La ausencia de Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados y laconfirmación del propio presidente del Gobierno en funciones sobre el rechazo del PSOE a su propuesta para una gran coalición sitúan ya a Pedro Sánchez como única opción viable en la futura investidura. En este contexto, y tras haber debutado como ‘mediador’ en el primer pacto de la XI Legislatura, que situó a Patxi López en la Presidencia de la Mesa del Parlamento, Albert Rivera atisba un posible acuerdo entre los socialistas, Podemos y PNV para elegir un futuro Ejecutivo progresista, que podría contar con la abstención de Ciudadanos, según confirman fuentes de la formación naranja.
Aunque la vía por la que el grupo encabezado por el barcelonés sigue apostando es la del pacto entre los denominados partidos constitucionalistas -PP, PSOE y ellos mismos-, Rivera es consciente de que Rajoy y Sánchez no llegarán a un entendimiento tras la enésima negativa del jefe de Ferraz. Este escenario habría provocado en cierto modo un giro en la postura de Ciudadanos, partidario de que la legislatura comience cuanto antes y no se repitan elecciones, poniendo sobre la mesa la abstención de su partido para permitir un Gobierno liderado por Pedro Sánchez, que contaría con el apoyo de Podemos. Siempre que cuaje ese entendimiento, claro. Y el líder del PSOE no deja de insistir en que lo buscará hasta la extenuación. También lo hizo este martes.
La actitud de C's estaría condicionada, no obstante, a una cuestión fundamental: que no se rompiera la unidad de España ni se permitiera el derecho a decidir
Lo que la formación no se plantea de ningún modo es dar el ‘sí’ o formar parte de un Ejecutivo que no esté liderado por Ciudadanos, y mantienen como principal objetivo llevar a cabo “una oposición responsable”. La abstención del grupo de Rivera estaría condicionada en todo caso a varios supuestos, según explican altos cargos de la formación de centro. Por un lado, que los partidosindependentistas catalanes -ERC y Democràcia i Llibertat (DiL)- no apoyaran la investidura de Sánchez. Y en la misma línea, mantendría su línea roja de no permitir la celebración del referéndum en Cataluña. Un supuesto con el que está de acuerdo el PSOE, y que supone un difícil escollo con el que Pedro Sánchez deberá lidiar, teniendo en cuenta que Podemos lo mantendría en sus exigencias.
Discurso más conciliador
Más allá de la consulta, Rivera ha templado su discurso contra el partido de Pablo Iglesias en el nuevo contexto que acerca al PSOE al futuro Gobierno de España. En sus últimas intervenciones, no volvió a insistir en cuestiones sobre política económica o exterior que, al ser “antagónicas” a la postura del partido naranja, antes formaban parte de los límites impuestos por Ciudadanos. Ahora, la prioridad de Rivera es que el candidato a la Presidencia asuma que debe liderar un Gobierno reformista y esté dispuesto a seguir una hoja de ruta de reformas y consenso. “En ese caso, pueden recabar la abstención de Ciudadanos y estaremos encantados de hablar”, dijo el presidente del partido centrista este mismo lunes.
Por otro lado, el grupo parlamentario naranja insiste enérgicamente en la necesidad de poner en marcha la legislatura. Ciudadanos considera que las urnas hablaron el pasado 20 de diciembre y pidieron un cambio en la forma de hacer política, donde el diálogo y los acuerdos entre partidos son necesarios para acometer las grandes reformas que se hagan a partir de ahora en el país. El rechazo del partido de Rivera a la celebración de nuevas elecciones podría estar relacionado con el descenso que sufriría Ciudadanos en votos y escaños, aunque la formación reniega de esa posibilidad afirmando que lo que ahora toca es “ponerse a trabajar”.
Fuentes próximas al líder naranja apuntaron además que, en caso de ser investido Sánchez, funcionaría la geometría variable. Podría haber acuerdos del PSOE con Podemos para ciertas materias, y con C's para otras. El PP es fundamental para cualquier reforma constitucional.
"No corresponde ahora"
En Ferraz, mientras, impera la "prudencia". Tanto si el viento sopla a favor, como en estas últimas horas, como si viene a la contra, como a finales de la semana pasada, cuando Ciudadanos se sintió ofendido por la cesión de senadores a ERC y DiL. Aunque miembros de la ejecutiva y en los territorios celebran lo obvio, el cauteloso movimiento de Albert Rivera a su favor, vista además la inacción de Rajoy.
"No queremos levantar falsas expectativas, porque no corresponde en este momento -señalan desde el entorno más cercano al secretario general-. Esta semana, el Rey es quien está haciendo las consultas y es el tiempo de Mariano Rajoy, y queremos ser respetuosos con los tiempos. Si no logra la investidura, entonces ya entramos nosotros. Pero Ciudadanos ha dicho una verdad como un templo: que el presidente en funciones no está hablando con nadie y que el PSOE tiene una facilidad innata para hablar y dialogar, porque lo hizo tras el 24 de mayo en comunidades y ayuntamientos sin ser la lista más votada". ¿Hay más o menos optimismo? Desde el círculo de Pedro Sánchez, insisten en que la sensación "es la misma", y que toca ser "escrupulosos".
En la tarde de este martes, el secretario general se mantuvo en sus trece. En un acto en San Sebastián con la líder del PSE, Idoia Mendia -uno de sus más firmes apoyos en el partido-, volvió a insistir en su idea de construir un "Gobierno progresista" en caso de que Rajoy naufrague. Para edificar ese acuerdo, añadió, el PSOE no tiene "líneas rojas" ni ha establecido "cordones sanitarios contra nadie", ya que apuesta por "tender puentes". Y dijo sentirse "fuerte" para intentarlo: "Que no os quepa duda: voy a ser fiel a nuestros compromisos, leal a nuestros votantes y consecuente con lo que hemos venido diciendo durante estos últimos cuatro años", anticipó a sus simpatizantes, informa EFE.
En Ferraz impera la "prudencia", pero inciden en que C's "dice una verdad como un templo": que Rajoy no habla y que el PSOE tiene "facilidad" de diálogo
Y mientras C's se ablanda, también lo hace, a su manera, Podemos, ya que este martes renunció a registrar cuatro grupos distintos en el Congreso, llevando el pulso hasta el final, y optó por reunir a sus diputados en un mismo grupo. Cobijó a 65, tras el descuelgue de los cuatro representantes de Compromís.
Aunque el equipo del líder socialista no quiere hacer cábalas sobre las futuras combinaciones, varios dirigentes, y sobre todo en los territorios, estiman que la fórmula óptima sería una entente con Podemos y Ciudadanos, de forma que la investidura no dependiera de la abstención de ERC y DiL. Meridianamente claro fue este martes el presidente manchego, Emiliano García-Page, miembro delsector crítico del partido, junto a los barones de Andalucía (Susana Díaz), Extremadura (Guillermo Fernández Vara), Asturias (Javier Fernández), Valencia (Ximo Puig) y Aragón (Javier Lambán). "Para poder hablar de tú a tú con quien quiere irse de España, de entrada no hay que depender de su voto o de su silencio", subrayó Page. "Si algún día, el Gobierno de España depende de las dos o tres abstenciones o del silencio, no digamos del apoyo, de los independentistas, puede terminar pasando que los tres diputados independentistas decidan la gobernación del país".
La mejor solución
El simple préstamo de senadores a los secesionistas ya desató de nuevo las hostilidades hacia Sánchez -"Nada se hace a cambio de nada", criticó Page este martes-, así que una abstención clave de ERC y DiL sería vista con terror en las federaciones, porque se podría interpretar que Sánchez se lanza a por el Gobierno "a cualquier precio". Conseguir la abstención de Ciudadanos sería más digerible y, sobre todo, facilitaría la gobernabilidad.
El barón castellanomanchego elogió que Sánchez esté trabajando en "fraguar un consenso que hoy por hoy se empieza a esbozar como una posibilidad". Un acuerdo en torno a una "agenda social prioritaria", que puede pactarse con Podemos -"siempre rechazando la línea roja" de la independencia o del derecho a decidir de Cataluña- y un "equilibrio constitucional y político" que se puede alcanzar con Ciudadanos. "Tal y como ha quedado el panorama, esta opción a dos bandas y media es posible", abundó.
Page avisa de que no se puede "depender del voto o del silencio" de ERC o DiL, y apuesta por un pacto con Iglesias en lo social y con Rivera en la regeneración
"La madre del cordero es cómo se consigue la investidura y a qué precio. Con ERC y DiL estaríamos vendidos, y además no tendríamos estabilidad. Y no solo hay que conseguir la elección, hay que gobernar al día siguiente. La geometría variable necesita un punto de apoyo, no puede ser un salto mortal permanente", indican desde el entorno de Page, e insisten en la necesidad de que el acuerdo que se alcance sea "transparente, por escrito y cierto", que trace una hoja de ruta clara para el Ejecutivo, "y no sea cada día una aventura". Desde el equipo de Susana Díaz, añaden que además de conquistar a "la familia de la novia", hay que atraerse "a la novia", a Podemos, hacia el 'sí', siempre que abandone sus "veleidades independentistas y priorice la agenda social". Los barones críticos son más escépticos que la dirección federal, y deslizan que la aritmética sigue sin dar, y que sería lesivo para el PSOE que cale la impresión de que está dispuesto a todo para llegar a La Moncloa.
En el partido se sostiene, en consecuencia, que Rivera "ha movido ficha" por dos razones básicas: porque teme ir a nuevas elecciones, consciente del castigo que le infligirían, y por "responsabilidad". "Celebro que Ciudadanos se haya bajado de su posición inicial de facilitar el Gobierno al más votado, porque era apoyar a un partido corrupto", señala un miembro de la ejecutiva de Sánchez, con plena "convicción" de que el líder logrará la investidura. "Quizá no sea la mejor situación para el partido, porque corremos muchísimo riesgo, pero sí es lo mejor para el país", añade esta fuente, que recuerda que el camino del entendimiento con C's ya se comenzó a desbrozar cuando accedió a votar a Patxi López como jefe de la Cámara Baja.
El PSOE quiere extender su compromiso con la regeneración al conjunto de la Cámara
Pedro Sánchez ya registró la semana pasada en el Congreso una batería de 17 iniciativas parlamentarias, con el objetivo de que puedan debatirse cuanto antes. Este martes añadió otras cinco medidas que su grupo asume y que pretende que se extiendan al Parlamento en la modificación del reglamento que el PSOE tiene decidido impulsar en esta legislatura.
El secretario general hizo este anuncio en la presentación de Óscar Puente, alcalde de Valladolid, en el desayuno informativo de SmartCity Foro de la Nueva Ciudad. Una intervención que le sirvió además para elogiar las "alianzas de izquierdas" entabladas por el regidor como modelo, ya que él gobierna con Valladolid Toma la Palabra (IU y Equo) y fue investido además con el apoyo de Sí Se Puede Valladolid, plataforma municipalista impulsada por Podemos. Las cinco medidas planteadas por el líder del PSOE son las siguientes:
-La renuncia, por parte de los parlamentarios socialistas, al ejercicio profesional de actividades privadas y que, en todo caso, garantice que aquellas que eventualmente puedan ser autorizadas no reportarán al cargo público ningún tipo de retribución. La idea no es estrictamente nueva, porque ya la impulsó al poco de llegar a la Secretaría General, en julio de 2014. El argumento se mantiene: "No se puede ser diputado en los ratos libres, mientras se dedican el resto del tiempo a hacer negocios o buscar comisiones", dijo, en referencia a Pedro Gómez de la Serna, exdiputado del PP -que aún mantiene su acta en el Congreso- investigado por el cobro de comisiones ilegales.
-Publicidad y transparencia con la actividad de los parlamentarios, sus agendas y sus viajes, así como de sus declaraciones de bienes y sus retribuciones.
-Prohibir la concesión del indulto en los delitos vinculados a supuestos de corrupción y violencia de género.
-Elevar la exigencia del régimen de incompatibilidades para que mejore el formato de la declaración de bienes y patrimonio de los funcionarios y cargos públicos, así como la obligación de comunicar las variaciones que se produzcan en las mismas durante el mandato y, en todo caso, al inicio y al fin del mismo.
-Impedir la concurrencia en una candidatura o, en su caso, obligar a cesar, a quien ejerce un cargo representativo cuando se abre juicio oral contra él por delitos relacionados con la corrupción.
Estas medidas están recogidas en el código ético que el partido aprobó en octubre de 2014, con el fin de dotar al PSOE de "un compromiso con la transparencia, la honestidad y la apertura para el buen Gobierno de España". Ese texto, para Sánchez, marca la diferencia con el PP, al que "cuando le hablas de transparencia se cree que le estás hablando de moda". "La diferencia entre el PP y el PSOE es que hacemos firmar un exigente código ético a nuestros diputados y ellos sientan en el Congreso a Gómez de la Serna", subrayó.
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