domingo, 27 de septiembre de 2015

Manualillos de Inversión ( 1 )


Vaya si cotiza la Política!

LA POLÍTICA COTIZA EN LOS MERCADOS

Elecciones catalanas 27-S: las consecuencias en las inversiones


Sepa qué pasará con la Bolsa, la deuda, los depósitos y el mercado inmobiliario según cuál sea el resultado electoralmprimir
Para empezar, una reflexión de un politólogo, Pablo Simón, editor de Politikon, ante el debate que esta semana mantuvieron el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y Oriol Junqueras, presidente de ERC y candidato por Junts pel Sí: "Uno argumenta que habría coste de transacción, y es cierto. El otro responde diciendo que sería viable, y también lo es". No hay que descartar, por tanto, ningún escenario, aunque hay que tener en mente, también, que el de la independencia tendría costes. Respecto a éstos, para el inversor, de acuerdo con Pau A. Montserrat, director editorial de iAhorro.com, "tiene que estar totalmente tranquilo porque tendrá tiempo de tomar decisiones dependiendo de cómo vayan desarrollándose los acontecimientos". De todas maneras, ¿qué puede ocurrir a partir de mañana en los mercados financieros? Sin duda, los resultados que conozcamos esta noche tendrán consecuencias, cotizarán desde el primer momento. Pero no todos los analistas tienen las mismas opiniones. Aquí recogeremos las de muchos de ellos y activo por activo, dependiendo del escenario que finalmente se haga realidad. 
¿Qué puede pasar en Bolsa?
Todo depende de lo que el Ibex-35 tenga ya recogido en el precio. De momento, sólo tenemos encuestas y lo que nos dicen es que el independentismo podría ganar en escaños, pero no en votos. Por lo tanto, como explica Luis Lorenzo, de Dif Broker, en el caso en que las listas de la CUP y de Junts pel Sí suman no sólo más escaños sino también más votos que las fuerzas no independentistas, el castigo en Bolsa podría ser mayor. Sobre todo porque la opción secesionista ganaría verosimilitud para unos inversores que, de momento, según afirma Borja Gómez, de Inverseguros, aún siguen pensando que no habrá independencia y que ésta se atajará con un nuevo esquema fiscal parecido al que disfrutan Navarra y el País Vasco. Quizás por ello Daniel Pingarrón, de IG, quita importancia a las consecuencias y comenta que el resultado electoral catalán, en el peor de los casos apenas quitará unas decenas de puntos al Ibex-35. Más pesimista se muestra Victoria Torre, de Self Bank: "Hay factores entrelazados que podrían hacer que los inversores internacionales retiraran su confianza. No olvidemos que son ellos los principales tenedores de deuda y de bolsa en nuestro país. En un clima de más incertidumbre, podríamos ver al Ibex-35 retroceder en un primer momento hasta los 8.500".A la hora de poner números concretos al posible recorte del selectivo español, Luis Lorenzo comenta que el decenso estaría más cerca del 2% o 3% que del 5% o del 10%.
En cuanto a las empresas más perjudicadas, como ya nos había comentado Alfonso de Gregorio, de Gesconsult, las que tienen su domicilio social en Cataluña. En el peor de los escenarios, en el de que el mercado comience a descontar que una independencia de Cataluña daría con sus huesos fuera del área euro, los inversores podrían comenzar a tener dudas respecto al valor de los activos de estas empresas en Cataluña, respecto a sus ingresos en ese nuevo Estado y respecto a su calificación crediticia, puesto que su deuda seguiría estando en euros. Pero Ricardo Torrella, de Gesinter, cree que la diferencia en los primeros momentos entre el comportamiento de las compañías catalanas y el resto tampoco tiene que ser muy diferente.  
Pero, ¿y si en lugar de las fuerzas independentistas ganan las no independentistas? Daniel Pingarrón también cree que la reacción en este caso sería de unas decenas de puntos. Y advierte que lo que ocurra en Cataluña no debe ser un criterio de inversión, ni para bien ni para mal. Es más relevante, en su opinión, lo que pase en las elecciones generales. A su juicio, para el Ibex-35 es más importante que se resuelva la crisis desatada por el fraude de Volkswagen. 
Para Luis Lorenzo, en cambio, el triunfo de las fuerzas no independentistas desembocaria en el Ibex-35 en una subida de más importante porcentaje que el de la bajada posterior al triunfo de Junts pel Sí + CUP. Por lo tanto, quizás, sí se puedan aprovechar oportunidades. Para Natalia Aguirre, en ese caso, al margen de otras cuestiones, estos niveles del Ibex-35 serían de compra.Pero advierte, en cualquier caso, de que a continuación vienen las elecciones generales y entre los inversores internacionales preocupa que se forme un Gobierno PSOE + Podemos sobre todo si esta segunda fuerza irrumpe con mucha potencia en el Parlamento. 
¿Cómo cotizarán los resultados en la deuda?
En el caso de que el mercado comience a descontar la independencia, Victoria Torre comenta: "Una hipotética independencia de Cataluña sería perjudicial para ambas partes. Por un lado, Cataluña supone un 20% del PIB español, mientras que por otro lado es la comunidad con mayor deuda. Los efectos se dejarían sentir para ambas partes, pero especialmente para Cataluña, cuya prima de riesgo podría aumentar de manera significativa. En el caso de España, aislando el efecto de las elecciones generales, el impacto sería más limitado, tal vez podría incrementar la prima de riesgo hasta el entorno de los 160-180 puntos básicos, aunque es complicado hacer previsiones debido a lo novedoso de la situación". 
De acuerdo con Borja Gómez, el escenario más negativo sería que el mercado comenzara a descontar una salida de Cataluña del área euro. Porque, en su opinión, un cambio de divisa llevaría a un impago. Éste se produciría tanto si Cataluña decide no pagar la deuda como si no puede hacerlo porque no puede enfrentar la devolución de unos bonos emitidos en euros. Pero también si decide pagar, pero en la nueva moneda del nuevo estado que nacería y que tendría menor valor que la divisa comunitaria. 
El economista José Carlos Díez, por su parte, comenta que a la deuda catalana le perjudica su estrechez, las pocas emisiones, por lo que cualquier presión vendedora provocaría un repunte importante de la prima de riesgo respecto a España, que podría llegar a los 500 puntos básicos. 
Pero también hay que tener en cuenta las repercusiones en la deuda privada, sobre todo de las empresas catalanas, a la vista del riesgo de salida del euro, aunque probablemente el impacto que sufrirían sería menor, sobre todo en el caso de las empresas más internacionalizadas. 
En caso de que no ganen los independentistas, comenta Gómez, el deterioro sufrido por la deuda pública y privada, española y catalana, podría convertirse en una oportunidad. Los tipos podrian corregir de manera importante, en su opinión. Aunque, de momento, José Carlos Díez aconsejaría mantenerse al margen de los títulos catalanes, puesto que no hay fundamentales que apoyen la vuelta a estos títulos. 
¿Y los depósitos?
El propio gobernador del Banco de España, Luis María Linde, dio la voz de alarma, ante la posibilidad de un corralito. La teoría del riesgo la expone Joaquín Maudos, investigador del IVIE:"Una de las consecuencias de una potencial independencia sería que los bancos con sede en Cataluña no tendrían acceso a la liquidez del BCE, lo que sería un grave problema para asegurar su viabilidad". Ante ese problema, los bancos podrían cambiar su sede social y llevarla fuera de Cataluña. Pero "si un banco catalán decide seguir con su sede en una Cataluña independiente fuera del paraguas del BCE y del Banco de España, los depositantes estarían asumiendo mayores riesgos y una posible reacción sería que sacaran sus depósitos de ese banco, lo que precipitaría la inviabilidad de la entidad si la fuga fuera importante", continúa Maudos. "En este escenario, si hubiera fugas de capitales, incluso se podrían plantear restricciones a la retirada de depósitos para evitar la quiebra de un banco", añade. 
Las cuestiones que podría provocar esa fuga de capitales podrían ser dos: el hecho de que una Cataluña independiente quedaría fuera de la cobertura del Fondo de Garantía de Depósitos español, como apunta Maudos y, como apunta Montserrat, el temor a la salida del euro y que los ahorros aparezcan denominados en una divisa devaluada.
Pero Santiago Carbó, catedrático de la Bangor Business School del Reino Unido, tranquiliza, habla de un periodo de transición para no desatar el riego financiero, al que hay que salvaguardar tanto como la salud pública. Este experto sentencia: "La amenaza de que no va a haber ayuda a Cataluña no puede llevarse a efecto. España no puede dejar a Cataluña de lado, porque eso también sería malo para España". 
¿Y qué pasa con el mercado inmobiliario?
También puede haber consecuencias. Las explica Gonzalo Bernardos: "Una Cataluña independiente tendría que crear una nueva moneda y devaluarla, lo que generaría más inflación. En este escenario, los inmuebles podrían ser un activo refugio". Específicamente, los que atraerían las inversiones de los grandes patrimonios, es decir, los "top". En cambio, el resto reduciría su valor por la reducción del crédito y la propia inflación. Pero Carles Vila i Polls, presidente y consejero delegado de Forcadell, comenta: "La posible independencia de Cataluña no ha de tener incidencia ni en los precios ni en el número de operaciones del mercado inmobiliario, puesto que el proceso hacia la posible independencia se inició hace ya un tiempo y la incidencia hasta el momento ha sido nula".

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