Exagera que algo queda...
Entrevista a Julio Rodríguez: “Se está haciendo una exhibición exagerada de las mejoras”
Entrevista a Julio Rodríguez López (@JulioRL43), miembro de Economistas Frente a la Crisis publicada en El Heraldo de Aragón el pasado 5 de enero.
Se cerró 2013 con multitud de mensajes económicos positivos lanzados por el Gobierno y por presidentes de bancos y multinacionales. ¿Comparte el optimismo?
Esas palabras tienen más de deseo que de realidad. Es cierto es que la actividad productiva ha dejado de caer. Pero eso es como cuando un incendio ha asolado una sierra y el fuego se ha parado. Las crisis ha dejado a más de 3,5 millones de personas sin trabajo desde 2008 y se han perdido miles de empresas. El hecho de que el incendio deje de arder no significa que estemos bien. El proceso de recuperación se está mostrando muy débil para reparar el daño sufrido por casi seis años de crisis. La recesión ha terminado pero la crisis persiste en la medida de que hay una tasa de desempleo altísima que podría ser más importante si no emigrara tanta gente. El enfermo ha dejado de empeorar pero sigue muy grave. A mi entender se está haciendo una exhibición exagerada de las mejoras. Los datos siguen siendo muy negativos pese a que hayan dejado de empeorar.
Como reputado especialista en el mercado inmobiliario, ¿qué análisis efectúa de 2013?
El conjunto del año arrojará una caída en la venta de viviendas con unos comportamientos muy distintos en las ventas a españoles residentes (caerán un 10% aproximadamente) y a los extranjeros (subirá un 20%). Esa ha sido precisamente la principal novedad, la creciente presencia de compradores extranjeros, sobre todo fondos de inversión. Incluso han adquirido unas 5.000 viviendas sociales de la Comunidad de Madrid. Eso da una sensación de dinamismo al mercado. Son operaciones que han realizado en territorios muy ligados al arco mediterráneo y a las islas. En el resto del territorio nacional apenas hay presencia de extranjeros. En resumen, en 2013 ha persistido la caída de las ventas y de los precios y la novedad es la presencia de nuevos inversores atraídos por los precios reducidos.
Ha citado el ejemplo de la venta de las viviendas sociales de la Comunidad de Madrid. Muchos de los arrendatarios se ven forzados a abandonarlas al concluir su contrato de alquiler y contar con una opción de compra muy alta a pagar a esos fondos de inversión que han abonado un tercio de la cantidad que ahora exigen.
Entiendo que las comunidades autónomas quieran hacer caja en una situación de dificultad. Lo que no se puede consentir es que una promoción de viviendas sociales se convierta en un asalto a los arrendatarios. Hasta 2008 se sacaban viviendas sociales en alquiler y en alquiler con opción de compra. Lo que quieren los fondos de inversión es rentabilizar su dinero al máximo y nos encontramos con personas con ingresos por debajo de la media y que tienen en frente a un tiburón que ansía una rentabilidad inmediata. No es una actuación responsable ni justa.
¿El impacto de estos fondos de capital extranjero es positivo o negativo?
Estos fondos de inversión se nutren del mercado inmobiliario. Compran oficinas, naves industriales, viviendas… Algo animan el mercado pero no es un movimiento de fondo. Una cosa es que las familias españolas volvieran a comprar viviendas y se crearan empleos y otra muy distinta es este fenómeno derivado de un proceso a nivel mundial con el dinero fresco que inyectan el BCE, la Fed, el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón. Eso se nota también en la bolsa. Las economías no están tan boyantes como lo que indican las bolsas. Igual sucede en el mercado inmobiliario. Los fondos tienen mucha liquidez y se lanzan por operaciones muy ventajosas. Pero, insisto, eso no significa que se está recuperando la demanda ni creando empleo. Una prueba es que está subiendo el alquiler.
En España está poco instaurada la cultura del alquiler, como sí ocurre en otros países. ¿Cree que se va revirtiendo esa tendencia?
No creo que haya saltos espectaculares. Han sido muchos los años en España con una fiscalidad muy proclive a la vivienda en propiedad y eso ha echado raíces en la mentalidad del ciudadano. En el franquismo hubo una política muy fuerte en contra del alquiler y con la democracia la fiscalidad ha perjudicado al alquiler. Ahora se ha llegado a una situación en que ha desaparecido la desgravación por compra de vivienda pero tenemos escasez de oferta de alquiler. No hay que olvidar que en Europa occidental el país con menor porcentaje de alquiler es España. En Alemania hay un 40%. Nosotros teníamos un 10%en 2007 y lo normal es que lleguemos al 15 o 20% en los próximos años.
La pregunta del millón. ¿Seguirán cayendo los precios de la vivienda en 2014?
Dependerá de cómo evolucione el crédito bancario y del propio ritmo de crecimiento de la economía española. Lo que sí apunta es que la gente más joven prefiere alquilar y de eso se han dado cuenta los propios inversores.
Usted fue el primer consejero de Economía de la Junta de Andalucía. ¿Qué recuerda de aquella etapa?
Recuerdo la gran ilusión que nos impulsaba para poner en marcha una nueva administración. Andalucía era una autonomía que padecía y sigue padeciendo un nivel de renta per cápita que se sitúa un 25% por debajo de la media española. En aquel momento pensaba que la administración autonómica serviría para mejorar la gestión y que sería un factor de dinamización de la economía. En este aspecto creo que no se ha estado a la altura. Yo trabajé para que la economía andaluza se diversificara, que no fuera solo ladrillo y turismo. Las autonomías podrían haber dado más de lo que han dado.
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