Cinco Dias-Madrid
La cada vez mayor presencia de las gestoras de fondos de inversión extranjeros está cambiando el mapa de poder en el capital de las cotizadas españolas. Estas avanzan en su internacionalización y en la salida a otros mercados para atraer a nuevos inversores. En el caso de Santander, de los más de cuatro millones de accionistas de la entidad, los americanos cada vez tienen más importancia.
Un total de 228.225 accionistas del banco son del otro lado del Atlántico, un 5,63% del total (4,05 millones), si bien su peso en el capital se dispara hasta el 21,9%, según los datos aportados por la entidad a cierre del segundo trimestre del año. Es decir, son relativamente pocos accionistas pero cada uno de ellos controla un gran número de títulos.
Justo al contrario de lo que ocurre con los europeos. Santander tiene 3,8 millones de accionistas del Viejo Continente, incluyendo Reino Unido –con una gran representación tras la compra en 2004 de Abbey a través de un canje de títulos– que controlan el 77,1% del capital.
La apuesta de las grandes gestoras internacionales por la entidad que preside Ana Botín y el auge de los fondos de gestión pasiva están detrás del fuerte repunte de la presencia de los inversores americanos de los últimos años en el capital del mayor banco español. Así, el peso de estos accionistas ha crecido un 28% desde el segundo trimestre de 2016. El incremento del número ha sido, sin embargo, más modesto, de un 17%, desde los 195.233 de hace tres años.
Los institucionales controlan el 59,4% de la entidad, los minoritarios tienen el 39,5% y los consejeros el 1,1%
Por lo pronto, la mayor gestora de fondos del mundo, BlackRock, es el principal accionista de la entidad financiera con un 5,39% del capital. Tras ella, se sitúan otras gestoras estadounidenses como Vanguard, con un 2,95%, o Dimensional Fund, con un 1,17%, según los datos recopilados por Bloomberg. Después de Estados Unidos, el otro país con fuerte presencia es Luxemburgo, con un gran número de fondos de inversión domiciliados allí y que tienen un 15,7%.
Dentro de Europa, la entidad no desagrega en sus cuentas trimestrales a sus accionistas españoles, que desde 2015 aumentaron gracias al lanzamiento de su, por entonces, producto estrella: la Cuenta 1,2,3. Con todo, según datos de Bloomberg solo controlarían un 4,4%. Este producto, originario de su filial de Reino Unido, ofrecía en sus inicios una rentabilidad anual del 3% para saldos de 3.000 a 15.000 euros a cambio de una gran vinculación; además, regalaba al cliente una acción del banco.
La entidad optó en 2018 por dejar de comercializar de forma agresiva este producto a medida que iba bajando el importe del saldo remunerado y mantenía una comisión de seis euros al mes (72 euros al año) dividida en una por el mantenimiento y otra por las tarjetas. En la actualidad ofrece un 3% para saldos hasta 1.000 euros. Esto ha tenido un efecto directo en la reducción del número de inversores: en el último año la cifra ha bajado un 2,4%.
Más allá de su lugar de procedencia, en el mapa de accionistas de Santander también se aprecia una reducción del número de minoritarios en los últimos años. Los pequeños inversores han pasado de controlar un 45,35% del capital en el segundo trimestre de 2016 –dos años antes superaban el 48,4%– al 39,46% actual. Entretanto, se ha producido un repunte de los institucionales hasta el 59,4% del pasado 30 de junio desde el 53,4% que controlaban hace tres años. Los consejeros del banco, por su parte, tienen ahora en su poder el 1,1%, lo que supone una moderada reducción desde el 1,26%.
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