Están en el punto de mira de Hacienda. Cuando acaba de finalizar el plazo para presentar la declaración de la renta, el fisco ya tiene nuevo objetivo entre ceja y ceja. Coincidiendo con el periodo para liquidar el impuesto de sociedades (finaliza el 25 de este mes), ha comenzado a enviar cartas a entidades parcialmente exentas de este tributo ? como son asociaciones de vecinos, oenegés o comisiones de fiestas -para recordarles su obligación fiscal y, si fuera el caso, la de pagar. Pese a que desde la Agencia Tributariaaseguran que son comprobaciones «puntuales», la medida no ha gustado nada. Y es que, se añade además el anuncio de la ministra en funciones, María José Montero, que apuesta por una reforma integral de este impuesto, especialmente en lo que se refiere a beneficios y exenciones. La reacción no se ha hecho esperar. Las asociaciones se han puesto en pie de guerra ante una persecución que consideran «injusta» y una medida que tachan de «barbaridad». «Invitamos a Hacienda a perseguir más a la lista de morosos insignesque tienen pendientes, a publicar los nombres de las personas que se acogieron a la vergonzosa amnistía fiscal de Montoro, o a los que bajo Socimis y otras figuras tributarias de dudosa honradez evaden miles de euros al fisco anualmente», señala Adrián Arias, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Gijón y vicepresidente de la Confederación Estatal.
Es más, en su caso, dejan claro que la transparencia es su seña de identidad. «Hasta el último euro que recibimos de las administraciones está controlado y justificado, tenemos controles anuales de Hacienda e incluso este año estamos ya publicando todos nuestros datos económicos en los portales de transparencia online. A honrados y cumplidores no nos gana nadie», aclara Arias, que considera el anuncio del Ministerio un globo sonda «ridículo y que viene a sembrar dudas donde solo hay trabajo altruista y mucho compromiso con pueblos, barrios y ciudades». En este sentido, el presidente de Cavastur (Confederación de Asociaciones Vecinales de Asturias), Emilio Peña, cree que no conocen cómo es su día a día. «No cobramos nada, no tenemos ningún beneficio, y las subvenciones que nos pueden conceder los ayuntamientos son conocidos por los consistorios y están en orden. Se trabaja de manera altruista, y si se hace una fiesta o se pone un chiringuito no es para ganar dinero, sino para poder financiar la asociación». Desde su punto de vista, este tipo de actuaciones «de ir contra la gente que trabaja sin cobrar», va a provocar que poco a poco desaparezcan todas estas entidades y las fiestas vecinales. «Todo son trabas», lamenta.
Alertan del fin de las asociaciones
Para hacerse una idea de lo que pueden manejar sus arcas, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Oviedo (FAVO), que está formada por más de una veintena de asociaciones y de 311 socios, pagan religiosamente una cuota de 10 euros, una cantidad a la que hay que sumar la aportación municipal. «Esos son nuestros ingresos. En muchos casos tenemos que poner dinero de nuestro bolsillo. Los desplazamientos, la gasolina o el aparcamiento lo pagamos nosotros y no se nos ocurre pasar esos gastos a la asociación», replica su presidenta, Eva Sánchez. Cuenta que únicamente buscan el bien de los vecinos, por eso considera que es una medida completamente «injusta» que vendría asfixiar y a acabar con las asociaciones. «No se meten con las grandes fortunas y sí con nosotros», matiza. Pese a ello entiende que «si es legal y hay que pagarlo, habrá que cumplir, pero supondrá que nos vayamos todos para casa».
Igual ocurre con las peñas o con las comisiones de fiestas que cuentan con presupuesto muy limitado para organizar sus actividades. «Es una auténtica barbaridad. No salgo de mi asombro. Somos asociaciones sin ánimo de lucro que únicamente buscamos el bienestar de la zona, del entorno», remarca José Antonio Fernández, presidente de la Federación de Peñas de la Pólvora de Cangas de Narcea, que estos días están volcados en la fiesta del Carmen. «Esto es lo que ocurre por bajar los impuestos a determinados colectivos, que al final recae sobre los más débiles», lamenta. «Si en una fiesta podemos sacar 60 euros, ese dinero al final se destina, por poner un ejemplo, a pagar el equipo de música», remarca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario