El duro regreso de Draghi: cómo hacer frente a China y a la caída de la inflación
Cristina Casillas
El jueves los mercados estarán pendientes de la reunión del BCE. El organismo que rige la política monetaria de la eurozona se reúne tras el parón veraniego. La cita será muy esperada por los mercados, ya que su presidente, el italiano Mario Draghi, no acudió a la cita de Jackson Hole, lugar dónde se reúnen los principales banqueros del mundo. El regreso no será fácil. Las caídas desatadas por el frenazo económico chino está desatando el pánico en los mercados. Pero, además, las expectativas de inflación no mejoran por el descenso del crudo. El IPC de agosto se situó en la eurozona en el 0,2% mientras que en España volvió a tasas negativas.
José Luis Martínez, estratega de Citi para España, espera que el BCE rebaje su previsión de inflación por 0.2 puntos (hasta un 0.1 %) este año y el próximo (1.3 %). Pero también esperamos un recorte de 0.3 puntos en la inflación prevista de 2017 (hasta niveles de 1.5 %). Recordemos que el organismo tiene como objetivo de inflación el 2%, algo que se ha puesto cuesta arriba tras las nuevas caídas de las materias primas.
Por su parte, Álvaro García-Capelo, analista de XTB, señala que "Es obvio que China está en la agenda de todos los inversores y más aún del BCE. Los datos del PMI Chino no están ayudando a recuperar las expectativas sobre china y hemos de esperar a la evolución de los datos macro provenientes del país asiático para poder confirmar una posible recesión en el país o si las caídas experimentadas se trataron de un pánico generalizado".
Y aquí la gran pregunta: ¿es necesario que el BCE tome ya nuevas medidas expansivas?
Martínez recuerda que ya "La semana pasada el propio Constancio pedía tiempo para analizar el escenario, tras la reciente crisis de los mercados en China. Por otro, Praet con un mensaje similar de fondo, también reconocía que el programa de recompra de activos ofrecía margen para actuar tanto en tamaño, composición y duración. Nosotros, sobre la base de las propias previsiones del BCE" en términos de crecimiento e inflación esperamos que el QE se prolongue más allá de septiembre del próximo año.
La conclusión es obvia: Draghi se mostrara convencido de las bondades de las medidas extremas de política monetaria implementadas hasta el momento al mismo tiempo que rechazará ponerle un límite.
Pero lo cierto es que según una encuesta entre economistas sobre el final del QE en septiembre del 2016 la mayoría se inclinó por su prolongación más allá de esta fecha. Algo sin duda ha cambiado durante el verano cuando en junio incluso algunos se inclinaban por retirar la compra de activos antes de tiempo.
García-Capelo sostiene que "la FED siempre se ha mantenido muy conservadora a la hora de dilucidar el momento exacto de la subida de tipos de interés. Ya lo hizo con el problema Grecia y actualmente, con China, pensamos que será igual o incluso pueden actuar con más precaución ya que nos encontramos en un punto de mucha incertidumbre y hay que esperar a nuevos datos sobre la economía China para analizar el caso más en profundidad. Personalmente considero que la subida no tendrá lugar en septiembre y, de seguir todo así, quizás no lo veamos hasta 2016
¿Qué puede hacer la política monetaria en este escenario?
Lo más simple es afirmar que tenderá a aislar la situación financiera de la zona de la inestabilidad procedente del exterior, bien sea en nuestro caso una subida de los tipos de interés en USA o la incertidumbre desde China. Y esto a corto plazo pasa por mantener la confianza sobre el éxito de las medidas ya tomadas y su continuidad en el tiempo. Pero, ¿es suficiente? Naturalmente, siempre se puede ampliar el volumen de compras desde los 60 bn. mensuales actuales. Pero ya en los últimos días hay rumores sobre la necesidad de ampliar la oferta de la banca de ABS, sustituyendo con ello crédito empresarial antiguo por nuevo. Otra cosa es que la banca encuentre una demanda de crédito empresarial sólida para crecer por el activo frente a la estrategia actual de reducir gastos o buscar oportunidades a través de operaciones corporativas. Coeure demandó de forma urgente que la Unión bancaria sea finalizada.
José Luis Martínez, estratega de Citi para España, espera que el BCE rebaje su previsión de inflación por 0.2 puntos (hasta un 0.1 %) este año y el próximo (1.3 %). Pero también esperamos un recorte de 0.3 puntos en la inflación prevista de 2017 (hasta niveles de 1.5 %). Recordemos que el organismo tiene como objetivo de inflación el 2%, algo que se ha puesto cuesta arriba tras las nuevas caídas de las materias primas.
Por su parte, Álvaro García-Capelo, analista de XTB, señala que "Es obvio que China está en la agenda de todos los inversores y más aún del BCE. Los datos del PMI Chino no están ayudando a recuperar las expectativas sobre china y hemos de esperar a la evolución de los datos macro provenientes del país asiático para poder confirmar una posible recesión en el país o si las caídas experimentadas se trataron de un pánico generalizado".
Y aquí la gran pregunta: ¿es necesario que el BCE tome ya nuevas medidas expansivas?
Martínez recuerda que ya "La semana pasada el propio Constancio pedía tiempo para analizar el escenario, tras la reciente crisis de los mercados en China. Por otro, Praet con un mensaje similar de fondo, también reconocía que el programa de recompra de activos ofrecía margen para actuar tanto en tamaño, composición y duración. Nosotros, sobre la base de las propias previsiones del BCE" en términos de crecimiento e inflación esperamos que el QE se prolongue más allá de septiembre del próximo año.
La conclusión es obvia: Draghi se mostrara convencido de las bondades de las medidas extremas de política monetaria implementadas hasta el momento al mismo tiempo que rechazará ponerle un límite.
Pero lo cierto es que según una encuesta entre economistas sobre el final del QE en septiembre del 2016 la mayoría se inclinó por su prolongación más allá de esta fecha. Algo sin duda ha cambiado durante el verano cuando en junio incluso algunos se inclinaban por retirar la compra de activos antes de tiempo.
García-Capelo sostiene que "la FED siempre se ha mantenido muy conservadora a la hora de dilucidar el momento exacto de la subida de tipos de interés. Ya lo hizo con el problema Grecia y actualmente, con China, pensamos que será igual o incluso pueden actuar con más precaución ya que nos encontramos en un punto de mucha incertidumbre y hay que esperar a nuevos datos sobre la economía China para analizar el caso más en profundidad. Personalmente considero que la subida no tendrá lugar en septiembre y, de seguir todo así, quizás no lo veamos hasta 2016
¿Qué puede hacer la política monetaria en este escenario?
Lo más simple es afirmar que tenderá a aislar la situación financiera de la zona de la inestabilidad procedente del exterior, bien sea en nuestro caso una subida de los tipos de interés en USA o la incertidumbre desde China. Y esto a corto plazo pasa por mantener la confianza sobre el éxito de las medidas ya tomadas y su continuidad en el tiempo. Pero, ¿es suficiente? Naturalmente, siempre se puede ampliar el volumen de compras desde los 60 bn. mensuales actuales. Pero ya en los últimos días hay rumores sobre la necesidad de ampliar la oferta de la banca de ABS, sustituyendo con ello crédito empresarial antiguo por nuevo. Otra cosa es que la banca encuentre una demanda de crédito empresarial sólida para crecer por el activo frente a la estrategia actual de reducir gastos o buscar oportunidades a través de operaciones corporativas. Coeure demandó de forma urgente que la Unión bancaria sea finalizada.
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