Un euríbor en el 0% anticipa el nuevo bazuca del BCE
Cristina Casillas
El pasado jueves, el euríbor se situó en la cuota psicológica del cero por ciento. En concreto, el indicador más utilizado en hipotecas bajó del 0,101% al 0,098%- y en las jornadas siguientes ha seguido su tendencia hacia el cero puro y duro. Esto no es más que el eco de las palabras de Mario Draghi durante la rueda de prensa de la última reunión del organismo, en la que reconoció que se estaban barajando nuevas medidas expansivas.
Diciembre es la fecha que han marcado en rojo mercados e inversores ya que en un mismo mes se esperan dos acciones encontradas por parte de los bancos centrales más poderosos del mundo. Por un lado, la Reserva Federal podría subir tipos, iniciando la senda de normalización monetaria al calor de la recuperación del mercado laboral. Por contra, el BCE podría rebajar aún más la facilidad de depósito y recortar tipos entrando en terreno negativo.
José Luis Martínez, estratega de Citi en España, cree que el organismo europeo recortará la tasa de depósitos. "Manejamos un recorte de 0.1 puntos hasta -0.3 %", continua. Pero, matiza que "es importante tener claro su objetivo: una moneda depreciada. Nadie reconocerá oficialmente que hay un objetivo de tipo de cambio, pero la política monetaria puede volcarse para lograr un tipo de cambio que permita luchar contra el riesgo de desinflación".
En cambio descarta cualquier recorte de tipos, "El tipo de depósito es algo diferente. Incentiva la movilidad de crédito y como te he comentado antes, en los países que lo mantienen en negativo desde un punto de vista empírico se ha mostrado eficiente en su impacto en el tipo de cambio", explica Martínez.
Por su parte, Joaquín Robles, analista de XTB, comenta "se espera que el BCE reduzca 10 puntos básicos el tipo de depósito, que pasaría de -0.2% a -0.3%. Estimulando así a los bancos a continuar prestando dinero".
Pero lo que sí no ven desde XTB es una bajada de tipos. "Pensamos que se quedaran como están, existen otras medidas de estímulo preparadas en el caso de que la inflación siga estancada".
Medidas necesarias
En cuanto a si las medidas son necesarias (recordemos que el QE funciona desde marzo), Martínez cree que servirán para "aislar las condiciones financieras en la zona euro de focos de inestabilidad internacional".
Uno de los factores desestabilizantes será la subida de tipos por parte de la Fed. "Lamentablemente, ya no hablamos de si subirá los tipos en diciembre como de la velocidad e intensidad de las subidas posteriores. Esta incertidumbre, alentada por los últimos datos de salarios y empleo, puede materializarse en nuevos conatos de inestabilidad en los mercados financieros", explica Martínez.
Por su parte Robles cree que Draghi mantendrá los estímulos y es difícil que los aumente en la próxima reunión, ya que los datos de IPC no han empeorado, ni tampoco la coyuntura económica. Por lo que la posibilidad de alargar la QE 3 meses más hasta diciembre de 2016 e incrementar el programa hasta los 300.000 millones de euros la guardara para el próximo año.
El movimiento más destacable será el de la divisa, esta subida producirá un debilitamiento del euro. Aunque este movimiento también tiene sus connotaciones positivas como el aumento de ingresos en las empresas con alto volumen de negocios en el extranjero. Hay que tener en cuenta que lo importante no es la primera subida de tipos en Estados Unidos, si no la velocidad de las posteriores.
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