miércoles, 5 de septiembre de 2018

Creí que no llegaría el día, pero....se mojó!

Fernández tilda de «utopía austera» el modelo de transición energética

Un momento de la intervención de Javier Fernández, ayer, durante la inauguración de la Escuela de Verano de UGT en el Antiguo Instituto. A su derecha, el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, otro de los participantes en el acto / PALOMA UCHA
Un momento de la intervención de Javier Fernández, ayer, durante la inauguración de la Escuela de Verano de UGT en el Antiguo Instituto. A su derecha, el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, otro de los participantes en el acto / PALOMA UCHA

Defiende que debe ser el Gobierno central el que decida acerca del cierre de las instalaciones en vez de dejarlo a criterio de las empresas eléctricas

LAURA CASTRO GIJÓN.

«Lo que se nos propone es una utopía austera y resulta muy difícil vender austeridad energética en el mercado electoral». Con estas palabras se refirió ayer el presidente del Principado, Javier Fernández, al polémico proceso de transición energética, que desde la llegada del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez no ha dejado de intensificarse en la región. Fernández rechaza el modelo de descarbonización exprés propuesto por la ministra Teresa Ribera que plantea un cierre de las centrales térmicas de carbón entre 2020 y 2025. Esta es una de las polémicas medidas que se prevé que recoja la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y que, a juicio de Fernández, forzará una nueva reconversión en la región.
«Llegar el primero en solitario y escapado del pelotón no solo sería muy esforzado, sino que tendría más castigo que premio y, para colmo, resultaría inútil», espetó el presidente del Principado, quien afeó al Ejecutivo central su intención de «colocarse a la cabeza» en un proceso de cambio climático que, recordó, tiene efectos globales. Asimismo, prosiguió, «la fuga de carbono reduce el beneficio ambiental, pero también lleva a las empresas a deslocalizar su producción en otras partes del mundo donde resulta más barato contaminar».
Así detalló su postura el presidente del Principado ayer durante el acto de inauguración de la Escuela de Verano de UGT en el Centro de Cultura Antiguo Instituto de Gijón, donde manifestó que «en un sector regulado como el eléctrico no parece sensato que las empresas tengan libertad de decisión para proceder al cierre de instalaciones de generación». Al igual que defendió en su momento el anterior ministro de Energía, Álvaro Nadal, y al contrario de la postura del actual Gobierno de Sánchez, Fernández apuesta por situar al Ejecutivo central como regulador. «¿Por qué la izquierda se podría escandalizar por que defienda la capacidad de intervención del Gobierno?», se preguntó el presidente autonómico.
Fernández aprovechó también su intervención para analizar, de igual modo, la trabada puesta en marcha de la FP Dual en Asturias. Para conseguir aumentar la productividad de los trabajadores, señaló, «resulta vital tener claro el ajuste entre las habilidades formativas y la necesidad de perfiles profesionales de las empresas, que el sistema educativo no puede resolver por sí solo» e incidió en la importancia de que el sector empresarial se «involucre de forma intensa y directa».
Habló también de pensiones e indicó que «la amenaza» para estas, presentes y futuras, depende menos de la pirámide poblacional y de la esperanza de vida que de aplicar una «adecuada» política económica y social. En este sentido, resaltó que «tenemos la misma riqueza que antes de la crisis, pero los salarios participan menos de ella y este es el mayor responsable del problema en el sistema de pensiones».
Respecto a la situación económica nacional, señaló que «aún persiste un déficit público próximo al 3% del PIB que no tenemos más remedio que calificar de estructural y que no nos permitirá garantizar una recuperación sostenible y real». También aseguró que «la crisis española es fundamentalmente un problema de distribución, pues es donde más ha crecido la desigualdad» debido a la caída que experimentaron los salarios más bajos. Por tanto, concluyó, «la cuestión no es cuántos producen sino cuánto y cómo se reparte».

El «mayor desafío»

De entre todas las «fracturas» sociales, Fernández destacó «la amenaza» secesionista en Cataluña. «Es el mayor desafío que tienen hoy la democracia española y sus instituciones», aseguró, antes de añadir que se trata, además, de un «asunto sistémico para España y para Europa».
El nacionalismo «convierte a los vecinos en desconocidos, a los conciudadanos en extranjeros y es una ideología reaccionaria», calificó Fernández. Por tanto, argumentó que, aunque haya quien quiera convencer de su «inevitabilidad», la izquierda y el nacionalismo son ideas contrarias.
Por su parte, Javier Fernández Lanero, secretario general de UGT Asturias, criticó durante su intervención la ausencia de presupuestos en la región y exigió al Gobierno de Sánchez un modelo de financiación autonómica «solidario», que no se base en la cantidad de población sino en las necesidades de las personas.

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