LOS ÁNGELES / COLPISA
Peter Bogdanovich (Nueva York, 1939) estrena este viernes en cines El gran Buster, sobre la figura del genial Buster Keaton. Actor, director, productor y escritor, asegura que el cómico «era un hombre adelantado a su tiempo».
-¿Por qué ha decidido rodar una película sobre Buster Keaton?
-La realidad es que me lo ofrecieron. Fue Charles Cohen, gran amigo mío y el propietario de las películas de Buster de los años 20. Me preguntó si quería hacer un documental sobre Buster Keaton y le dije que sí. A mí me encanta la comedia, es mi género favorito y volver a ver la genialidad de Keaton en la gran pantalla me pareció una idea muy atractiva. Mi padre solía llevarme al MoMA de Nueva York a ver las películas de Keaton y Chaplin. Era mucho más mayor que mi madre y había crecido viendo películas mudas.
-¿Qué destacaría de su figura?
-Keaton era un hombre adelantado a su tiempo. Si hubiera trabajado con los avances tecnológicos de hoy en día, estaríamos ante un portento que no nos aburriría nunca. Estoy seguro de que nos mostraría películas originales. Buster era un gran director, sabía dónde poner la cámara, cómo sacar partido de todos los elementos que aparecían sobre el escenario. Era divertido pero nada sentimental, por eso le llamaban «cara de piedra», Chaplin era mucho más sentimental.
-Lo cierto es que se les compara mucho a los dos.
-Sí, pero no eran parecidos. Cada uno era un genio dentro de su cine. Admiro a los dos, pero creo que Keaton era mejor director.
-Ha dicho que las películas que se hicieron entre 1912 y 1965 son las mejores del cine.
-Sí, porque no se buscaba vender productos. Ahora se trata de colocar productos con los que comerciar y no de hacer una buena película. El cine lleva tiempo en decadencia. No se hacen filmes originales, son todo precuelas, repeticiones y hay una obsesión por vender películas de producto como los súper héroes. A mí no me gusta ese cine.
-¿Le gusta algún director actual?
-Me encanta Wes Anderson, con quien he trabajado en varias ocasiones. Creo que tiene talento y es muy original, a veces nos sentamos a comentar ideas o viene a casa y conversamos de cine. También me gusta Bill Hader, que participa en la película y soy seguidor de su serie Barry.
-Usted ha dirigido películas como «¿Qué me pasa, doctor?». ¿Qué necesita una buena comedia?
-Que se cuide. Hay que construirla con mimo. Antes los directores se tomaban tiempo para escribir buenos guiones y buscaban el ritmo en la interpretación. Buster Keaton era un genio en ese aspecto, tenía un método para rodar cada escena y utilizaba cada elemento en su beneficio. Construía cada secuencia y mostraba las herramientas del escenario para que el público se familiarizase antes de empezar a trabajar con ellas. Sin ir más lejos, las escenas de persecución de sus películas fueron las primeras escenas de acción del cine.
-Usted fue íntimo amigo de Orson Welles, un enamorado de España. ¿Estuvo alguna vez con él en nuestro país?
-Sí. A Orson le encantaba quedarse en el hotel Ritz, pero durante un tiempo se hicieron muchos rodajes en España y todo Hollywood se quedaba en el Ritz de Madrid, lo que le molestaba muchísimo. Estuve con él en un viaje y me llevó al Museo del Prado, que me encantó, y a un restaurante pequeño y maravilloso donde me dieron sesos, sin que yo lo supiera. En ese momento lo disfruté mucho, pero cuando me reveló Orson lo que había comido, casi enfermo. Jamás he vuelto a probar los sesos.
-¿Estamos viviendo la época de oro de la televisión?
-Bueno, yo participé en Los Soprano, la mejor serie que se ha hecho en la televisión, así que considero que esa fue la edad de oro. Ahora, ya no veo tanto la televisión.
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