Oviedo reordena las terrazas hosteleras en calles y plazas peatonales
El ayuntamiento diseña la disposición de mesas y sillas en los más de 400 negocios ubicados en las zona cerradas al tráfico que el PP había dejado sin resolver
El Ayuntamiento de Oviedo acaba de ordenar la disposición de las terrazas hosteleras en plazas y calles peatonales y en espacios libres no ajardinados. Este trabajo resuelve la colocación de sillas y mesas en más de 160 sitios en los que los intereses de varios negocios podrían colisionar, un conflicto que el anterior Gobierno del PP --que aprobó la ordenanza que entró en vigor el pasado 1 de enero-- había dejado sin resolver. En total, 400 negocios saben ya cuál es el espacio exacto que les corresponde y cómo tienen gestionarlo en caso de que quieran instalar una terraza. Así lo ha comunicado la Concejalía de Urbanismo, que trabaja desde el pasado mes de julio para buscar la fórmula que permita adaptarse a la nueva legislación y que ha tenido que contratar una consultoria especializada para conseguirlo.
El responsable de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo, ha explicado que la anteriorr corporación no desarrolló el trabajo técnico necesario para determinar qué hacer en espacios urbanos concretos como plazas, calles peatonales y espacios libres no ajardinados con un tamaño de un círculo de diez metros de diámetro, en los que haya que compatibilizar varios usos y existen, además, uno o varios negocios de hostelería que tienen que repartirse el espacio para montar sus terrazas. Ese es el conflicto que acaban de resolver en cada uno de los 160 espacios que cumplen esas condiciones. Las directrices generales ya están marcadas y ahora los servicios municipales están valorando caso a caso el reparto de las superficies de terrazas entre los distintos establecimientos.
Los puntos más conflictivos, según explica el ayuntamiento, son las calles peatonales cuya anchura no permite situar terrazas más que a uno de los lados y en las que además resulta complejo resolverlo porque se tienen que conjugar más factores, como el uso público. En estos casos no solo deben definir la franja de suelo que pueden ocupar con mesas y sillas, sino que además hay que comprobar los establecimientos que pueden concurrir en ese espacio y distribuirlo en proporción a su aforo. Además, ese reparto final respeta portales y garajes y depende de que todos los establecimientos implicados hayan presentado su solicitud.
El mobiliario de las terrazas en estas vías deberá permitir un paso peatonal de 1,80 metros por un lado, y otro para vehículos de 3,50 por otro. En el caso de calles de menos de seis metros, el paso para peatones podrá ser excepcionalmente de 1,50 metros. Las calles que midan menos de 5,70 metros de ancho no podrán tener terrazas. El ejemplo es la calle Cimadevilla, donde este modelo lleva varios años ya consolidado.
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