Copa Confederaciones - España-Italia: El dios del fútbol es español (0-0, 7-6 en penaltis)
La selección española volvió a derrotar a Italia en una tanda de penaltis de una semifinal y se jugará la Confederaciones ante Brasil. Navas marcó el tanto definitivo en una tanda que se hizo eterna tras un encuentro igualado en el que España fue de menos a más y quiso evitar la tanda en la que acabó venciendo por todos los medios.
Por José David MARCO / @jd_marco | Eurosport – Hace 9 horas
No había autocomplacencia, pues Pedro fue el primero que demostró actitud con una doble ocasión de peligro en tan solo dos minutos de partido. Tampoco la falta de genios sobre el campo, pues Xavi, Iniesta y Silva tenían fútbol suficiente para hacer saltar la chispa. Pero algo, y por el gesto de Vicente del Bosque en el banquillo debía ser algo importante, le faltó a España durante una primera mitad que al menos acabó sin males mayores.
Lo hizo por una labor encomiable de un Iker Casillas que fue ganando presencia conforme se diluía la del resto de jugadores españoles. Sergio Ramos, que había comenzado el encuentro respondiendo al planteamiento de presión alta comandando tanto la retaguardia como la vanguardia, se vio obligado a centrar su trabajo en tapar los huecos que le ganaban a Jordi Alba casi en cada contragolpe italiano.
La ayuda del central llegó incluso a ser insuficiente, ya que por banda derecha era por donde entraba sin oposición y de forma constante Maggio, el mayor peligro de Italia que se topó con Casillas hasta en dos ocasiones. Los de Prandelli, lejos de haber tenido algún tipo de complejo recordando la final de la última Eurocopa, ganaron en todo momento la batalla táctica e hicieron de las salidas a la contra un auténtico espectáculo a medida que España comenzaba a perder el control.
Maniobra de autodefensa
Con la cabeza acababan continuamente sus jugadas los delanteros italianos. Y cabeza era lo que le faltaba a España en el ecuador del primer asalto. Los de Vicente del Bosque, eso sí, fueron conscientes de la situación en todo momento y aprendieron a usar sus armas de autodefensa, siendo la posesión en horizontal la mejor de ellas. Gracias a esta adaptación de su juego consiguió camuflar España la nube que atravesaba su juego, haciendo que Italia pudiera bajar el ritmo de sus ataques conforme se acercaba el descanso.
Antes del ecuador actuaba Casillas en su parada más clara a Maggio –llegó solo al costado para rematar de cabeza- y Fernando Torres, por su parte, dejaba constancia de su tímida participación con un intento que servía para recordar que la campeona de Europa y del mundo todavía estaba allí.
No hizo cambios Del Bosque tras el descanso en lo que quizás era una maniobra de despiste o bien una segunda oportunidad para los once iniciales. En todo caso, no duró demasiado. A los cinco minutossalió Navas con la obligación de ser el Plan B de La Roja.
Lo fue durante sus primeros minutos sobre el césped, cuando España ganó ligeramente profundidad y desborde con tímidas incorporaciones de Jordi Alba. Como en la primera parte, sin embargo, fueAndrés Iniesta el que puso las pocas dosis de magia. El de Fuentealbilla se encargaba de intentar una y otra vez los cambios de ritmo que le permitían zafarse de hasta tres rivales, justo hasta que la muralla se plantaba de frente. De esta forma llegó su ocasión clara en la segunda parte, aunque el balón se le fue demasiado desviado al disparar extremadamente forzado.
Prórroga sin remedio
Tanto España como Italia fueron cada vez más conscientes de que la prórroga era el destino que tenían que afrontar al ver que los cambios no acababan de funcionar. En España Mata dio un poco de aire pero no demasiada magia. En Italia, el físico se agotaba mientras seguían intentado aprovechar el vacío ideológico de España. Las últimas oportunidades y tras aguantar el empuje que recuperó la ‘azurra’ fueron para los de Del Bosque, que contagiados por Piqué gozaron de pequeños amagos que al menos hacían mantener la esperanza en el gol.
Todo el remedio que no pudo poner España para evitar la prórroga lo trató de encontrar para olvidarse de los penaltis. No sin antes salvarse por un palo que se alió con Casillas a disparo de Giaccherini. Acosó luego el mejor Iniesta por momentos, Alba se reconcilió con el ataque y hasta Javi Martínez, en un ataque de entrenador de Del Bosque, se convertía en delantero centro. Casi sin quererlo las tornas se habían cambiado. Italia se quedaba sin fuerzas y España acosaba con el único descanso del entretiempo del tiempo de desempate.
Ya en el cuarto y último asalto del encuentro solo España, aprovechando la magia del minuto 116 que dio un Mundial, se volcó hasta rozarse con el larguero, Buffon y toda una nube de italianos que quería la tanda de penaltis a cualquier precio. Al final la 'azurra' la tuvo, pero no contó con que en los últimos años existe algún tipo de fuerza que en estas lides pone la balanza en favor de los de Del Bosque. Jesús Navas, en el séptimo penalti, cerró una tanda en la que solo hubo un borrón de Bonucci en la muerte súbita después de que los porteros hubieran sido meros espectadores de disparos fríos y teledirigidos. España se jugará la final ante Brasil en Maracaná.
LA FICHA DEL PARTIDO:
0 - España: Casillas, Arbeloa, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba, Busquets, Xavi, Iniesta, Silva (Navas, m.52), Pedro (Mata, m.79) y Fernando Torres (Javi Martínez, m.94).
0 - Italia: Buffon, Maggio, Barzagli (Montolivo, m.46), Bonucci, Chiellini, Giaccherini, Pirlo, De Rossi, Candreva, Marchisio (Aquilani, m.79) y Gilardino (Giovinco, m.91).
Tanda de penaltis: 1-0: Candreva. 1-1: Xavi. 2-1: Aquilani. 2-2: Iniesta. 3-2: De Rossi. 3-3: Piqué. 4-3: Giovinco. 4-4: Ramos. 5-4: Pirlo. 5-5: Mata. 6-5: Montolivo. 6-6: Busquets. 6-6: Bonucci. 6-7: Navas.
Árbitro: Howard Webb (ING). Amonestó a Piqué (105) por España, y a De Rossi (65) por Italia.
Incidencias: partido de semifinales de la Copa Confederaciones, disputado en el estadio Castelão ante la presencia de 59.000 espectadores. Los capitanes Casillas y Buffon leyeron en los prolegómenos del partido un manifiesto en contra del racismo. Italia portó brazaletes negros en memoria de Stefano Borgonovo.
Por José David MARCO / @jd_marco | Eurosport – Hace 9 horas
No había autocomplacencia, pues Pedro fue el primero que demostró actitud con una doble ocasión de peligro en tan solo dos minutos de partido. Tampoco la falta de genios sobre el campo, pues Xavi, Iniesta y Silva tenían fútbol suficiente para hacer saltar la chispa. Pero algo, y por el gesto de Vicente del Bosque en el banquillo debía ser algo importante, le faltó a España durante una primera mitad que al menos acabó sin males mayores.
Lo hizo por una labor encomiable de un Iker Casillas que fue ganando presencia conforme se diluía la del resto de jugadores españoles. Sergio Ramos, que había comenzado el encuentro respondiendo al planteamiento de presión alta comandando tanto la retaguardia como la vanguardia, se vio obligado a centrar su trabajo en tapar los huecos que le ganaban a Jordi Alba casi en cada contragolpe italiano.
La ayuda del central llegó incluso a ser insuficiente, ya que por banda derecha era por donde entraba sin oposición y de forma constante Maggio, el mayor peligro de Italia que se topó con Casillas hasta en dos ocasiones. Los de Prandelli, lejos de haber tenido algún tipo de complejo recordando la final de la última Eurocopa, ganaron en todo momento la batalla táctica e hicieron de las salidas a la contra un auténtico espectáculo a medida que España comenzaba a perder el control.
Maniobra de autodefensa
Con la cabeza acababan continuamente sus jugadas los delanteros italianos. Y cabeza era lo que le faltaba a España en el ecuador del primer asalto. Los de Vicente del Bosque, eso sí, fueron conscientes de la situación en todo momento y aprendieron a usar sus armas de autodefensa, siendo la posesión en horizontal la mejor de ellas. Gracias a esta adaptación de su juego consiguió camuflar España la nube que atravesaba su juego, haciendo que Italia pudiera bajar el ritmo de sus ataques conforme se acercaba el descanso.
Antes del ecuador actuaba Casillas en su parada más clara a Maggio –llegó solo al costado para rematar de cabeza- y Fernando Torres, por su parte, dejaba constancia de su tímida participación con un intento que servía para recordar que la campeona de Europa y del mundo todavía estaba allí.
No hizo cambios Del Bosque tras el descanso en lo que quizás era una maniobra de despiste o bien una segunda oportunidad para los once iniciales. En todo caso, no duró demasiado. A los cinco minutossalió Navas con la obligación de ser el Plan B de La Roja.
Lo fue durante sus primeros minutos sobre el césped, cuando España ganó ligeramente profundidad y desborde con tímidas incorporaciones de Jordi Alba. Como en la primera parte, sin embargo, fueAndrés Iniesta el que puso las pocas dosis de magia. El de Fuentealbilla se encargaba de intentar una y otra vez los cambios de ritmo que le permitían zafarse de hasta tres rivales, justo hasta que la muralla se plantaba de frente. De esta forma llegó su ocasión clara en la segunda parte, aunque el balón se le fue demasiado desviado al disparar extremadamente forzado.
Prórroga sin remedio
Tanto España como Italia fueron cada vez más conscientes de que la prórroga era el destino que tenían que afrontar al ver que los cambios no acababan de funcionar. En España Mata dio un poco de aire pero no demasiada magia. En Italia, el físico se agotaba mientras seguían intentado aprovechar el vacío ideológico de España. Las últimas oportunidades y tras aguantar el empuje que recuperó la ‘azurra’ fueron para los de Del Bosque, que contagiados por Piqué gozaron de pequeños amagos que al menos hacían mantener la esperanza en el gol.
Todo el remedio que no pudo poner España para evitar la prórroga lo trató de encontrar para olvidarse de los penaltis. No sin antes salvarse por un palo que se alió con Casillas a disparo de Giaccherini. Acosó luego el mejor Iniesta por momentos, Alba se reconcilió con el ataque y hasta Javi Martínez, en un ataque de entrenador de Del Bosque, se convertía en delantero centro. Casi sin quererlo las tornas se habían cambiado. Italia se quedaba sin fuerzas y España acosaba con el único descanso del entretiempo del tiempo de desempate.
Ya en el cuarto y último asalto del encuentro solo España, aprovechando la magia del minuto 116 que dio un Mundial, se volcó hasta rozarse con el larguero, Buffon y toda una nube de italianos que quería la tanda de penaltis a cualquier precio. Al final la 'azurra' la tuvo, pero no contó con que en los últimos años existe algún tipo de fuerza que en estas lides pone la balanza en favor de los de Del Bosque. Jesús Navas, en el séptimo penalti, cerró una tanda en la que solo hubo un borrón de Bonucci en la muerte súbita después de que los porteros hubieran sido meros espectadores de disparos fríos y teledirigidos. España se jugará la final ante Brasil en Maracaná.
LA FICHA DEL PARTIDO:
0 - España: Casillas, Arbeloa, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba, Busquets, Xavi, Iniesta, Silva (Navas, m.52), Pedro (Mata, m.79) y Fernando Torres (Javi Martínez, m.94).
0 - Italia: Buffon, Maggio, Barzagli (Montolivo, m.46), Bonucci, Chiellini, Giaccherini, Pirlo, De Rossi, Candreva, Marchisio (Aquilani, m.79) y Gilardino (Giovinco, m.91).
Tanda de penaltis: 1-0: Candreva. 1-1: Xavi. 2-1: Aquilani. 2-2: Iniesta. 3-2: De Rossi. 3-3: Piqué. 4-3: Giovinco. 4-4: Ramos. 5-4: Pirlo. 5-5: Mata. 6-5: Montolivo. 6-6: Busquets. 6-6: Bonucci. 6-7: Navas.
Árbitro: Howard Webb (ING). Amonestó a Piqué (105) por España, y a De Rossi (65) por Italia.
Incidencias: partido de semifinales de la Copa Confederaciones, disputado en el estadio Castelão ante la presencia de 59.000 espectadores. Los capitanes Casillas y Buffon leyeron en los prolegómenos del partido un manifiesto en contra del racismo. Italia portó brazaletes negros en memoria de Stefano Borgonovo.
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