lunes, 16 de noviembre de 2015

Carmena las alfombra y ACS.....

El Ayuntamiento de Madrid ha comenzado a levantar las alfombras de Calle-30, la sociedad creada por Alberto Ruiz-Gallardón para gestionar la M-30 y en la que el ayuntamiento es socio de Ferrovial y Dragados (del grupo ACS). Desde 2004, esta sociedad, de la que el ayuntamiento tiene el 80%, ha pagado 502,299 millones en dividendos a los socios privados, intereses, impuesto de sociedades e IVA, según ha podido saber El Confidencial. Teniendo en cuenta que sus únicos ingresos proceden del ayuntamiento, en la práctica es como si fuera dinero público y el equipo de Manuela Carmena cree que esos gastos, achacables al "diseño mercantil" de la ampliación de la M-30, son innecesarios. Eso, sin contar que en los túneles hubo sobrecostes en la obra y en el mantenimiento. El Ayuntamiento considera que ha sido una operación negativa para el contribuyente y estudia el contrato que ata al ayuntamiento hasta 2025.
Calle 30 es una empresa singular. Creada inicialmente para construir los túneles de la M-30 sin que computara como deuda municipal, ahora se dedica a la conservación y el mantenimiento de la obra, que en época de Gallardón engulló unos 5.000 millones de euros. Ya no tiene deuda porque en 2011 se la subrogó el consistorio, pero sigue funcionando con el diseño mercantil original.
Cada año, el Ayuntamiento transfiere una cantidad casi fija para mantenimiento a esta empresa: 125,79 millones en 2014. Pero Calle 30 gasta mucho menos
Calle 30 no tiene apenas trabajadores, solo 13 personas, según las últimas cuentas, de 2014. El ayuntamiento posee el 80%, y dos constructoras,Dragados Ferrovial, se reparten el 20% restante en la Empresa de Mantenimiento y Explotación de la M-30 S. A. (Emesa). La sociedad mixta tiene como fin “la realización de obras de reforma y mejora en la vía de circunvalación M-30 y en las infraestructuras y espacios relacionados con la misma” y “la gestión, explotación, conservación y mantenimiento de la vía de circunvalación M-30 y sus infraestructuras y espacios relacionados”.
Cada año, el ayuntamiento transfiere una cantidad casi fija para mantenimiento a esta empresa: 125,79 millones en 2014. Es su única fuente de ingresos. Sin embargo, Calle 30 gasta mucho menos. Según las últimas cuentas depositadas en el registro, “los gastos incurridos sin considerar las amortizaciones del inmovilizado, que incluyen tanto los propios costes de la estructura interna de la empresa (personal, suministros, consumos de electricidad, etc) como los derivados del servicio prestado (conservación, mantenimiento de la infraestructura, etc), ascienden a 37.432.694 euros”.

Ese es el dinero que Calle 30 le da principalmente a Emesa para realizar las obras y el mantenimiento. Esa es la primera vía de ingresos de las empresas. El ayuntamiento estudia si esa partida está descontrolada y si se repone la iluminación y se realiza mantenimiento excesivo y sin control.
Como gasta mucho menos de lo que ingresa, la empresa Calle 30 da beneficios, 83,947 millones el año pasado. De ellos, casi el 80% vuelve al ayuntamiento en forma de dividendo y el 20% va a las empresas. Ferrovial (familia Del Pino) y Dragados (de ACS, Florentino Pérez) han recibido así en dividendos 39,8 millones desde 2009, según las cuentas municipales que tiene previsto presentar hoy el concejal de Hacienda, Carlos Sánchez Mato, en la comisión de economía del ayuntamiento.
Pero antes de que el dinero público regrese a su origen, tiene que pasar el filtro de Hacienda, porque como es una empresa tiene que pagar impuestos por los beneficios. El año pasado, Calle 30 pagó en impuesto de sociedades 24,3 millones. La cifra asciende a 106 millones si se retrocede hasta 2008. El equipo que dirige Manuela Carmena considera que es un viaje de fondos sin sentido ni justificación. En resumen, dinero del ayuntamiento pasa a una empresa mixta en gran volumen, esto genera unos beneficios porque esta gasta mucho menos. La mayoría regresa al ayuntamiento en forma de dividendo, pero antes tiene que pagar impuestos al Estado, algo que sería innecesario con otra configuración o con gestión pública. Además, hay 279 millones de IVA repercutido.
Desde 2005, el Ayuntamiento ha dado 66 millones en intereses a sus socios privados y 39,8 en dividendos
Hay más partidas que sangran al ayuntamiento. Cuando la sociedad arrancaba, Emesa dio un préstamo de 125 millones al consistorio, que así se ahorró poner un euro un año y permitió que echara a andar. Pero se firmó a tipo fijo de interés, por lo que en intereses el ayuntamiento ha abonado ya 66,4 millones, y sin beneficiarse de la bajada del precio del dinero.
Manuela Carmena habla en presencia de Florentino Pérez. (EFE)
Manuela Carmena habla en presencia de Florentino Pérez. (EFE)
A Calle 30 tampoco parece afectarle la crisis. En plena época de recortes, la partida para la M-30 apenas ha sufrido bajadas, porque estaba fijada en el contrato programa. Así que el ayuntamiento ha recortado en limpieza y gasto social pero no en la partida destinada a Calle 30.
"Los 502 millones son el coste para el ayuntamiento de la operación mercantil para construir y operar los túneles de la M-30, eso no quiere decir que no haya sobrecostes en la obra y la gestión, ya que eso es adicional", explican fuentes municipales. Estas explican que si el consistorio hubiera afrontado la obra de forma directa, se habría podido ahorrar conceptos como el IVA (298,78 millones), el impuesto de sociedades (106 millones), los dividendos a los socios privados (39,804 millones) y los intereses del préstamo subordinado (66,431 millones). En total estas partidas suman 502,299 millones.
El cálculo de los 502 millones no tiene en cuenta la cancelación de un derivado financiero realizado en 2011 por el que el ayuntamiento pagó 72 millones de euros cuando los créditos de Calle 30 pasaron al consistorio, según estas fuentes. Entonces, el Ayuntamiento asumió las enormes deudas que tenía Calle 30. Se truncaba así en buena parte el sentido original de la operación, ya que al hacerlo mediante una sociedad mixta su deuda no computaba como deuda pública. Pero en 2011 y con Eurostat con la lupa puesta sobre España, no estaba claro que los 2.300 millones que debía Calle 30 fuesen a pasar como deuda ajena al Ayuntamiento.
El Consistorio cree que el diseño de gestión beneficia a las empresas privadas en contra del contribuyente, como denunció que ocurría al privatizar la Funeraria
Fuentes del equipo de Gallardón no quisieron ayer dar su versión sobre la decisión de abordar la M-30 mediante una sociedad como Calle 30. En su día, el ayuntamiento señaló que "el ahorro de costes para el Ayuntamiento de Madrid frente a modelos tradicionales como el de concesión es de más de 1.100 millones de euros en valor actual". Añadieron que así se podía "aprovechar la experiencia y recursos de un socio privado en la gestión y explotación de vías de gran capacidad".
El consistorio cree que el diseño de gestión público-privada beneficia a las empresas privadas en contra del contribuyente, como ya denunció que ocurría con la privatización de la Funeraria de Madrid. A principios de los noventa, el PP privatizó la funeraria por una cantidad simbólica y cedió la gestión de la Empresa Municipal de Servicios Funerarios al sector privado, que ahora tiene Mapfre. Según afirmó entonces Sánchez Mato en rueda de prensa, "la empresa privada invirtió 1,2 millones en su momento y ha recibido más de 64 millones de euros".
Mapfre planea reclamar 25 millones de euros por los beneficios no distribuidos que tiene la empresa mixta, pero el ayuntamiento considera que no tiene ningún motivo, ya que los estatutos de la empresa mixta contemplan que "una vez se produzca la extinción de la sociedad en septiembre de 2016, todo su activo revertirá al Ayuntamiento de Madrid sin que el accionista privado tenga derecho a cuota de liquidación alguna".

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