Cara y cruz en lo que a indicadores macro se refiere. Con la sombra de la ralentización planeando sobre la economía global, España no es ajena al frenazo, aunque su fotografía todavía es algo más optimista que el resto de países de su entorno, en buena parte por el tirón que continúa demostrando el turismo.
Y es que si septiembre ha comenzado con pesimismo en lo que al sector manufacturero se refiere, no sucede lo mismo si se atiende a los datos relacionados con la afluencia de visitantes internacionales en los siete primeros meses del año, un 1,9% más que en el mismo periodo del año anterior, según la Encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera que ha dado a conocer este lunes el Instituto Nacional de Estadística.
Además, el gasto de los turistas extranjeros subió en julio un 2% hasta los 11.980 millones de euros, sumando doce meses consecutivos al alza. Unos buenos datos que contrastan con otro que se ha conocido también en el arranque de la jornada.
IHS Markit ha vuelto a poner sobre la mesa el frenazo de la industria, con los datos que demuestran que continúa la caída de pedidos nuevos y la debilidad de la producción. Tanto es así que las fabricas optaron por reducir los niveles de personal en agosto en sus plantas, lo que se ha traducido en el mayor deterioro de la producción desde mayo de 2013.
De esta manera, la actividad del sector manufacturero acumula tres meses consecutivos de contracción, después de que el índice de gerentes de compras (PMI) se haya situado en 48,8 puntos, frente a los 48,2 del mes anterior. "Agosto resultó ser otro mes difícil para los fabricantes españoles", señaló Paul Smith, economista de IHS Markit, quien advirtió de que el mes pasado la producción cayó marcadamente y se destruyó más empleo.
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