Open de Australia Masculino - Open de Australia 2016, Federer-Dolgopolov: Del bombardeo un arte (6-3, 7-5 y 6-1)
Roger Federer se clasificó para la tercera ronda del Open de Australia 2016 después de derrotar al ucraniano Alexandr Dolgopolov por 6-3, 7-5 y 6-2 en poco menos de dos horas de partido. El tenista suizo demostró ser inexpugnable con su servicio, sin ceder ni una sola bola de 'break' a un Dolgopolov que se vio desbordado desde el primer juego.
Eurosport
Personajes
Roger Federer. Ahora bajo la batuta de Ivan Ljubicic, el suizo busca convertirse en el bombardero más efectivo del circuito. Frente a Dolgopolov mostró que su servicio va a ser uno de los más difíciles de romper entre los tenistas de referencia, apabullando a su rival con una sucesión interminable de saques directos que aceleraron la resolución del partido.
Alexandr Dolgopolov. Fue un mal presagio que en el cuarto juego de partido ya hubiera terminado con sus huesos sobre el cemento del Rod Laver Arena. No tuvo ninguna opción de romper el servicio de Federer y con su saque mostró debilidad con varias dobles faltas. Federer supo cuándo rompérselo a conveniencia y eso terminó decidiendo el partido. Eso sí, dejó golpes que levantaron aplausos en las gradas de Melbourne.
Nudo
Roger Federer no se cansa de innovar para perpetuar su posición en la élite. A pesar de su veteranía y de tener ya 17 torneos del Grand Slam en sus vitrinas, el suizo no se cansa y quiere adaptarse para seguir dando lecciones a los más jóvenes, dejando un legado que, una vez decida retirarse, quedará como uno de los más extensos y apabullantes de la historia del tenis. En 2016, el Expreso de Basilea quiere dar una vuelta de tuerca más a su rendimiento en pista dura de la manode Ivan Ljubicic, y su servicio, ya de por sí difícil de desarmar, va camino de ser sencillamente indestructible.
El tormento de verse las caras con Federer recayó en el tercer día de torneo en Alexandr Dolgopolov, quien pareció disfrutar de la experiencia más allá de ser consciente de que su camino en el torneo estaba escrito de antemano desde el momento en el que se hizo oficial su emparejamiento con Federer. Sin posibilidad alguna al resto, le tembló la mano en momentos decisivos con su saque, sumando dobles faltas aquí y allá mientras Federer sumaba aces sin misericordia –hasta 25 llegó a alcanzar en menos de dos horas de partido-. El suizo sólo tuvo que romper una vez el servicio de Dolgopolov en cada set, y en el tercero decidió acelerar para sumar seis juegos consecutivos, demostrar el abismo existente entre uno y otro y marcharse a descansar hasta el próximo viernes, cuando seguirá sentando cátedra en Melbourne.
Nuestra opinión
Acabados los elogios y la lista de distinciones individuales posible para Federer, el suizo no deja de buscar innovaciones en su tenis, mostrando una capacidad de adaptación admirable. Sólo con su palmarés -17 Grand Slams e innumerables torneos del circuito ATP-, podría sentarse a disfrutar de lo conseguido, pero lejos de eso, su actitud sigue siendo admirable, con la meta de un 18.º torneo grande entre ceja y ceja. La sola presencia de Novak Djokovic lo dificulta, pero sólo con su intachable comportamiento y compromiso sobre la pista el aficionado disfruta de uno de los más grandes de siempre.
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