El fraude eléctrico de las empresas encarece el recibo de la luz en 120 millones
La CNMC advierte incluso de una cierta “profesionalización” en los enganches ilegales que Endesa vaticina que este año batirán todos los récords anteriores.
Bombilla
José M. Del Puerto / 05-08-2016 • 15:05
Los españoles pagan 120 millones de euros de más por el recibo de la luz debido al fraude eléctrico de las empresas, responsables de un 80% de las prácticas fraudulentas a la hora de engancharse a la red de suministro. Tan solo un 1% del fraude que se comete en España se atribuye a hogares sin recursos.
A los grandes consumidores distintos de empresas se les imputa un 16% adicional del fraude eléctrico del país. Dentro de las sociedades, son las que se dedican a la industria y la tecnología las que con más asiduidad se enganchan con trampa a los cables de la luz, según ha desvelado un informe realizado por Endesa, una de las principales compañías eléctricas del país.
Estas prácticas irregulares son la causa de que la factura de la luz sea 150 millones de euros más cara que si cada usuario pagase debidamente el consumo realizado. Todo ello en el país que tiene los segundos precios más caros de toda la Unión Europea para el recibo de la luz, tal y como se refleja en un informe que coincide con estimaciones previas de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Sólo en Reino Unido es más caro pulsar el interruptor al entrar en casa.
Desde la asociación de consumidores Adicae se denuncia que las cifras muestran que “un recurso ilegal que utilizan algunas empresas para ahorrarse varios miles de euros en la factura de la luz” termina repercutiendo al alza en los precios que soportan todos los consumidores y además presentando “un riesgo para toda la ciudadanía” por la manipulación de instalaciones y dispositivos de conducción, distribución y conteo.
En torno a esta cuestión, tanto Endesa como el organismo superregulador coinciden en que la situación del fraude va a más. La presidida por Borja Prado afirma haber detectado un total de 85.522 casos fraudulentos a lo largo del ejercicio pasado, un 25% más que hace un año y prevé que en el presente 2016 la cifra sea aún más abultada. Es así que la CNMC llega a hablar de “profesionalización” de esta práctica de estafa a las compañías eléctricas que hoy por hoy apenas cuenta con “riesgos económicos” para aquellos que la practican en lo que a sanciones se refiere.
A los grandes consumidores distintos de empresas se les imputa un 16% adicional del fraude eléctrico del país. Dentro de las sociedades, son las que se dedican a la industria y la tecnología las que con más asiduidad se enganchan con trampa a los cables de la luz, según ha desvelado un informe realizado por Endesa, una de las principales compañías eléctricas del país.
Estas prácticas irregulares son la causa de que la factura de la luz sea 150 millones de euros más cara que si cada usuario pagase debidamente el consumo realizado. Todo ello en el país que tiene los segundos precios más caros de toda la Unión Europea para el recibo de la luz, tal y como se refleja en un informe que coincide con estimaciones previas de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Sólo en Reino Unido es más caro pulsar el interruptor al entrar en casa.
Desde la asociación de consumidores Adicae se denuncia que las cifras muestran que “un recurso ilegal que utilizan algunas empresas para ahorrarse varios miles de euros en la factura de la luz” termina repercutiendo al alza en los precios que soportan todos los consumidores y además presentando “un riesgo para toda la ciudadanía” por la manipulación de instalaciones y dispositivos de conducción, distribución y conteo.
En torno a esta cuestión, tanto Endesa como el organismo superregulador coinciden en que la situación del fraude va a más. La presidida por Borja Prado afirma haber detectado un total de 85.522 casos fraudulentos a lo largo del ejercicio pasado, un 25% más que hace un año y prevé que en el presente 2016 la cifra sea aún más abultada. Es así que la CNMC llega a hablar de “profesionalización” de esta práctica de estafa a las compañías eléctricas que hoy por hoy apenas cuenta con “riesgos económicos” para aquellos que la practican en lo que a sanciones se refiere.
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