INVERSIÓN
Los millennials exigen un impacto social en su inversión
Amanda Young
El mundo financiero y los productos que ofrece siempre han evolucionado para hacer frente a los nuevos retos del mercado y las oportunidades. Hoy no es nada diferente. Uno de los elementos clave que marcará a la industria será la mayor prominencia de los llamados «millennials». También conocidos como la «generación Y», engloban a los nacidos entre 1980 y el año 2000. Las expectativas y valores de este grupo tecnológicamente nativos difieren de sus antecesores, más notablemente en lo que se refiere a la conciencia social, económica y medioambiental.
Han crecido en un periodo de cambios rápidos, que incluyen enormes saltos tecnológicos, la globalización, el cambio climático y una convulsión económica. Ser los primeros nativos digitales también ha dado forma a cómo conciben el dinero: en las próximas décadas unos 30 trillones de dólares en activos pasarán de la generación de «baby boomers» a los millennials, tan solo en Estados Unidos. Es una generación en la que un 81 por ciento de ellos ha donado dinero o bienes a la caridad, en la que un 75 por ciento no estaría dispuesto a comprometer sus valores personales, en la que un 61 por ciento está preocupado por el estado global y se siente personalmente responsable de hacer una diferencia.
Estos factores crearán desafíos y oportunidades sustanciales para el mundo de la gestión de activos. Con un poder de compra valorado en unos 200.000 millones de libras anuales, la opinión de los millennials importa. Las compañías ya no se pueden distanciar de sus actividades. Es una generación que no apoya instituciones que perciban como en conflicto con la igualdad económica y social.
El auge de los millennials también tendrá sus implicaciones para el mundo corporativo. De hecho, ya estamos viendo una disrupción a escala global de los modelos de negocios tradicionales. Empujados por la democratización de Internet, esta nueva generación de nativos digitales e inversores conectados quiere hacer las cosas de manera distinta a sus predecesores. Rechazan la banca y los modelos financieros tradicionales y están creando nuevos maneras de ahorrar e invertir su dinero. Demanda una mayor responsabilidad corporativa de las organizaciones.
Según un estudio de BlackRock, un 45 por ciento de los millennials está más interesado en invertir ahora que hace cinco años. Y le dedican más tiempo a ello: unas siete horas al mes frente a las dos horas de generaciones previas. Pero se basan en webs financieras y en aplicaciones para tomar sus decisiones financieras, más que esperarse a informes mensuales. Herramientas de seguimiento hacen que puedan replicar estrategias de inversores con éxito. Pero no por ello son más arriesgados. Un 39 por ciento prefiere la seguridad de la liquidez. Sin duda, una consecuencia de la crisis económica que podría poner en juego la sostenibilidad de su pensión.
Para la industria de la inversión, la necesidad de ser tan transparente y accesible como sea posible será un factor clave para construir la confianza con la «generación millenial». Los productos también tendrán que reflejar estas creencias y prioridades, así como revaluar la naturaleza misma de la inversión y cómo se generan los retornos. Así, la industria tendrá que considerar y desarrollar maneras de invertir innovadoras que reflejen ese cambio de actitud. Por supuesto, la rentabilidad sigue y seguirá siendo importante. Sin embargo, los millennials están demandando cada vez más soluciones de inversión que asegure que su dinero también tiene un impacto positivo a nivel de medioambiente y social.
Ya se percibe una respuesta del mundo de la inversión: más de 1.300 grandes gestores de activos han firmado los Principios de Inversión Socialmente Responsable que se aplicará a todo su proceso de inversión. JP Morgan calcula que la inversión de impacto sumará el trillón de dólares en 2020. Todos estos factores serán un reto para los modelos tradicionales de gestión de activos.Las grandes firmas tendrán que demostrar el valor añadido que ofrecen en el proceso de inversión.
Amanda Young, jefa de Inversión Socialmente Responsable de Standard Life Investments
El mundo financiero y los productos que ofrece siempre han evolucionado para hacer frente a los nuevos retos del mercado y las oportunidades. Hoy no es nada diferente. Uno de los elementos clave que marcará a la industria será la mayor prominencia de los llamados «millennials». También conocidos como la «generación Y», engloban a los nacidos entre 1980 y el año 2000. Las expectativas y valores de este grupo tecnológicamente nativos difieren de sus antecesores, más notablemente en lo que se refiere a la conciencia social, económica y medioambiental.
Han crecido en un periodo de cambios rápidos, que incluyen enormes saltos tecnológicos, la globalización, el cambio climático y una convulsión económica. Ser los primeros nativos digitales también ha dado forma a cómo conciben el dinero: en las próximas décadas unos 30 trillones de dólares en activos pasarán de la generación de «baby boomers» a los millennials, tan solo en Estados Unidos. Es una generación en la que un 81 por ciento de ellos ha donado dinero o bienes a la caridad, en la que un 75 por ciento no estaría dispuesto a comprometer sus valores personales, en la que un 61 por ciento está preocupado por el estado global y se siente personalmente responsable de hacer una diferencia.
Estos factores crearán desafíos y oportunidades sustanciales para el mundo de la gestión de activos. Con un poder de compra valorado en unos 200.000 millones de libras anuales, la opinión de los millennials importa. Las compañías ya no se pueden distanciar de sus actividades. Es una generación que no apoya instituciones que perciban como en conflicto con la igualdad económica y social.
El auge de los millennials también tendrá sus implicaciones para el mundo corporativo. De hecho, ya estamos viendo una disrupción a escala global de los modelos de negocios tradicionales. Empujados por la democratización de Internet, esta nueva generación de nativos digitales e inversores conectados quiere hacer las cosas de manera distinta a sus predecesores. Rechazan la banca y los modelos financieros tradicionales y están creando nuevos maneras de ahorrar e invertir su dinero. Demanda una mayor responsabilidad corporativa de las organizaciones.
Según un estudio de BlackRock, un 45 por ciento de los millennials está más interesado en invertir ahora que hace cinco años. Y le dedican más tiempo a ello: unas siete horas al mes frente a las dos horas de generaciones previas. Pero se basan en webs financieras y en aplicaciones para tomar sus decisiones financieras, más que esperarse a informes mensuales. Herramientas de seguimiento hacen que puedan replicar estrategias de inversores con éxito. Pero no por ello son más arriesgados. Un 39 por ciento prefiere la seguridad de la liquidez. Sin duda, una consecuencia de la crisis económica que podría poner en juego la sostenibilidad de su pensión.
Para la industria de la inversión, la necesidad de ser tan transparente y accesible como sea posible será un factor clave para construir la confianza con la «generación millenial». Los productos también tendrán que reflejar estas creencias y prioridades, así como revaluar la naturaleza misma de la inversión y cómo se generan los retornos. Así, la industria tendrá que considerar y desarrollar maneras de invertir innovadoras que reflejen ese cambio de actitud. Por supuesto, la rentabilidad sigue y seguirá siendo importante. Sin embargo, los millennials están demandando cada vez más soluciones de inversión que asegure que su dinero también tiene un impacto positivo a nivel de medioambiente y social.
Ya se percibe una respuesta del mundo de la inversión: más de 1.300 grandes gestores de activos han firmado los Principios de Inversión Socialmente Responsable que se aplicará a todo su proceso de inversión. JP Morgan calcula que la inversión de impacto sumará el trillón de dólares en 2020. Todos estos factores serán un reto para los modelos tradicionales de gestión de activos.Las grandes firmas tendrán que demostrar el valor añadido que ofrecen en el proceso de inversión.
Amanda Young, jefa de Inversión Socialmente Responsable de Standard Life Investments
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