El consejo de administración de Iberdrola se reúne este martes para verificar las cuentas de los nueve primeros meses del año. La eléctrica prevé un aumento del ebitda y del beneficio neto pese al impacto del Brexit, compensado por la cobertura contratada previamente contra la depreciación de la libra esterlina, en cuya moneda el grupo obtiene cerca del 25% de sus resultados. Gracias a esta protección, los analistas dan por hecho que la empresa energética anunciará el mayor aumento del dividendo desde que estalló la crisis.
Según los informes recientes emitidos por Citi, JP Morgan, N+1 y BNP Paribas, Iberdrola elevará su retribución al accionista hasta los 0,30 euros por título con cargo a 2016. Esta cifra supondría un incremento del dividendo de casi el 6%, porcentaje que Citi aumenta hasta el 6,6%, por lo que asumen que la cantidad final podría alcanzar los 0,31 euros. Por su parte, JP Morgan indica: “Esperamos un incremento mínimo del dividendo a cuenta del 5,3%, hasta los 0,134 euros, aunque creemos que es posible una sorpresa positiva en este aspecto”.
El bróker estadounidense considera que su previsión de 0,134 euros es “conservadora”, por lo que no descarta que Iberdrola decida un aumento de la retribución al accionista en línea con el incremento estimado del beneficio neto. Su cálculo es que la eléctrica podría anunciar la distribución de un primer dividendo de 0,138 euros por título, lo que supondría un aumento del 8,6% respecto a los 0,127 abonados en enero de 2016. Sería una subida incluso mayor al encarecimiento del precio de la luz, que este año cuesta un 6% más.
"Si esto ocurre, veríamos una muy positiva señal de confianza del equipo gestor en su capacidad para mantener los fuertes resultados más allá de 2016”, agrega el informe publicado el pasado viernes. De confirmarse, sería el mayor alza del dividendo desde que la crisis y la reforma energética en España erosionaron las cuentas del grupo. Hasta 2015, la compañía lo congeló durante cuatro ejercicios consecutivos.
Fuentes oficiales de la multinacional han declinado hacer ningún comentario sobre esta información. Pero los cálculos de los expertos de estas firmas de inversión están realizados después de que en las últimas semanas se hayan reunido con los responsables de finanzas de Iberdrola para revisar la evolución de las cuentas de los nueve primeros meses del ejercicio. En 2015, Iberdrola pagó 0,28 euros por acción como dividendo global.
Los expertos dan por hecho que Iberdrola confirmará este miércoles la mejoría de los números pese al impacto del Brexit por su presencia en Reino Unido
En Iberdrola, se remiten a las palabras de Ignacio Sánchez Galán, que en la presentación del plan estratégico 2016-2020 ya indicó que “es una primera señal positiva de nuestro compromiso de aumentar la remuneración al accionista en línea con los resultados y de la confianza que tenemos en nuestro plan de negocio”. En este sentido, la empresa eléctrica participada por el emirato de Qatar como primer accionista aseguró que tanto el beneficio de explotación como el neto se incrementarían una media del 6% hasta 2020.
Más aún, Iberdrola señaló en la última presentación de resultados de julio que está en posición de mejorar sus perspectivas de beneficio neto para el ejercicio 2016. Por ello, Galán aseveró que “se espera que la tasa de crecimiento del beneficio neto sea considerablemente superior a la delebitda”. En dicho encuentro con los analistas, el presidente del grupo energético reafirmó el objetivo de mejora del 5% del ebitda para 2016, a pesar de las fluctuaciones de tipo de cambio y de los impactos atípicos del año en curso.
Cambio a metálico por la fiscalidad
Iberdrola se ha comprometido con el mercado a repartir entre el 65 y el 75% de los beneficios o 'pay out' en dividendos, con el mantenimiento de la fórmula mixta del pago en efectivo y en acciones —'scrip dividend'—, y la estabilización del número de títulos en circulación en 6.240 millones para evitar diluciones. Pero la segunda y la tercera cláusulas podrían cambiar a partir del próximo año, porque el consejo de administración tiene previsto proponer a la junta general que se celebrará a principios de 2017 repartir todo el dividendo en dinero y abandonar la fórmula del 'scrip'.
El motivo es que, a partir del próximo mes de enero, entra en vigor la nueva tributación de este modo de cobrar los dividendos, que hasta ahora tenía una gran ventaja fiscal. Desde el 1 de enero de 2017, las plusvalías por la venta de los derechos de suscripción se considerarán como ganancias patrimoniales, por lo que, a diferencia de lo que ocurre en la actualidad —están exentos—, tributarán al mismo nivel que el ahorro. Los más de 650.000 accionistas minoritarios, muchos de ellos pensionistas que completan sus ingresos con el dividendo, tendrán que decidir cómo quieren recibir su retribución en la junta de marzo.
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