La VANGUARDIA-Mariano Rajoy quisiera alcanzar un acuerdo de gobierno lo más rápidamente posible. La prioridad es atraer al PSOE gonzaliano antes de que emerja la Tentación Negrín, que podría tener a José Luis Rodríguez Zapatero como principal valedor, con el apoyo de los socialistas catalanes, valencianos y baleares, entre otros. Ya no es ningún secreto que Zapatero tiene abierta una fluida vía de comunicación con Pablo Iglesias, al margen de Pedro Sánchez. Hay prisa marianista. Lo cuenta en la crónica de apertura de hoy la subdirectora Isabel Garcia Pagan, que ayer pulsó el estado de ánimo del equipo del presidente a su paso por Barcelona.
Rajoy está dispuesto a coger el teléfono la noche misma de las elecciones para hilvanar un acuerdo antes de que la situación se empantane en agosto. Los agostos en Madrid son terribles. El calor es africano –las primeras oleadas de aire caliente del Rif ya están llegando–, la gente huye, la paciencia se resiente y pueden recalentarse muchos los circuitos neuronales, pese al aire acondicionado. Madrid en agosto es una ciudad peligrosa.
Hay prisas, pero del 26-J puede salir un cuadro más complicado que el de diciembre. Riesgo de bloqueo, con el agravante de la experiencia adquirida. Los viejos y los nuevos ya se conocen los trucos. Un cruce de vetos con eslabón débil en el PSOE, en cuyo interior puede estallar a partir de la semana que viene una tremenda pelea sobre el liderazgo y la definición de la línea.
Nadie descarta el colapso y por ello vuelven a emerger, como ya ocurrió, tímidamente, entre enero y febrero, las conjeturas sobre una figura de consenso que pudiese poner de acuerdo a populares y socialistas. Una figura ajena al primer plano de la política, bien conectada con la Comisión Europea y capaz de dirigir un gobierno de reformas por un periodo de dos años. Recordemos que la Constitución española de 1978 no establece como obligación que el candidato a la presidencia del Gobierno sea diputado.
Solución de emergencia para evitar unas terceras elecciones. Un paréntesis constructivo antes de volver a votar de nuevo. La hipótesis Monti. (El economista Mario Monti, ex comisario europeo, independiente de prestigio, dirigió un gobierno técnico en Italia entre noviembre del 2011 y diciembre del 2012, ante el colapso del dominio berlusconiano).
En Madrid, que siempre es una olla a presión, haga frío o calor, ya circulan algunos nombres para esa solución de emergencia. El más citado esta semana es el economista José Manuel González-Páramo, que fue miembro del consejo de gobierno del Banco Central Europeo entre el 2004 y el 2012. Relativamente próximo al PP, podría ser aceptable para el PSOE bruselense. Cosas que se dicen en Madrid, quizá disparatadas, a cuatro días de las elecciones, mientras llega la primera oleada de aire caliente.
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