El G-20 será más riguroso con la política económica
Finanzas.com
Los líderes del llamado G-20, que reúne a los principales países del mundo incluidas las potencias emergentes, se comprometerán a «calibrar cuidadosamente» las decisiones sobre política económica que adopten de ahora en adelante. Y lo harán, asimismo, asegurándose de que sus objetivos son transmitidos «con nitidez».
Así figura en el borrador que se está redactando tras el primer día de debates en el marco de la décima cumbre del G-20, abierta este domingo en la ciudad mediterránea de Antalya (Turquía) y que será clausurada este lunes. El documento, aún provisional, recogerá también las demandas hechas por empresarios y altos cargos del sector financiero, reunidos en un foro paralelo denominado B-20.
Estos últimos emplazaron a los responsables políticos del G-20 a «poner el foco en el crecimiento económico y no solo en la estabilidad financiera». No discutieron, eso sí, la necesidad de una regulación bancaria más uniforme, aunque apuntaron que se habrá de hacer también de forma «realista» y «calibrada». Y, además, sin más retrasos pues este proceso se inició hace cuatro años.
Entre los participantes en el B-20 estuvo el presidente del BBVA, Francisco González, para quien la meta de esa regulación ha de ser «no crear consecuencias no deseadas que puedan afectar al crecimiento», respecto al que aconsejó impulsar el desarrollo tecnológico digital y dotar a las pequeñas y medianas empresas (pymes) de mejores mecanismos de acceso a la financiación. «Es bueno para la estabilidad que los bancos tengan más capital y liquidez -señaló-, pero hay que buscar un equilibrio con la mejora económica».
España y las reformas
Aprovechó también González para destacar la recuperación económica en España y la necesidad de que el gobierno que salga de las urnas el 20 de diciembre continúe con las reformas ya emprendidas. En la misma línea se manifestó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien en la reunión sobre economía global puso al país de «fuerte ejemplo» en esos cambios con un «giro extraordinario» del Producto Interior Bruto (PIB) y un nivel de desempleo que, aunque todavía bastante elevado -se prevé que la tasa de paro descienda en 2016 de la frontera psicológica del 20%-, es hoy seis puntos más bajo que en 2013, apostilló.
A este respecto, el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, se mostró satisfecho por las palabras de Juncker ante sus colegas del G-20, en la línea de lo que antes le había comentado en privado el presidente de EE UU, Barack Obama, según fuentes de Moncloa."Francamente, me quedé muy contento porque habitualmente no suceden estas cosas", dijo el también líder del PP en referencia a la valoración positiva del máximo responsable comunitario sobre la evolución económica española.
"Pasar de tener un crecimiento negativo por encima del 2%, como tuvimos en 2012, a tener otro positivo por encima del 3% es para estar un poco satisfecho", añadió Rajoy con cierta ironía. Aunque también admitió, no obstante que todavía hay "mucho margen de mejora" en la situación del país porque persisten "muchas necesidades de muchas personas que hay que atender" y ese "debe ser el reto del futuro".
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