Cómo luchar contra el Estado Islámico
Poject Sind.
CAMBRIDGE - El Estado Islámico ha capturado la atención del mundo con videos horribles de decapitaciones, destrucción arbitraria de antigüedades, y el uso adecuado de los medios sociales. También ha capturado una gran parte del este de Siria y el oeste de Irak, proclamado un califato sede en Raqqa, Siria, y atrajo a los yihadistas extranjeros de todo el mundo.
El presidente estadounidense, Barack Obama dice que el Estado islámico debe ser degradado y finalmente derrotado. Ha nombrado el general John Allen, para dar lugar a una coalición de unos 60 países en la tarea, confiando en ataques aéreos, las fuerzas especiales y misiones de entrenamiento. Algunos críticos quieren que enviar más tropas estadounidenses; otros dicen que Estados Unidos debe conformarse con una doctrina de la contención.
En la actual campaña presidencial en Estados Unidos, algunos candidatos están pidiendo Tienen razón "botas sobre el terreno.": Se necesitan botas. Pero los soldados que los usan deben ser sunitas árabes y turcos, y no estadounidenses. Y eso dice mucho acerca de la naturaleza de la triple amenaza que enfrentamos los EE.UU. y sus aliados.
El Estado Islámico es tres cosas: un grupo transnacional terrorista, un proto-estado, y una ideología política con raíces religiosas. Surgió de al-Qaeda después de la equivocada invasión estadounidense de Irak; y, al igual que al-Qaeda, que apela a extremistas sunitas islamistas. Pero ha ido más allá, mediante el establecimiento de un califato, y ahora es un rival de al-Qaeda. Su posesión de territorio crea la legitimidad y la capacidad para la yihad ofensiva, que los salarios no sólo contra los infieles, sino también chiítas y sufíes musulmanes, a los que considera "takfir", o no verdaderos monoteístas islámicos.
El Estado Islámico exalta la pureza del Islam en el siglo VII, pero es muy hábil en el uso de medios de comunicación del siglo XXI. Sus videos y canales de medios sociales son herramientas eficaces para atraer a una minoría de musulmanes - principalmente los jóvenes de Europa, América, África y Asia - que están luchando con su identidad. Contrariedad, muchos se sienten atraídos por "Sheikh Google", donde los reclutadores del Estado Islámico esperan para acosar a ellos.
Según algunas estimaciones, hay más de 25.000 combatientes extranjeros que prestan servicios en el Estado Islámico de hoy. Los que mueren son reemplazados rápidamente.
La naturaleza tripartita del Estado Islámico crea un dilema de política. Por un lado, es importante utilizar el poder militar duro para privar al califato del territorio que le proporciona tanto santuario y legitimidad. Pero si la huella militar estadounidense es demasiado pesado, el poder blando del Estado Islámico se fortalecerá, ayudando así a los esfuerzos globales de reclutamiento.
Es por ello que las botas sobre el terreno deben ser sunita. La presencia de las tropas extranjeras o chiítas refuerza la afirmación del Estado Islámico de estar rodeado y desafiados por los infieles. Hasta el momento, gracias en gran parte a las fuerzas kurdas eficaces, que son mayoritariamente sunita, el Estado Islámico ha perdido cerca del 30% del territorio se celebró hace un año. Pero el despliegue de la infantería sunita adicional requiere una formación, apoyo y tiempo, así como la presión sobre el gobierno central dominado por los chiíes de Irak para templar su enfoque sectario.
Después de la debacle en Libia (donde el Estado Islámico apoya milicias yihadistas y ha anunciado la creación de tres "provincias distantes"), Obama es comprensiblemente reacios a derrocar el régimen del presidente sirio Bashar al-Assad, sólo para ver el tomar el control del Estado Islámico de más territorio, acompañado por atrocidades genocidas contra muchos que no son sunitas de Siria. Pero Assad es una de las herramientas de reclutamiento más eficaces del Estado islámico. Muchos yihadistas extranjeros responden a la perspectiva de ayudar a derrocar a un gobernante alauita tiránico que está matando a los sunitas.
La tarea diplomática de Estados Unidos es persuadir a los partidarios de Assad, Rusia e Irán, para sacarlo sin desmontar los restos de la estructura del Estado sirio. Una zona de exclusión aérea y una zona de seguridad en el norte de Siria por los millones de personas desplazadas podrían reforzar la diplomacia estadounidense. Y la prestación de asistencia humanitaria masiva para los refugiados (en el que el ejército estadounidense es muy eficaz) aumentaría el poder estadounidense suave enormemente.
Tal como está, la financiación y la coordinación de estrategia de poder blando de Estados Unidos es inadecuada. Pero sabemos que el poder duro no es suficiente, sobre todo para disputar el territorio cibernético que ocupa el Estado Islámico - por ejemplo, mediante el desarrollo de una capacidad de acabar con botnets y contrarrestar las cuentas de medios sociales hostiles.
Incluso si los EE.UU. y sus aliados derrotamos el Estado Islámico en la próxima década, debemos estar preparados para un grupo extremista suní similar a resurgir de las cenizas. Las revoluciones del tipo Medio Oriente está experimentando tardan mucho tiempo en resolverse. Las fuentes de inestabilidad revolucionaria incluyen fronteras postcoloniales tenues; modernización arrestado; la fallida "primavera árabe"; y el sectarismo religioso, exacerbado por la rivalidad interestatal entre sunitas gobernado Arabia Saudita y Shia gobernó-Irán.
En Europa, las guerras de religión entre católicos y protestantes se prolongaron durante casi un siglo y medio. La lucha terminó (con la Paz de Westfalia en 1648) sólo después de que Alemania perdió una cuarta parte de su población en la Guerra de los Treinta Años.
Pero también vale la pena recordar que las coaliciones de esa época eran complejos, con la Francia católica ayudando protestantes holandeses contra Habsburgo católicos para dinástica en lugar de razones religiosas. Debemos esperar complejidad similar en el actual Oriente Medio.
De cara al futuro en una región en la que los EE.UU. tiene intereses tan variados como la energía, la seguridad de Israel, la no proliferación nuclear, y los derechos humanos, las autoridades estadounidenses tendrán que seguir una estrategia flexible de "contención más codazos", lo que implica ponerse del lado de los diferentes estados y grupos en diferentes circunstancias.
Por ejemplo, si la política iraní vuelve más moderada, a veces Irán compartirá intereses de Estados Unidos, y en ocasiones se opondrá a ellos. De hecho, el acuerdo nuclear reciente puede abrir oportunidades para una mayor flexibilidad. Para apoderarse de ellos, sin embargo, la política exterior de Estados Unidos hacia el Medio Oriente tendrá que desarrollar un mayor nivel de sofisticación que el debate actual revela.
Joseph S. Nye recientemente co-presidió una discusión Aspen Strategy Group en el Estado Islámico y el radicalismo en el Medio Oriente.
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