Messi paga ahora 10 millones
El barcelonista, imputado por un presunto fraude de 4,1 millones a Hacienda desde 2007 a 2009, presenta una declaración complementaria por los ejercicios de 2010 y 2011
Lionel Messi vestido por Dolce & Gabbana. / GIUSEPPE CACACE (AFP)
Leo Messi, imputado por un presunto delito de fraude fiscal, ha abonado 10 millones de euros adicionales a Hacienda durante los últimos días. El jugador del Barcelona ha presentado declaraciones complementarias de la Renta (IRPF) correspondientes a los ejercicios de 2010 y 2011, según informó el diario La Vanguardia. La denuncia de Hacienda por el presunto fraude fiscal en que habría incurrido el jugador al evitar el pago de 4,1 millones se refiere a los años entre 2007 y 2009.
Según la fiscalía, Messi no declaró los ingentes ingresos que obtuvo por la explotación comercial y publicitaria de sus derechos de imagen. El padre del jugador, Jorge Horacio Messi, habría creado una “trama” para “simular” que Messi cedía sus derechos a sociedades en paraísos fiscales. En caso de que prospere la investigación, Messi podría afrontar una pena de uno a cuatro años de cárcel por cada uno de los delitos contra la hacienda pública.
El pago adicional de 10 millones, ahora, se podría entender en el contexto de lo anunciado por el bufete de abogados que lleva los asuntos del jugador, horas después de que el pasado 20 de junio, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Gavà, Anju Deb Rani, admitiera a trámite la querella presentada por la fiscalía. La juez citó a declarar a Messi y a su padre el próximo 17 de septiembre, aunque esa fecha está fijada como jornada de Liga de Campeones. Los abogados hablaron de “disparidad de criterios” en la cantidad a tributar por los derechos de imagen y afirmaron que Messi “pagará las cantidades que finalmente se determinen”. Una de las salidas es que el jugador devuelva el dinero presuntamente defraudado y pague una multa millonaria. A cambio el fiscal rebajaría sustancialmente la petición de la pena y se podría alcanzar una sentencia de conformidad que evitaría el juicio. Esa multa, de acuerdo a la cantidad presuntamente defraudada, podría llegar a ser de 24,6 millones. También es posible que la estrategia de defensa pase por que el padre de Messi asuma toda la responsabilidad del caso, aunque el delantero argentino ratificó el acuerdo de cesión de sus derechos cuando cumplió la mayoría de edad y por ello resulta muy improbable que quede exculpado en el proceso.
Según la fiscalía, Messi y su padre habrían creado una telaraña de sociedades cuyo fin era defraudar a Hacienda. Los ingresos del jugador, señala la fiscal Raquel Amado, “transitaron” hasta los paraísos fiscales “sin someterse prácticamente a tributación alguna” y “con total opacidad”. El jugador obtuvo 10,1 millones de una veintena de empresas y organizaciones durante el periodo investigado. La clave de la presunta trama —cuya creación se atribuye al padre— es el contrato “simulado” por el que los derechos de Messi se cedían a empresas radicadas en paraísos fiscales (Belice) o de fiscalía baja (Uruguay) a cambio de una cantidad irrisoria, muy por debajo de los beneficios que previsiblemente, iba a obtener.
Un ejemplo de los procedimientos empleados: en enero de 2006, Messi cedió sus derechos por 38.040 euros a Sports Consultants; cuatro días después, esa empresa instrumental firmó con Adidas un acuerdo de nueve millones por seis años. Esos ingresos, según la fiscalía, circularon por el extranjero sin que las autoridades españolas los detectaron y acabaron en el bolsillo de la familia Messi.
El jugador argentino cumplió ayer 26 años. El sábado pasado participó en Milán en un desfile de moda de Dolce&Gabanna, la marca de ropa que le patrocina. Precisamente los dos prestigiosos diseñadores acaban de ser condenados por un tribunal de primera instancia de Milán a un año y ocho meses de prisión y a pagar una multa provisional de 500 millones por haber omitido declarar cerca de 1.000 millones.
Según la fiscalía, Messi no declaró los ingentes ingresos que obtuvo por la explotación comercial y publicitaria de sus derechos de imagen. El padre del jugador, Jorge Horacio Messi, habría creado una “trama” para “simular” que Messi cedía sus derechos a sociedades en paraísos fiscales. En caso de que prospere la investigación, Messi podría afrontar una pena de uno a cuatro años de cárcel por cada uno de los delitos contra la hacienda pública.
El pago adicional de 10 millones, ahora, se podría entender en el contexto de lo anunciado por el bufete de abogados que lleva los asuntos del jugador, horas después de que el pasado 20 de junio, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Gavà, Anju Deb Rani, admitiera a trámite la querella presentada por la fiscalía. La juez citó a declarar a Messi y a su padre el próximo 17 de septiembre, aunque esa fecha está fijada como jornada de Liga de Campeones. Los abogados hablaron de “disparidad de criterios” en la cantidad a tributar por los derechos de imagen y afirmaron que Messi “pagará las cantidades que finalmente se determinen”. Una de las salidas es que el jugador devuelva el dinero presuntamente defraudado y pague una multa millonaria. A cambio el fiscal rebajaría sustancialmente la petición de la pena y se podría alcanzar una sentencia de conformidad que evitaría el juicio. Esa multa, de acuerdo a la cantidad presuntamente defraudada, podría llegar a ser de 24,6 millones. También es posible que la estrategia de defensa pase por que el padre de Messi asuma toda la responsabilidad del caso, aunque el delantero argentino ratificó el acuerdo de cesión de sus derechos cuando cumplió la mayoría de edad y por ello resulta muy improbable que quede exculpado en el proceso.
Según la fiscalía, Messi y su padre habrían creado una telaraña de sociedades cuyo fin era defraudar a Hacienda. Los ingresos del jugador, señala la fiscal Raquel Amado, “transitaron” hasta los paraísos fiscales “sin someterse prácticamente a tributación alguna” y “con total opacidad”. El jugador obtuvo 10,1 millones de una veintena de empresas y organizaciones durante el periodo investigado. La clave de la presunta trama —cuya creación se atribuye al padre— es el contrato “simulado” por el que los derechos de Messi se cedían a empresas radicadas en paraísos fiscales (Belice) o de fiscalía baja (Uruguay) a cambio de una cantidad irrisoria, muy por debajo de los beneficios que previsiblemente, iba a obtener.
Un ejemplo de los procedimientos empleados: en enero de 2006, Messi cedió sus derechos por 38.040 euros a Sports Consultants; cuatro días después, esa empresa instrumental firmó con Adidas un acuerdo de nueve millones por seis años. Esos ingresos, según la fiscalía, circularon por el extranjero sin que las autoridades españolas los detectaron y acabaron en el bolsillo de la familia Messi.
El jugador argentino cumplió ayer 26 años. El sábado pasado participó en Milán en un desfile de moda de Dolce&Gabanna, la marca de ropa que le patrocina. Precisamente los dos prestigiosos diseñadores acaban de ser condenados por un tribunal de primera instancia de Milán a un año y ocho meses de prisión y a pagar una multa provisional de 500 millones por haber omitido declarar cerca de 1.000 millones.
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