Isabel Díaz Ayuso será la nueva presidenta de la Comunidad de Madrid. La octava persona que ocupe el cargo (la séptima en las filas del PP). Se enfrenta a una doble labor titánica. Por un lado, liderar un Gobierno experimental, un Ejecutivo de coalición con un socio que es un rival electoral directo. Nunca se ha dado antes en Madrid, en una Administración que mueve 20.000 millones. Y que encima necesita la participación necesaria de un tercero, Vox. Y por otro lado, tendrá que aprovechar la legislatura para intentar conseguir un perfil propio. Una seña de identidad. Sin experiencia en gestión ni en primera línea de la política, Díaz Ayuso es una incógnita.
Lo que deja claro la nueva legislatura que comienza, la XI, es que habrá un claro líder en la oposición. No se trata del socialista Ángel Gabilondo, el ganador de las últimas elecciones, y cuyo futuro a medio plazo parece lejos de la Asamblea. Se trata del portavoz de Más Madrid, Íñigo Errejón. Será uno de los protagonistas del nuevo curso político. Ha quedado claro en los dos días de debate de investidura, donde el bloque del centro derecha le ha situado como el principal enemigo político a batir. Habrá que ver también el papel que juega Rocío Monasterio, portavoz de Vox, técnicamente en la oposición y que ya ha dejado claro que no ha entregado un "cheque en blanco" al Gobierno de PP y Ciudadanos.
En el PP hay ilusión y preocupación. Ilusión porque tras la debacle electoral de mayo (los peores resultados en cuanto a escaños) ha conseguido mantener la presidencia de la comunidad tras dos meses de negociaciones. Preocupación porque al frente del proyecto se encuentra una joven periodista sin apenas experiencia de gestión y sin un marcado perfil político. Tres de sus antecesores en el cargo (los interinos Ángel Garrido y Pedro Rollán no cuentan) sí consiguieron labrarse ese perfil y crearse un 'personaje' político. Tanto Alberto Ruiz-Gallardón como Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentestenían su estilo. Y equipos que ayudaron a moldearlo.
Con Ayuso, las voces dentro del partido están divididas. Hay quien piensa que el debate de investidura ha dejado claro que "todavía está verde para ser primera espada", y que encima las informaciones publicadas sobre su pasado (véase Avalmadrid y Púnica), en el inicio de su gran aventura política, "no ayudan a centrarse en marcar ese estilo propio". Desde el PP señalan que "hay cosas por pulir y mejorar, que se conseguirán con el tiempo". Otros, los más 'ayusistas', recuerdan que la nueva presidenta, a sus 40 años, tiene una gran proyección y recuerdan que por ejemplo Gallardón fue presidente autonómico por primera vez con 37 años.
"Es la nueva generación de líderes", recalca otro, señalando además que el presidente nacional, Pablo Casado, ha llegado al poder del partido con 38 años. No obstante, desde Génova creen que hace falta cierto tutelaje. Ayuso se ha convertido en la líder territorial con más poder dentro del PP y la consecución de su presidencia ha ayudado a consolidar el proyecto nacional de Casado, que apostó personalmente por ella. "Tanto la Comunidad de Madrid como el ayuntamiento de la capital se convertirán en el laboratorio de ideas del nuevo PP de Casado", explican desde el partido. Se verá en la nueva composición del Gobierno regional. La dirección nacional está ayudando a Ayuso. Génova quiere que un hombre de la máxima confianza de Casado, Javier Fernández-Lasquetty, esté en el Ejecutivo madrileño.
Génova quiere que los consejeros de Ayuso (siete de un total de 13) tengan un perfil sólido y que ayuden a la nueva presidenta a labrarse ese perfil. Las voces más críticas dentro del PP de Madrid ven por ejemplo con malos ojos que en la negociación del Ejecutivo con Ciudadanos los populares hayan perdido la portavocía, que recae en Ignacio Aguado. Esto dará mucha más visibilidad pública al líder naranja, que en principio será el encargado de las ruedas de prensa tras el consejo de Gobierno de los martes. Ambos partidos tendrán que compatibilizar la comunicación del Gobierno. "Es muy importante que en la comunicación Ayuso empiece a fraguarse ese perfil, que debe ser sobre todo presidenciable", señala un veterano dirigente popular.
La palabra 'presidenciable' no es baladí. El líder socialista Ángel Gabilondo le afeó en el debate de investidura el tono utilizado, en definitiva, que se bajara en la refriega política tanto al fango y a las acusaciones personales. Desde el PP, algunas fuentes comparten esa lectura. "Es la presidenta y debe actuar como tal. Es importante que se trabaje ese perfil, más sereno, más maduro", señalan. La línea, recalcan, ya la marcó en su intervención inicial. "Nos debemos a los ciudadanos de Madrid, no a intereses políticos. Por eso haré del diálogo y del consenso la política permanente, base fundamental del pensamiento liberal", afirmó Ayuso este martes.
Ayuso ya dejó claro que ella tiene su propio "perfil" cuando se hizo público que la Fiscalía Anticorrupción quiere imputar a Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes en el caso Púnica. Ayuso ha trabajado para las dos y la oposición no duda en criticar ese pasado. "Es la hija política de Esperanza Aguirre, se crio entre corruptos", señalaron desde Unidas Podemos. "Es prioritario que marque ese perfil propio. Ella está orgullosa de la herencia de la gestión del PP en la Comunidad de Madrid, pero como nuevo protagonista político debe marcar su propio camino. Es fundamental", explican otras fuentes. "Debe alejarse lo antes posible del aguirrismo.
En el otro lado del foco mediático se colocará la oposición. Nunca ha habido tantos partidos haciéndola en el Parlamento madrileño. En teoría serán cuatro, ya que Vox ha dejado claro que de momento solo ha sido socio de investidura. Por votos, el papel de líder de la oposición recae en Ángel Gabilondo. El líder socialista es un hombre moderado, con una excelente oratoria y muchas veces una retranca parlamentaria que es necesaria. Pero nadie duda de que ese liderazgo lo asumirá esta legislatura Íñigo Errejón, un convencimiento que parte incluso de su mismo grupo.
Más Madrid quiere ser este curso político el grupo parlamentario más activo y el que más fiscalice la labor del nuevo Gobierno político. De hecho, los de Errejón anunciaron este miércoles que llevarán a la Fiscalía las presuntas irregularidades del préstamo de 400.000 euros que Avalmadrid concedió a una empresa participada por el padre de Ayuso. El perfil mediático del propio Errejón también ayudará a consolidar este papel. Se ha visto en las dos jornadas del debate de investidura. Junto a Gabilondo, ha realizado las réplicas más brillantes y el bloque del centro derecha (PP, Ciudadanos y Vox) ha centrado en él sus ataques. "Va a ser el adversario político más complicado", admiten en las filas populares.
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