasta que es admitida en el libro correspondiente” y entonces se hace pública para todos los inversores a un único tiempo.
Tres gestores de carteras presentaron la denuncia el pasado 11 de abril y ha sido aireada ahora por la agencia Bloomberg. En ella acusan a CME, que así se llama la sociedad responsable del parqué chicagüense, de haber “perpetrado un fraude en el mercado” al haber proporcionado previo pago información a traders de alta frecuencia profesionales. Unos gestores a los que con frecuencia se suele atribuir la volatilidad de los mercados.
A los tres gestores que han redactado la denuncia, pronto se les podrían sumar otros usuarios de la plataforma, ya que su intención es que se convierta en una demanda colectiva. Sus acusaciones llegan en un momento en que los supervisores de todo el mundo vigilan con particular atención las operaciones de alta frecuencia -HFT por sus siglas en inglés- por las posibles distorsiones que podrían estar provocando en los mercados de valores.
Desde el ejercicio 2007, explican en la denuncia, las plataformas de derivados de Chicago permitieron a los gestores de alta frecuencia acceder a los listados de compra y venta de valores antes que al resto de inversores. De este modo, los especuladores habrían podido conocer estos movimientos antes incluso de que sus ordenantes hubieran recibido la confirmación de recepción. Dada las especiales circunstancias de los futuros de inversión, productos en los que CME es decana mundial, este supuesto trato de favor se vuelve de mayor relevancia si cabe.
Por su parte, la Bolsa de Chicago ha rechazado las acusaciones y ha criticado que “la demanda está desprovista de cualquier fundamento” además de demostrar “una incomprensión fundamental” al respecto de cómo funcionan las plataformas que opera. Consideran que la denuncia únicamente responde a un “deseo de la publicidad” por parte de los demandantes.
Si bien existen cauces específicos para poder lidiar con el volumen de órdenes que se generan desde los mostradores de negociación de alta frecuencia, portavoces de CME han negado que exista un adelanto en la difusión de información para este tipo de jugadores. En declaraciones recogidas por la agencia estadounidense, se recalca que la Bolsa de Chicago “sólo dispone de un único flujo de datos y precios” que imposibilita que “nadie pueda ver ninguna orden hasta que es admitida en el libro correspondiente” y entonces se hace pública para todos los inversores a un único tiempo.
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