Un esperpento, una broma, surrealismo… Varios calificativos se agolparon este lunes por la noche, pasadas las doce, para describir la noticia de que David de Gea, después de que Real Madrid y Manchester United llegaran a un acuerdo a cambio de 30 millones, no jugará en el equipo blanco porque la documentación procedente del conjunto merengue llegó a la La Liga a las 0:28 horas, casi media hora más tarde de que se cerrara el mercado. De esta manera, el guardameta español permanecerá en Inglaterra y el conjunto blanco se quedará con Keylor Navas, a quien había supestamente vendido al United por 15 millones… Al menos de momento, porque el caso no parece cerrado. Para frotarse los ojos.
Quizás alguien se acostase creyendo que De Gea fichaba por el Real Madrid y se haya levantado con la sorpresa de que el portero titular, hoy por hoy sigue siendo Keylor Navas, con permiso de Kiko Casilla. Después de unas duras negociaciones entre Madrid y United, lo más difícil –llegar a un punto intermedio- se alcanzó en la tarde de este lunes. El equipo madrileño se sentó en la mesa con la convicción de que no subirían más allá de 20 millones de euros por un jugador que el año que viene llegaría libre y los Diablos Rojos que por menos de 40 millones no dejarían escapar a su portero. Entre 40 y 20 está el 30: ‘ni pa ti ni pa mí’… y De Gea para Madrid, supuestamente.
Los papeles necesarios para realizar la operación llegaron a tiempo al sistema de la FIFA -TMS- pero no los que el Madrid debía trasladar a La Liga. A día de hoy es como si no hubiera sucedido ninguna operación, aunque los dos clubes recurrirán al máximo organismo internacional para intentar que el proceso llegue a su fin. El culebrón todavía no ha terminado.
Otra manera de pegarse un tiro en el pie
Antes de que todo se liara de la manera que está ahora, la Directiva blanca era consciente de que un traspaso tan elevado significaba pegarse un disparo en el pie de cara a la opinión pública porque las críticas desde el exterior llegarían.¿Hace bien en pagar por De Gea 30 millones si en diez meses queda libre?Aun así, consideraban que su proyecto deportivo y la incómoda situación de su futuro jugador estaban por encima del qué dirán, protagonista a corto plazo. Ahora, con todo este 'absurdo' montado alrededor, la confusión es más extrema.
Ha sido un verano de acciones complejas. Florentino Pérez y su Junta necesitan de resultados deportivos para devolver la confianza de algunos aficionados que este verano han visto cómo se han tomado algunas decisiones impopulares, empezando por el despido de Carlo Ancelotti –el favorito de los seguidores según encuestas de todo tipo-, continuando por las maneras de despedir a Iker Casillas –en su segundo adiós, los miles de aficionados que acudieron pitaron al presidente- y ahora debido a la supuesta marcha de un jugador que el pasado sábado fue ovacionado por el Santiago Bernabéu, Keylor Navas.
El marketing, en el rincón
Viendo que la popularidad del presidente ha caído sin estar la pelota en juego se puede intuir que el departamento de marketing no ha tenido el peso necesario para llevar a cabo este tipo de comprometidas decisiones (más allá de que sean o no acertadas, eso lo dirá el tiempo y la pelota). Ahora, con este coitus interruptus en el caso De Gea, tampoco es que vaya a salir reforzada su imagen… Afortunadamente para la Junta, hay parón liguero y el Madrid no volverá al Bernabéu hasta el 15 de septiembre, en Liga de Campeones frente al Shaktar. Quizás dé tiempo para realizar explicaciones y aclarar la extraña situación que tiene descolocado a más de un aficionado.
Sin vestir de blanco De Gea, el ‘problema’ de la portería continuaría sin solucionarse para el club de la Castellana y eso que no ha encajado ningún gol en los dos choques oficiales (y sólo recibió dos tantos en los siete amistosos de pretemporada). Tal vez las actuaciones que realice el guardameta costarricense de aquí a enero varíen los planes. No hay nada seguro, y menos con la sorprendente experiencia de este cierre de mercado. Quizás hasta sea De Gea quien finalmente vista de blanco.
El mundo del fútbol es tan especial que se vio con normalidad que se dejara para última hora una operación a dos bandas –De Gea por Navas- (independientes una de la otra) y con 45 millones de euros de por medio (30 por De Gea y 15 por el tico). El Madrid jugó con el tiempo buscando amilanar la paciencia del United y lo que ha obtenido es un reloj de arena roto.
Por cierto, que el Madrid tenía firmada una cláusula con De Gea por la cual si no le fichaba este verano debía indemnizarle con 5 millones de euros... Aunque el que sale perdiendo en esta pesadilla es el propio jugador, quien desprendía una tremenda ilusión por volver a casa, aunque esta vez para vivir en la Castellana. Ahora su futuro es incierto, suponiendo que definitivamente se quede en Manchester: ¿le convocará, por fin, Van Gaal? ¿Cómo será recibido por la afición? ¿Jugará para poder estar en la Eurocopa? Por 28 minutos, todas estas preguntas, a día de hoy, se han quedado sin resolver.
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