miércoles, 2 de septiembre de 2015

La atonía del Parlamento asturiano...


El Parlamento asturiano pasará medio año sin plenos ordinarios

La última sesión con actividad legislativa se celebró el 20 de marzo y la próxima no tendrá lugar hasta octubre // La oposición critica la parálisis de la Junta y la parsimonia del PSOE
Raúl Álvarez

RAÚL ÁLVAREZ

@RALLVAREZ
MIÉRCOLES 02 DE SEPTIEMBRE DE 2015
Más de seis meses, medio año completo, va a pasar el Parlamento asturiano sin celebrar plenos ordinarios. El regreso al trabajo de los órganos de la cámara –la Mesa y la Junta de Portavoces— después de las vacaciones de agosto ha servido para fijar el calendario de actividades de septiembre, en el que no se ha incluido ninguna sesión plenaria para discutir proyectos de ley o mociones de los grupos. La Junta General celebró su última reunión ordinaria los días 19 y 20 de marzo antes de quedar disuelta por la convocatoria de las elecciones autonómicas de mayo. Desde entonces, los diputados únicamente se han visto las caras para los actos institucionales que ponen en marcha la legislatura: la propia constitución de la cámara y la sesión de investidura con sus correspondientes votaciones. En septiembre, habrá otras dos ocasiones de compromiso: el pleno del Día de Asturias, que tendrá lugar el próximo lunes, y el del día 25, en el que el Parlamento elegirá a sus representantes en el Senado y en otras instituciones. Pero hasta octubre no habrá una convocatoria ordinaria.
La situación no ha pasado sin críticas por la reunión de los portavoces. PP y Podemos han lamentado en voz alta la parálisis y la falta de actividad legislativa del Parlamento. “Se sigue posponiendo la actividad normal”, ha lamentado la representante de Podemos Lucía Montejo.
El PP, por su parte, no sujeta sus críticas a la actividad de la Junta, sino que las extiende a la actitud del PSOE en el Ejecutivo regional. “Genera sorpresa la parsimonia de este Gobierno, su escasa prisa por comenzar la actividad”, ha indicado el diputado Agustín Cuervas-Mons. La lentitud con la que se está desplegando el inicio de la legislatura también suscita preocupación en Izquierda Unida, la fuerza que apoyó la investidura de Javier Fernández, que ya ha enviado un toque de atención al presidente, aunque por el momento evita sumarse al coro de recriminaciones en la Junta.
El gabinete aún tiene pendiente el nombramiento de seis de sus altos cargos –los del área de Cultura en la Consejería de Educación y Cultura, los del área de Hacienda en Hacienda y Sector Público y la dirección del Instituto Asturiano de la Mujer— y tampoco ha cumplido las estimaciones más optimistas del PSOE sobre la rapidez con la que podrían ponerse en prácticas las medidas sociales incluidas en el acuerdo con IU. Todos esos asuntos se acumulan sobre las mesas de los consejeros, que después del Día de Asturias emprenderán una ronda de comparecencias a lo largo de dos semanas para explicar a las comisiones del Parlamento sus planes y objetivos para la legislatura.

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