La revisión del PGO choca con el plan de edificar un millar de pisos en Colloto-Roces
La inmobiliaria de Kutxabank acelera los trámites para un ámbito que el diseño de prioridades propone revertir a suelos rurales
No es cosa del anterior ni de este equipo de gobierno, ni de Nacho del Páramo ni de Nacho Cuesta, «es el mercado», que dijo Rodrigo Rato. La revisión del Plan General se enfrenta a sus primeras dificultades serias, de esas que se miden en millones de euros, en Colloto. El documento de prioridades, aún pendiente de aprobación cuatro meses después de su entrega por parte del equipo redactor, tiene como objetivo principal racionalizar el crecimiento de la ciudad. Reconducir, hasta donde se pueda, los excesos del plan de 2006 que recalificó más de un millón de metros cuadrados de suelos ru-rales de la periferia como urbanizables a meses del estallido de la crisis. Un objetivo compartido y firmado por todos los grupos menos el PP, que se descolgó a última hora por razones políticas, para poder hacer oposición sin ataduras, pero sin una crítica.
Las cosas se entienden mejor con un ejemplo. A las puertas de San Claudio, en La Lloral, se hundió una de las actuaciones más importantes del plan, con 1.800 pisos previstos. Lo hizo dejando una urbanización a medias, saqueada por los buscadores de cobre estos años, y un único bloque de pisos aislado. El Ayuntamiento ha acabado por asumir el mantenimiento, aunque mínimo, de la zona, por colocar una parada de autobús próxima y por construir y conservar un parque infantil para dos decenas de vecinos. Una ruina, como llevar el autobús y mantener las zonas verdes de La Manjoya.
- hectáreas suman las tres actuaciones en Colloto
- Ciudad Jardín y Roces para pisos y Ayuela, chalés.
- 2.273
- viviendas entre las tres operaciones, de las que solo 149 serían unifamiliares.
A grandes rasgos, los redactores del PGO proponen ahora eliminar casi un tercio de los nuevos pisos añadidos en 2006, unos 3.000 de 10.000, y por reducir a la mitad los suelos para viviendas unifamiliares. Pero ya hay problemas. A la vez que el Ayuntamiento contrató la revisión del planeamiento, un teléfono sonó en un despacho de Bilbao, sede Harri Egoalde 2, la inmobiliaria de Kutxabank, la entidad financiera surgida de la fusión de las cajas de ahorros vascas. En junio de 2017, después de casi una década sin noticias tras la quiebra de Aguas de Panticosa, promotora original de la actuación, Harri Hegoalde solicitó la aprobación del proyecto de compensación del ámbito urbanizable Colloto-Roces, que prevé entre novecientas y mil viviendas a las afuras de la localidad.
Los retrasos en la aprobación del documento de prioridades le han dado tiempo incluso a la entidad financiera a lograr la aprobación del proyecto de expropiación de las fincas que no se han adherido a la junta de compensación. Ofrece poco más de 90.000 euros, por dos fincas rurales y tres más pequeñas con edificaciones, de las que solo una tiene una casa que no está en ruinas.
Se trata de un paso adelante en la dirección contraria, hacia un choque con el nuevo ordenamiento en trámites. Los redactores señalan Colloto-Roces como uno de los ámbitos a suprimir. «La principal característica del tratamiento urbanístico de Colloto según el vigente PGO», explica el documento de prioridades, «consiste en la asignación de tres ámbitos urbanizables, dos de ellos prioritarios y de edificación en altura (AUS-CJC Ciudad Jardín y AUS-COR o Colloto Roces) y otro no prioritario de edificación unifamiliar (AU-COA o Colloto Ayuela) formando una especie de semicírculo que rodea el suelo de baja densidad de Colloto conectando entre sí los bordes oriental y occidental del Colloto consolidado».
Un diseño que, «como en otros casos, también aquí la capacidad de los ámbitos parece totalmente fuera de proporción con las necesidades y perspectiva de la ciudad», señalan los redactores, que, añaden, que en el caso de Colloto Roces «hay una importante afección de terrenos de calidad agrológica».
Choque
Ante esta situación, el documento de prioridades plantea un esquema en el que se limitaría el impacto de la 'circunvalación' de Colloto que formarían los viales estructurantes de las tres actuaciones y la «desclasificación de la casi totalidad del ámbito Colloto Roces, que pasaría a ser Suelo No Urbanizable de Protección Urbana». Una propuesta que junto al Nervión no sentará ni bien ni mal siempre que se le pague.
La intención del Ayuntamiento siempre ha sido negociar con los promotores y propietarios de las actuaciones en revisión. Algunas cosas son discutibles. En Tresllames, al otro lado de la ciudad, se propone desclasificar por ejemplo la mayor parte del ámbito para proteger una mancha boscosa, pero a cambio de concentrar la edificabilidad en una pequeña parte de los suelos. Es más difícil llegar a un acuerdo si donde el PGO vigente te reconoce el derecho a edificar y vender, si puedes, casi mil pisos, la idea municipal es que se quede como está: en huertas y praos. Ahí hay trabajo para abogados expertos en urbanismo. El número 6 de la candidatura de Ciudadanos, Javier Calzadilla, es uno de ellos. Su nombre suena como posible asesor de su cabeza de lista y hoy concejal de Infraestructuras y Urbanismo, Nacho Cuesta, que mostró su compromiso con la revisión del PGO en marcha en su primera intervención. «Es necesaria», concluyó, para reconducir un modelo «de otra época».
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