jueves, 17 de septiembre de 2015

Goodbye Lenin....

“No podemos asumir que lleguen las elecciones generales y que en el Congreso de los Diputados haya partidos nacionalistas, de derecha, de centro derecha, de centro, de centro izquierda, incluso hasta ni de izquierdas ni de derechas, y no quede rastro de una izquierda que se atreva a plantear causas justas, a pesar de que los votos puedan ser más limitados, pero que sin embargo es vital para que la sociedad avance, y no viva en el conformismo y la resignación”. Esta declaración de intenciones forma parte de un “borrador de manifiesto” al que ha tenido acceso El Confidencial y que acompañará el lanzamiento oficial deConvergencia de la Izquierda, el próximo mes de octubre.
Entre los impulsores de la nueva formación de ámbito estatal destacan sectores históricos de la federación de izquierdas, principalmente vinculados a la conocida como vieja guardia de la federación madrileña. Pero no sólo. En la organización que se constituirá jurídicamente como partido durante los próximos días, también están presentes militantes “huérfanos” que se han apeado del barco ante lo que consideran una “inexorable deriva de IU hacia su desaparición”. Se refieren a los últimos acuerdos impulsados por Alberto Garzón para concurrir a las primarias de Ahora en Común y convertirse en lo que consideran "una fuerza subordinada de Podemos”.
La conformación de este nuevo partido coincide en el tiempo con otros movimientos de calado en el seno de la federación. El último de ellos tiene como protagonista al sector que lidera Gaspar Llamazares (Izquierda Abierta), muy crítico también con los últimos pasos dados por el candidato de IU. Desde esta corriente se muestran contrarios a una “operación de desembarco en Podemos” y no esconden su desconfianza porque Ahora en Común sea una mera estrategia de encaje en esta formación y subyugada a ella.
Como consecuencia de este rechazo, se está apostando por la construcción de una candidatura alternativa “nítidamente de izquierdas, socialista y federal”.Un nuevo espacio que cuajaría “antes de las elecciones o, inevitablemente, después”, y que cuenta ya con el apoyo de destacados referentes de la izquierda con proyección pública como Baltasar Garzón, Cristina Almeida, Federico Mayor Zaragoza, Carlos Jiménez Villarejo o Beatriz Talegón.
Desde Convergencia de la Izquierda (CdII) no son ajenos a las intenciones de este colectivo, por lo que sus impulsores adelantan que ya han solicitado una reunión conjunta para tratar la posibilidad de cooperar de cara a la construcción de una candidatura alternativa para las generales. Aun sin celebrarse, entienden que ambas apuestas no compartirían espacio organizativo, pero confían en que se puedan establecer acuerdos a nivel electoral.
“La nueva formación nace tras la inexorable deriva de IU hacia su desaparición“, según sus impulsores
La falta de tiempo para estructurar la organización y la premura de los plazos electores provoca la reflexión en CdII que su presencia en los próximos comicios“no es imposible, pero sí difícil”, según reconoce Julián Sánchez Urrea, quien concurrió como número dos de IU por Madrid en las pasadas elecciones municipales. Uno de sus principales objetivos a corto plazo pasa por desarrollar una agenda organizativa con el ánimo de recuperar los vínculos históricos de IU con determinados movimientos sociales y sindicatos.

Implosión de la federación

Desde que a principios de este mes de septiembre se comenzaron a hacer públicos los términos del principio de acuerdo preelectoral entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón, diferentes sectores de la federación han alertado sobre la desaparición del proyecto. Unas advertencias que algunos dirigentes ya venían lanzando desde las pasadas elecciones del 24-M, sobre todo en aquellos lugares como Madrid donde rechazaban integrarse en candidaturas unitarias que no preservasen sus siglas. Esta guerra interna visibiliza el enfrentamiento entre la vieja guardia y los sectores más afines al PCE, y se remonta más atrás en el tiempo, con salidas como la protagonizada por Tania Sánchez.
El peso orgánico del PCE y las decisiones adoptadas sobre el diseño de la hoja de ruta electoral están provocando una implosión de parte de la federación, cuyas consecuencias comienzan a manifestarse en la creación de nuevos partidos o espacios políticos al margen de IU. Opciones minoritarias que coinciden en señalar la existencia de un espacio electoral de izquierdas huérfano de candidaturas.
Gaspar Llamazares, líder de Izquierda Abierta, partido integrado en IU. (EFE)
Gaspar Llamazares, líder de Izquierda Abierta, partido integrado en IU. (EFE)
Su lectura resignada es que “en las elecciones generales no estará IU”, por los que CdII nace con la voluntad de ocupar “el espacio político de la izquierda transformadora, inexistente en la actualidad”. La incógnita aún es si lograrán desarrollar la maquinaria para hacerlo en diciembre o deberán esperar a otras citas electorales.

De entrada, doble militancia

En la fundación de esta nueva formación están trabajando alrededor de dos centenares de militantes, todos ellos provenientes de IU. Su público objetivo son los votantes de esta formación, al igual que sus cuadros naturales provendrían también de ella. Por este motivo, aceptarán de entrada la doble militancia. “Convergencia de la Izquierda hará compatible la militancia en esta formación política y en los partidos que la integran", explican.
“Una parte importante de nuestros afiliados aún lo son de Izquierda Unida“
El partido en el que se reagruparán estos sectores de IU se articulará en el ámbito territorial y sectorial mediante las denominadas uniones. “Unión en los distintos territorios, uniones para el trabajo sectorial sobre conflictos concretos o de manera permanente. Uniones en el despliegue territorial para el trabajo político, para coordinación territorial y por la economía de escala”, reza el documento, todavía en fase de elaboración, que sienta las bases organizativas de la formación. En Madrid, por ejemplo, las “uniones” territoriales se organizarán en torno a las comarcas.
El número de cargos locales, concejales electos el pasado 24-M por IU, que se sumarán bajo el paraguas de esta organización, todavía está en el aire. El proyecto todavía está en el horno, aseguran, y es pronto para contabilizar las fuerzas con las que contaría. De lo que no hay duda es de que la federación de izquierdas vive uno de los capítulos más abruptos desde su fundación en 1986, entre sonadas despedidas que entonan Goodbye, Lenin!

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