Agarrarse a la competitividad
Pep Guardiola
Una sucesión de lesiones traumáticas han arruinado los tres planes de juego que Guardiola ha ido proponiendo a lo largo de la temporada. Desde la rodilla de Javi Martínez hasta la de David Alaba, pasando por Robben, Ribéry, Lahm, Thiago, Schweinsteiger, Badstuber y las numerosas incidencias menores de Benatia, la suma de accidentes ha quebrado todas las propuestas del entrenador. Llegado al momento culminante de la temporada, el FC Bayern tiene que edificar un nuevo plan en el que, además, no puede contar con futbolistas esenciales como Robben o Alaba.
El nuevo plan parece tener dos pilares obvios: Lahm y Thiago. Pero ambos están muy lejos de estar en forma. Al capitán le faltan por lo menos dos semanas completas antes de alcanzar su mejor rendimiento. Al centrocampista español, posiblemente más de tres semanas para poder pensar en él como titular en el equipo. Ribéry tampoco está disponible a corto plazo aunque sus características son las idóneas para complementarse con el juego de Lahm y Thiago.
Todo ello conduce a una realidad que ya vimos el sábado pasado en Dortmund. Guardiola no puede plantear ahora mismo con rotundidad sus ideas de juego, sino que ha de diseñar un plan específico para cada partido. Abril es un mes decisivo, crucial, donde quizás no se ganan los títulos pero donde pueden perderse. Para que no ocurra, el entrenador solo tiene una opción: plantearse cada partido de abril como si se tratara de una final y disputarla con un plan concreto para cada encuentro. Como ocurrió el sábado ante el BVB, quizás no sea la forma en que a Guardiola le gusta diseñar los partidos, pero es la única posibilidad que tiene. Apelar a la extrema competitividad de su grupo y adaptarse a cada uno de los momentos que vendrán en las próximas semanas.
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